FERNANDA —¿Qué estás haciendo? —preguntó Siena cuando entró a la oficina de Dante y me encontró frente a la laptop—. Pensé que Dante estaba aquí. ¿Dónde diablos está? —No sé —dije distraída, mirando la pantalla. —¿Todo bien? —preguntó Siena. —Sí… creo que quiero hacer esto. —¿Hacer qué? —preguntó Siena, rodeando el escritorio para ver la pantalla. Le señalé el monitor y dejé que leyera. —¿Qué es esto? —preguntó otra vez después de leer todo—. No lo entiendo. —Creo que quiero ir de excursión —dije. Siena negó con la cabeza. —Sigo sin entender. Me reí. —Vamos, no seas así. Creo que podría estar bueno. Este tour no es solo una caminata, es un curso de supervivencia, y además aprendes un montón de cosas geniales como especies en peligro de extinción, aves exóticas y esas cosas. —Es

