2 Guerrero Bahre, set de Una cita con la bestia, dos pisos debajo de Noticias 9 —Le dije al hombre raro, Chet, que nos trajera una prenda de vestir de cada una de las veinticuatro mujeres. —Tane se sentó en el borde del mismo escenario donde había visto a Wulf saltar para reclamar a su mujer. Los demás se pusieron de pie o caminaban por el espacio abierto, como yo. Todos entendíamos qué había en juego para los que vivían en la Colonia. Uno de nosotros tenía que participar en este ridículo programa de televisión terrestre para encontrar pareja. Uno de nosotros tenía que elegir a una mujer de entre las que nos ofrecían—. Tenemos que intentar oler a las mujeres antes de conocerlas mañana. Quizá uno de nosotros encuentre a su compañera. No sería yo. Mi sentido del olfato cíborg, que estaba

