Peligro y Seducción

Capitulo Veintiocho

Vivo en una realidad que nunca ha sido la mía y donde el deseo de estar a tu lado es tan latente como la convicción de que la venganza es lo único que nos une. Pero entonces tus besos, tus caricias y tus maneras salvajes y arrogantes convierten a mi cuerpo en un esclavo de tu voz.



Stuart

Espero que lo que estamos haciendo no agrave la situación de Andrea, estoy consciente de que lo que le hicieron fue brutal, un salvajismo, y aunque no quiero ser egoísta, la única razón que ahora tengo para continuar con vida es devolverle sus recuerdos, sin importar que después ya no me quiera ver de nuevo, me conformo con que tenga su vida de antes.

Estoy preparado para que me juzgue por no haberla cuidado como prometí hacerlo, fue ella quien se arriesgó a todo por nosotros y tiene la última palabra.

La observo mientras duerme, parece un ángel, tiene los labios ligeramente abiertos y su respiración es acompasada y relajada, es la perfección hecha carne para mí, pero lo arruiné al confiarme tanto, al creer que ya nada podía suceder porque el amor nos protegería siempre.

No fue así.

—Te perdí una vez, y ahora que te he vuelto a encontrar, haré todo para que vuelvas, y luego me iré, te pondré a salvo de mi propia suerte, aunque estoy seguro de que serás tú quien se proteja de mí y decidirás alejarte definitivamente —susurro.

Le amo con cada fibra de mí ser, la amo con lo que soy y no soy, la amo sin medidas, sin restricciones, la amo tanto que, estoy dispuesto a lo que sea para que ella vuelva a estar bien.

―Ve a descansar, estará dormida por varias horas, su cerebro también tiene que descansar ―dice Zack, y de manera extraña suena razonable, la ocasión lo amerita, por lo general se comporta como el idiota del grupo, sin embargo, es el más observador de todos y estoy seguro de que puedo confiar ciegamente en sus palabras.

―Tenemos que localizar a Max para intercambiar lugares de nuevo ―digo sin ánimos de irme, quiero estar cuando despierte, pero tampoco puedo dejar que mi amigo se arriesgue más de la cuenta por mi culpa, sé que le queda mejor el papel de Alexey, a decir verdad, mucho mejor que a mí, pero fui yo quien decidió hacer las cosas de este modo, entonces tengo que ser yo quien asuma los riesgos.

―Él ha dicho que se ocupará de lo que nos falta hacer con Petrov para que tú te ocupes de cuidar de ella.

Asiento agradecido, todos están aquí conmigo, aunque siento curiosidad por la renuencia de Zack en venir. De hecho, existen varios países a los que se niega visitar y si lo hace es muy preciso en lo que tiene que hacer, culmina el trabajo y sin mirar atrás regresa a casa. Bueno, si es que podemos llamar casa a la madriguera en la que vivimos, aunque, a decir verdad, él vive en un departamento no muy lujoso, pero sí bastante cómodo.

―Me quedaré con ella para que no esté sola cuando despierte. ―Dormirá toda la tarde, le tuvimos que suministrar un calmante anestésico porque se quejaba mucho del dolor de cabeza, lo más probable es que todos sus recuerdos se hayan querido agrupar de golpe y no supo cómo controlarlo.

―No es bueno que te agobies y te satures, mejor ve a descansar un par de horas y vuelves con ella, yo estaré pendiente de todo lo que suceda.

Me niego a apartarme de ella por un instante, tengo miedo de…

»Verte es lo que le causa el malestar, ¿no te has dado cuenta de que cada vez que te ve su cerebro empieza a tener actividad?, el hipotálamo le exige recuperar eso que está perdido en esa minúscula parte afectada, entonces tú con tu presencia ocasionas no solo que se sobre cargue, sino que detone un dolor tan fuerte que puede llevarla a tener un derrame cerebral y hasta la propia muerte. ―Trago saliva al darme cuenta de que no había pensado en eso y también porque raras veces Zack dice algo inteligente y cuando lo hace acierta en todo.

―Yo solo quiero… ―Bajo la cabeza, ahogado por los sentimientos, no había pensado en que las consecuencias de lo que le estoy haciendo podrían ser tan graves, la muerte nunca ha entrado entre mis opciones desde que descubrí que continuaba con vida.

―Todos queremos que esto funcione, pero un paso a la vez, ya lograste que su piel te recuerde y te aseguro que la memoria del cuerpo, es más que suficiente para ayudarla a que recupere sus recuerdos ―añade―, no creas que ella no se hace las mismas preguntas una y otra vez: ¿por qué?, ¿por qué reacciono de esa manera s****l ante él? Es muy difícil traspasar la dermis de una mujer y tú con ella lo lograste, tanto que, cada órgano de su cuerpo se retuerce al sentirte cerca ―señala, haciéndome comprender que tiene razón, y de verdad tengo que descansar, no únicamente por mí, sino por los dos.

Asiento y me pongo de pie.

Antes de salir dejo un beso en la frente de Andrea, continuamos en Rusia, pero quedamos de acuerdo en hacerle creer que la hemos sacado del país para que no intente escapar, aunque la verdad no creo que tenga posibilidad alguna de lograrlo, a menos que nosotros queramos que así suceda.

―¿Hablaste con tu amigo el médico? ―pregunto antes de alejarme.

―Sí, vendrá a revisar la actividad cerebral de Andrea cada vez que tenga uno de estos episodios, pero como dije antes, me pidió absoluta discreción con su participación, no quiere verse involucrado en nada de esto, mucho menos arriesgarse a perder su licencia médica ―señala.

Rogert tuvo que ir por él para evitar que tomara un vuelo comercial, tengo entendido que es el neurólogo que ayudó a Isabella con su memoria, aunque en ese caso fue ella misma quien bloqueó sus recuerdos debido a todas las situaciones que había vivido, prefirió aislarse inconscientemente para evitar seguir con su sufriendo.

Nuestras mujeres siempre sufren por culpa de nosotros.

―Está bien, siempre y cuando revise a Andrea y nos indique que lo que estamos haciendo es correcto, porque no pienso detenerme hasta encontrar la respuesta ―aclaro.

―Estoy seguro de eso. ―Me alejo con intenciones de descansar, aunque no estoy seguro de poder, no cuando la tengo tan cerca de mí, frágil y fuerte al mismo tiempo.

Espero que ella encuentre dentro de su mente el camino que la traiga de vuelta a casa, juro que siempre la estaré esperando, no importa cuánto tiempo se demore en llegar y cuando al fin eso suceda, dejaré que sea feliz con alguien que no represente un peligro para ella aunque me muera por dentro al verla en brazos de otro.