Kellan
Estaba en el supermercado con un paquete de apio en una mano y una bolsa de papas fritas en la otra.
— ¿Cómo se supone que voy a saber qué le gusta? — pregunté a Scott, quien estaba al teléfono conmigo. Estaba trabajando en el turno nocturno durante el próximo mes, y acababa de despertar después de dormir todo el día.
— Vamos, hombre, no es como si nunca hubieras visto a esta mujer antes.
— Sí, pero era mucho más fácil cuando pensé que era hombre.
Scott resopló. — Eso suena muy jodido.
— Sabes a qué me refiero.
Y lo sabía, y estudié la bolsa de papas fritas. Mi carrito ya tenía jugo de frutas y zanahorias. La idea era preparar una bandeja de bocadillos saludables y darle a Dakota algo para beber durante nuestra sesión de lluvia de ideas esta noche. Odiaba la idea de tener cos
