RENATA
Esto es estúpido. No debería estar haciendo esto.
Pero no me importaba. Los labios de Xander en mi cuello en la entrada de su enorme casa hacían que la derrota y la decepción se desvanecieran —y hoy me hizo sentir vista.
—¿Quieres un recorrido por la casa? —murmuró contra mi cuello mientras succionaba más piel en su boca, sus manos deslizándose por mis costados.
—No —jadeé, justo cuando desabrochó el botón de mis vaqueros. No me importaba dónde vivía. Solo quería que siguiera haciéndome sentir así.
Él soltó una risita, arrancándome la blusa burdeos por encima de la cabeza y arrojándola al suelo de baldosas negras. Una vez que quedé solo con un sujetador n***o y mis vaqueros ajustados a juego, me levantó en el aire. Enrosqué mis piernas alrededor de él, y me llevó a la siguiente
