Penitenciería estatal de Manhattan Maddy fue trasladada a la penitenciaria del estado, ese mismo día cuando la agente policial le informó, con todo las cosas sucedidas en su vida, no había tenido tiempo ni de pensar, cuando llegó a su sitio de reclusión, todas se alborotaron al mismo tiempo, gritándole obscenidades, no pudo evitar una corriente de miedo recorrerla, deseaba salir corriendo y huir lejos de todos, a veces sentía que la carga llevada, era demasiado para su cuerpo. No creía en la reencarnación, aunque si prestaba atención a esa creencia, ella quizás en su otra vida biológica debió haber hecho mucho daño, porque solo de esa manera se podría explicar, todos esos momentos difíciles que le tocó vivir. Cerró los ojos con fuerzas para controlar las lágrimas agolpadas en sus ojos, n

