POV ALEXANDER
- iNo puedes obligarme!. - Solté un portazo dejando a mi padre de pie en su oficina.
25 años de edad, el número justo para que mis padres cumplan el contrato, me vendieron, si, me vendieron... es fuerte la palabra pero así ha sido.
Cuando apenas tenía 5 años ellos llevaron a la quiebra a la empresa familiar, su exceso en una vida llena de lujos los llevó a derrocar nuestro patrimonio.
En uno de sus viajes se encontraron con un hombre cruel y despiadado, Jack Collins.
Él los engatuso hasta llevarlos a firmar un acuerdo absurdo intercambiando lo más importante que tengo, mi libertad, comprometiéndome en matrimonio con su hija menor.
En los papeles que firmaron dice claramente que tengo que casarme con Jessie Collins cuando ella cumpliera 20 años, edad en la que sería la única heredera de la fortuna que su madre Elizabeth ha dejado, exclusivamente para su hija.
La cláusula más importante subraya dentro del testamento que ella tiene que contraer matrimonio legítimo, pasar un año con su esposo y solo así se le daría el control total de los bienes, de no cumplir con el tiempo mínimo establecido la fortuna pasaría a ser administrada por Jack, tres meses en matrimonio es una regla más para que ese hombre y su hija mayor pasen a ser de las personas más adineradas del país.
Mis padres cegados por su avaricia firmaron aquel contrato y ahora llegó el tiempo en que se tiene que cumplir.
- Alexander no puedes hacernos esto, solo será un año el que tendrás que pasar junto a esa chiquilla rebelde, después ella tendrá que darte la mitad de la herencia. - Mi madre me ha seguido hasta mi habitación.
- ¿Tu también madre? hemos construido nuestro propio patrimonio, bien podemos administrar los gastos, quitar uno que otro viaje tuyo y de mi padre para no carecer de cosas indispensables. - Quisiera decir que los convenceré para evadir su promesa escrita, sé que no será así y mucho menos si se trata de dejar una vida excesiva en lujos.
- No Alex no es solo eso, entiende hijo, lo que tenemos ésta a nombre de esa chica rebelde, todo se ha hecho con una pequeña parte del dinero que su madre ha dejado, si tú no cumples esa cláusula de casarte con ella por un lapso de un año, perderemos todo. - Mi madre lloraba.
- ¿Qué pasará con Jack Collins? ustedes lo están engañando haciéndole creer que me casare para pasados los tres meses me divorcie y el pueda ser millonario, algo que no será así, ustedes van por más... - No puedo creer el grado de cinismo de mis padres.
- Podemos empezar de nuevo madre. - Dije mis últimas palabras que sé no servirán de nada.
- Eso no importa, él no nos interesa... además nuestro hijo será quien tendrá que soportar a Jessie Collins. Si quieres que tus hermanos sufran, tú serás el culpable si algo les pasa. - Me ha dado justo donde más me duele, desde que mis hermanos nacieron tuvieron una enfermedad, una que aún no me queda claro cual es, cada mes los visita el médico para valorar su estado de salud, las cuentas para los medicamentos son realmente costosas nos absorben al cien por ciento.
- Pero madre, somos tres en esta familia podemos trabajar mas tiempo en la pequeña empresa que hemos formado. - Diseñador de modas es la carrera que elegí.
Realizo mis propios diseños y los expongo por todo el mundo vía online, aún soy novato pero tengo mis clientes fieles, tengo todas mis esperanzas en un proyecto que llevo desarrollando hace meses, esperaba llegar a la gala de este año a participar y lograr atraer las miradas de alguna empresa de renombre en el arte de la moda.
Ahora será imposible poder acudir, justo es en un mes, tiempo en el que estaré de luna de miel, mis padres me han explicado los tiempos y lugares donde viajaré con mi supuesta esposa, me siento un títere de todos.
- Mañana es la boda Alexander espero que no cometas una locura. - Mi madre salió enfadada.
Aventé fuerte las almohadas al armario, ocasionando un ruido inmenso que seguramente se escuchó hasta la cocina.
- Alex nos has espantado. - Mis niños lindos, si no fuese por ellos no hubiese aceptado esta locura de matrimonio.
- ¿Qué hacen ustedes escondidos en el armario? - Son traviesos, cariñosos y buenos hermanos.
- Teníamos que escuchar lo que nuestra madre te decía, si quieres podemos huir contigo, vendemos nuestros juguetes y así pagamos una casa para nosotros tres, pero no estés triste Alex. - Mis ojos se humedecieron al escuchar su buena actitud.
- Las cosas no son tan fáciles, ustedes no deben de preocuparse por asuntos de adultos. - Les hice cosquillas, ellos son lo más sagrado que la vida me ha dado.
- Alex ¿Tu futura esposa es una bruja mala como la de los cuentos?. - No hay manera de no reír con las locuras que dicen.
- No lo sé niños ni siquiera yo mismo la conozco. - Levanté los hombros con resignación.
