—Dices que te han violad'o? —Badra asintió. —Por las noches sucedía, no me había percatado hasta que dejé de menstruar normal y logré conseguir una prueba de embarazo. Al parecer mi padre sabía porque inmediatamente me llevó con una comadrona a que me revisaran, quería saber de mi estado, no se sobresaltó, no me regañó, como si supiera lo que me pasaba. —Es triste oír eso. Es tan deprimente como hay tantas personas malvadas por ahí, y lo peor en casos de violación, son tus mismos parientes quienes comenten delito. —Badra abrió grande los ojos al oírlo. —Te voy a ayudar, pero estoy segura que si tu padre se da cuenta que te ayudamos, se opondrá. —¿Entonces como se puede? —Badra puso cara de tristeza. —No te pongas triste, tus problemas tienen solución. —¿Si? —Zahara levantó los homb