Cuando la señora Teilor lo vio alejarse, se acercó inmediatamente con una toalla y cubrió el cuerpo de Maddy, quien se abrazaba sin dejar de llorar, la mujer, la tomó del brazo y la iba a sacar de allí, mas Demetrio se lo impidió. —No puedes llevártela, el diablo me va a matar. Ya escuchaste sus órdenes debo llamar a la policía y entregársela —expresó el hombre tomándola por la otra mano. —No te estoy pidiendo no llamar a la policía, pero déjame ponerle una ropa, no te la lleves así, le podrían hacer algo, tú tienes hijas Demetrio, ¿Te gustaría que las trataran de esta manera como el señor está tratando a la señorita Maddy? —preguntó con evidente molestia la mujer. —¿No ves cómo está ese hombre fuera de sí? Si sale y no he cumplido sus órdenes acabará conmigo, me despedirá —se lamentó e

