Sienna: Anoche, apenas terminé mi cena, le agradecí a mi madre por todo y luego me despedí de Marcus, diciéndole, “Fue un placer conocerlo, Señor Blackwood”. Como respuesta, él me dio una ligera inclinación y una expresión seria e indiferente. Idi*ta. ¿Pero qué era lo que esperaba? ¿Un abrazo y un beso de buenas noches? Suspiré, frustrada, me sentía estúpida y avergonzada de solo recordarlo. En fin, de recordar todo lo que hice anoche. Sacudí mi cabeza y salí de mi cuarto de baño, recién duchada. Además de refrescarme, me despertaría y es que no pude dormir bien. Estuve soñando con Marcus, toda la noche y no eran sueños inocentes. Él me foll*ba con rudeza y yo me sentía en la dicha. En un punto, en medio de la noche, me desperté de golpe. Toda sudada, caliente y no pude evita