Tenia que hacerme a la idea de que en unas horas sería el esposo de Jessie Collins, según mis informantes ella es una chica testaruda, necia, caprichosa, agresiva, sin modales.
Ahora tendré que luchar contra una chica superficial, millonaria y excentrica.
Son pocos los que la han visto en persona, todo el tiempo se la pasa viajando, derrochando el dinero que su madre dejó para que llevase una vida de lujos y excentricidades. Si ahora tiene una inmensa cantidad de dinero para malgastar, no imagino cuanto será lo que su fallecida madre le ha dejado como herencia, cosa que implica que sea mucho más arrogante.
Pocas horas logré dormir pensando en la manera de no llegar a esa boda, todo era inútil, girar y mirar a mis hermanos gemelos me hacía retractarme de cualquier mala decisión, no me perdonaría que algo les pasara por mi culpa.
Diseñé dos trajes hermosos para mis hermanos, jamás pensé que los usarían en este trágico episodio de mi vida.
- ¿Verdad que somos tan guapos como tú Alex?. - Siempre con sus ocurrencias.
- No... ustedes son mucho más guapos, me tienen que prometer que me llamarán a todas horas, me avisarán cualquier cosa que les suceda. - Les he enseñado en los últimos días a usar el móvil, solo así podré estar en contacto con ellos pues supongo me tendré que mudar con mi nueva esposa, no creo que ella decida venir a mi casa comparada con la gran y enorme mansión Collins.
- Te vamos a extrañar Alex promete que vendrás a visitarnos y vas a ir algún día por nosotros al colegio. - Nos unimos en un fuerte abrazo.
Terminé de arreglar mi vestimenta, quise usar uno de mis diseños favoritos, un smoking n***o, no es que me emocionara el casarme, simplemente no quería quedar en ridículo ante una mujer tan importante como lo era la famosa Jessie Collins. No iba a permitir que me humillara por no ser de la misma clase social que ella, se hablaban tantas cosas malas de aquella mujer que me mentalicé para lidiar durante un largo año con ella.
La hora llegó... subí a un auto lujoso enviado por mi futura nueva familia, subí con mis hermanos de apenas 6 años, sin importarme el enojo del chófer que deseaba fuera únicamente yo dentro del vehículo.
Todo es lujoso y extremo, se han gastado una fortuna en las miles de flores que abundaban por todos lados.
Mucha gente que no conocia, como era de imaginarlo mis padres saludaban a todos los presentes, se han encargado de invitar a los empresarios más importantes del País, les urgía que todo el mundo se enterase de mi boda con la hija famosa de los Collins.
Mis papás lucían increíble también les he diseñado hermosos atuendos, siempre quieren ser el centro de atención de cualquier lugar y ser vistos como grandes empresarios iQué estupidez!.
Tantas cosas se rumoran de Jessie Collins por toda la ciudad que hasta tengo curiosidad de conocer a esa joven.
Bajé del auto con mis hermanos gemelos, los sujete de la mano.
- Niños dejen a su hermano, su futura esposa se puede enojar por ser inoportunos. - Mi padre regañaba a los gemelos.
- No hay problema pueden ayudar sujetando el vestido. - Una voz dulce se escuchó detrás de mi, mi madre me llevó hasta mi lugar sin darme oportunidad de girar para conocer a mi futura esposa.
POV JESSIE
Aún recuerdo aquella vez en que mi madre murió, duele como si fuese ese mismo día.
- Señorita no se mueva que será muy difícil poder realizar su peinado. - Las chicas que Connie contrato para arreglarme me regañaban, son presumidas, altaneras y hablan como si trajeran una papa dentro de la boca, además de que seguramente cobraron una fortuna por venir hasta aquí; este tipo de gente molesta.
- ¿Saben qué? suelten mi cabello, yo sola lo arreglo, al fin es mi boda y puedo elegir lo que me venga en gana, salgan de mi habitación no necesito más de sus servicios. - Abrí la puerta para que se retiraran.
- iQué mujer tan arrogante y sin modales!. - Sujetaron sus cosas y se marcharon furiosas.
Suelo ser una chica inquieta, rebelde, no me gusta seguir las reglas, mucho menos si vienen de parte de Jack o Connie.
Durante mucho tiempo tuve que soportar los malos tratos de Jack, mi bella madre era feliz con él a su modo, aunque jamás se dio cuenta o más bien nunca quiso aceptar que solo la quería por su gran fortuna.
Cuando ella partió de este mundo mi vida se derrumbó, ella era quien me protegía, siempre fué aguerrida y muy inteligente.
Mi madre hizo que le prometiera casarme con alguien bueno, que me amara y respetara, tanta era su obsesión porque yo no me quedará sola despues de su muerte que lo dejó establecido en el testamento, como una cláusula importante.
A mí no me interesa el dinero, la posición económica, los lujos, etc., absolutamente nada de eso; si he aceptado el disparate de casarme con un extraño ha sido por no permitir que la fortuna que tanto le costó a mis padres termine en las manos equivocadas.
