(13) Llego la noche y toda la casa se había movido de un lado para otro. Las personas que estaban a cargo de la nueva fiesta, adornaron la casa tan rápido que me pude dar cuenta, como el dinero podía mover muros y paredes. Yo que me quede en mi habitación leyendo, mientras tenia vista hacia el jardín, pero la calma no duro como quería. De pronto tres personas entraron a mi habitación, el principal era un hombre de cabellera platina larga, vestido de n***o y con lentes, mientras que detrás de ese hombre tan llamativo, estaban dos mujeres que también vestían de n***o, pero que sostenían grandes cajas de tapiz de leopardo n***o. –¿Acaso tu eres la belleza de México? –Preguntó el hombre amanerado, bajándose sus gafas para mirarme detenidamente. Yo estaba un poco intimidada por el hombre

