FERNANDA
Si había alguien con quien quisiera estar varada en el bosque, ese era Eilan. Hace un tiempo, habría dicho que al diablo con todos a nuestro alrededor, preferiría estar varada sola. Qué extraño cómo podían cambiar las cosas.
Eilan era un pilar de fuerza. Cuando comenzamos a pasar tiempo juntos de nuevo, me había irritado tanto que invadiera mi espacio, que se metiera en mi vida de esa manera. No es que quisiera que se detuviera, supongo que soy una persona complicada en ese sentido.
A pesar de ser complicada y difícil, y, francamente, una perra del infierno a veces, Eilan me soportaba, y ahora, no podía imaginar hacer algo como esto con nadie más.
Acampar había sido una mala idea. Lo sentía ahora más que nunca. Estar varada con nada más que la ropa que llevábamos puesta y dos
