Después de la sesión más perfecta de la historia entre padres e hijos, hermanos e individuales, abandoné la casa de mi mejor amigo. Ricky me recordó que tenía que ser fuerte ante la feme fatale y los dos reímos cuando su propia mujer loca y poderosa salió de la casa y le pidió ayuda con el baño, la pequeña Elise es más energía de lo que parece.
Conduje a mi apartamento mientras pensaba en como salirme de la relación de Maya porque a veces querer a alguien es dejar ir y no estoy listo para ser el amante de alguien que me gusta de una forma antes, esas cosas siempre salen mal.
En el lobby estaba esperándome. Tenía con ella un par de bolsas y los ojos llenos de lágrimas, tomé las bolsas y la tomé de la mano, me dio un abrazo y reconoció que le había dejado, pero que no fue tan fácil como ella creía Maya lloró hasta quedarse dormida en mi cuarto de visitas.
La mañana siguiente fui yo quién preparó el desayuno y ella se unió. Me rodeó la cintura con los brazos y me dio un beso en la espalda. La puerta de mi apartamento se abrió y apareció Valentina con cara de perra malvada.
—¿Qué haces abrazando a mi marido? —preguntó y Maya se le quedó viendo de pies a cabeza.
—Lo siento, Vale no, no pensé que mi hermano estuviese engañándote —le siguió Ellis.
—Tú eres Valentina y Ellis Pieth.
Valentina me vio sonriente y Ellis también.
—¿Tienes una novia?—dijeron mis hermanos menores sorprendidos.
—Estás en mi casa Valentina, lugar en el que hay fotos tuyas por todas partes—Le recordé. —Te amo y si eres la mujer mía, ehh.—Le dio un beso. —Ellis, cabronazo.—gritó en la casa.
—Hola, yo soy Maya—dijo y le estrechó la mano primero a Valentina, luego a Ellis y los dos nos quedamos sorprendidos ante el silencio en mi hermana.
—Te traíamos el desayuno porque eres nuestro hermano favorito y queríamos amarte—Dijo Valentina. —Me voy a llevar el desayuno con Ellis al parqueo.
—¿Podemos desayunar todos juntos? —propuso Maya.
Valentina asintió y Ellis fue a poner la mesa desordenada
—Emilio hay una mujer en tu camisa, muy guapa y sabe cómo me llamo, eso es preocupante —comentó mi hermana mientras me ayudaba a servir café para Ellis y se preparaba una infusión, Valentina sonrió. —Te gusta muchísimo.
—Es complicado.
—Ahh, por favor me una sola cosa importante que no sea complicada.
—No todos somos Valentina —Repliqué y le di un beso en la frente a mi hermana pequeña.
Ella y su novio tienen la relación más complicada de la historia, eso no quiere decir que esté bien que todo sea dramático y problemático, más si se trata del amor o la persona adecuada para uno.
Veo a Niza y Ellis reír y por último, Veo a Valentina acercarse. Ellos toman asiento y Maya extiende su mano hacia mí y sonríe para invitarme a acercarme a ellos. Lo hago con los dos platos en la mano y ella escucha su celular sonar antes de salir corriendo a apagarlo.
Maya y mis hermanos hacen clic de inmediato y sobre de qué conversar Ellis recientemente ha estado haciendo colaboraciones con la revista de Nacional geográfica y ha tenido la oportunidad de trabajar en lugares inigualables fotografiando, Valentina viene de hacer una campaña impresionante a favor de la belleza natural de las mujeres y ha trabajado como embajadora de una marca de productos 100% orgánicos.
—A qué te dedicas —preguntó Valentina.
—Yo soy escritora de misterio.
—Algo que hayamos leído?—preguntó Ellis.
—No sé.
—Es la autora de la serie de libros siniestra de papá.
—La de los libros gigantes que relatan de forma detallada la muerte de casi todos los protagonistas —Maya rió.
—Le gustó a tu papá.
—Mi papá Adora el misterio, está obsesionado y es preocupante que alguien que se dedica a cuidar la vida de otros esté obsesionado contigo.
—Eres un poco sociópata, te sientes bien.
—En realidad, eres preocupante.
—Estudié criminología y practico muchas artes arciales y mi programa favorito tiene que ver con muertes, así que... me va bien.
—Eres espectacular, es cierto que van a sacarte en película.
—Una plataforma de streaming, es algo nuevo, no sé, me parece loquísimo, pero por qué no—respondió alegre.
Yo comencé a recoger los paltos y Maya, Ellis y Valentina se sirvieron una segunda bebida, la cual fueron a tomar en la terraza, Maya hizo algunas preguntas sobre mí y mis hermanos dieron con locura, dejé los platos secándose y me acerqué al grupo.
—Emilio eres así siempre.
—Siempre soy el más guapo, el más inteligente y el mejor vestido, lo lamento.
—Lo puedo notar.—Dijo mientras acariciaba mi pijama de seda. —Me refería a lo neurótico. ¿Está bien? ¿Te han chequeado?
—Me gusta el orden.
—Demasiado, estás viendo este lugar.
—Creo que tienes el trastorno obsesivo-compulsivo más marcado de la familia.
—Me gusta el aseo.
Mis hermanos rieron y se quedaron una hora más bromeando por lo ordenado que soy y llegué a la misma conclusión que ellos, puede que sí tenga algo de TOC, pero, no es malo, es bueno, le hago un favor al mundo con mi orden y mis manías. Después de que mis hermanos pequeños nos dejaran a solas, ambos tomamos una ducha.
Me sentía nervioso mientras me vestía, pero, prefería conversar para sacar lo que sea que está entre nosotros. Cuando salí de mi habitación, Maya estaba recogiendo los platos y acomodando la cocina.
—Me enviaste un mensaje y a noche no podáis casi hablar, quieres intentar ahora.
—Sí... Yo... Emilio... yo, quiero intentarlo contigo y sé que es apresurado salir de una relaciona otra, pero creo que es una pérdida de tiempo si no.
—Lo dejaste.
—Lo he dejado —reconocido y me miró su mano, no había anillos.
—Las reglas y el tiempo son nuestros—Dije antes de besarla.
—Nosotros—dijo Maya mientras me abrazaba.
—Esas maletas.
—Voy a quedarme unos días en el apartamento de mi prima, está de viaje.
—Quédate conmigo. Múdate conmigo. —Maya rio y se apretó contra mi cuerpo antes de volver a besarme.