Sé que esta boda es un teatro, aún así estuve al pendiente de cada detalle sobre la organización del que se supone sería el día más importante de mi vida.
Mandé a traer muchas flores del enorme jardín de la casa de campo donde pasé los días más felices de mi vida, al lado de mi madre, personalmente las regaba y podaba, me gusta ayudar a mi nana.
Todo a sido como yo lo pedí y soñé, sin contar al novio, eso es algo que me tiene con mucha preocupación, he mandado a investigarlo.
Alexander Spencer, hijo de Marie y Jacob, ambos padres son unos obsesivos por los lujos, altaneros y petulantes... algo así como Jack y Connie los cuales supongo se llevarán de maravilla por sus excentricidades.
Es un hombre de 25 años, seguramente es superficial e interesado, nadie acepta casarse sin siquiera conocer a su futura esposa, eso quiere decir que solo le interesa el dinero.
¿Acaso nunca podré tener a gente leal junto a mi? solo se acercan por tener una posición económica alta. Afortunadamente tengo a mi nana ella es la única fiel amiga en quien yo confío, después de la muerte de mi madre ella se convirtió en una segunda mamá para mí.
Terminé de arreglarme. Dejé mi cabello suelto tenía ondas naturales, un maquillaje sin ser cargado para no parecer falsa.
Lo que más me agradó ha sido el vestido de novia, amplio como si fuese una princesa; escote en forma de corazón, mangas delgadas, sutiles y elegantes, por la parte trasera tenía un escote pronunciado en forma de "v" hasta la cintura baja y una falda grande la cual probablemente estorbaría a cada paso que daría, el velo que cubriría mi rostro y peinado tenía bordados de lindas flores, quizá sea infantil haber colocado ese diseño, cosa que no me importa, la naturaleza es de mis cosas favoritas.
Lágrimas querían salir de mi... realmente luzco linda, hubiese dado todo porque mi madre estuviera aquí conmigo y porque esto fuera real, que ésta emoción que siento al verme vestida de novia la pudiese compartir con quién sería mi esposo. Gritos me sacaron de mis pensamientos.
- ¿Tú qué haces aquí? ¿Acaso no entiendes que nos ofende tan solo tu presencia? y ya ni hablar de tu vestimenta. - Connie le gritaba a mi nana.
- ¿Qué está pasando aquí?. - Inmediatamente baje, atrayendo las miradas de todos, quedaron sorprendidos al ver lo espectacular que luzco.
- Jessie mi niña te vez hermosa. - Mi nana corrió a abrazarme.
- No la toques, puedes ensuciarla con tus asquerosas manos. - Connie intento jalar a Esther para alejarla de mi.
- Ni se te ocurra maltratar a mi nana frente a mi porque juro que lo lamentarás. - Tomé fuerte el brazo de Connie empujándola logrando que cayera al piso.
- Eres una salvaje Jessie, no entiendo cómo te he soportado tanto tiempo. - Fue gracioso ver cómo se acomodó su horrendo peinado y se marchó para acusarme con su padre.
Del brazo de mi nana salí para dirigirme hasta donde firmaría el inicio de uno más de mis martirios, mi nuevo esposo.
Había tantos invitados que murmuraban sobre nuestra boda, algunos se preguntaban ¿Desde cuándo el tal Alexander y yo nos conocíamos? ¿Por qué la boda tan repentina? otros más miraban mi abdomen para corroborar un embarazo iQué gente tan curiosa!.
Caminé lentamente simulando felicidad mostrando una enorme sonrisa, sin que imaginaran que por dentro lo único que quería era salir corriendo de este lugar.
¿Y si mi futuro esposo es un golpeador y enfermo s****l? Miles de cosas malas y feas pasaban por mi mente.
- Niños dejen a su hermano, su futura esposa se puede enojar por ser inoportunos. - El padre de Alexander a quien ubicaba perfectamente gracias a sus tantas apariciones en las revistas de la socialité regañaba a dos hermosos gemelos.
- No hay problema pueden ayudar sujetando el vestido. - Mi nana me ayudó colocando a ambos niños por detrás de mi para que sujetaran mi vestido.
Ahora sí... cómo una triunfadora caminé hasta donde me esperaba mi supuesto prometido, temblaba de los nervios.
Llegué frente a Alexander Spencer, su madre lo sujetaba del brazo, mi rostro se cubría perfectamente por el velo. iPero que hombre tan guapo! dije en mi mente.
Tez blanca, alto, quizá 1.85, ojos negros profundos muy expresivos, cabello castaño ondulado, hoyuelos se marcaban en sus mejillas, inmediatamente se le marcaron, es lógico que está tenso, es fuerte se ve que le gusta ejercitarse.
¿Que cosas habrá detrás de este hombre tan perfecto? porque es lógico que él físico tan agradable no siempre es sinónimo de una buena persona, seguramente se aprovecha de su físico para obtener el dinero de otras chicas como yo, que se puede esperar de un Spencer, simplemente que tenga ese tipo de modales que sus padres le han enseñado.