POV ALEXANDER Dormir con tanta tranquilidad es algo que tenía demasiado tiempo que no hacía. Jess me ha dado felicidad, amor, paz y placer inmenso; despertar y mirarla a mi lado desnuda y hermosa me recuerda que estoy vivo y que tengo aún una oportunidad para conocer la felicidad. Dormía muy tranquila así que decidí no interrumpir sus sueños, su móvil tenía algunas llamadas, no quiero verme intruso al contestar, aunque puede ser algo importante, decidí tomar la llamada. - Hola, señora Esther. – Es su nana. - ¿Señora? ¡No Alex! aún no estoy tan vieja, dime Esther. – Reí de nervios. - ¿Todo bien Esther? – Es raro que llamen con insistencia a Jess, sino fuera importante no lo harían. - ¿Mi niña está bien? hoy es la junta anual, Connie y Jack la buscan por todos lados

