La entrevista.

1003 Words
Asustada y nerviosa me vestí rápidamente, no quise mirar ni siquiera a mi alrededor, solo sabía que debía salir rápidamente de allí, estaba teniendo una crisis de nervios, pensaba dentro de mí que estaba realmente loca, ¿cómo es posible que yo me haya acostado con un desconocido?. Salí corriendo de aquel lujoso hotel, llegué a la casa en la que vivo con mi hermano al rededor de las seis de la mañana, me sentía muy ansiosa pero no podía detenerme, tan solo en dos horas tendría una entrevista de trabajo, y no puedo darme el lujo de perder esta gran oportunidad. Tomé una ducha reparadora, no podía olvidar que amanecí en la cama de un desconocido, me siento terrible, debo llamar a Amelia para que ella me explique lo sucedido, pero será después que regrese de mi entrevista de trabajo. Al rededor de las 7:50A.M estaba en el banco internacional Viccini, para mi sorpresa habían otras tres personas que esperaran obtener el mismo puesto por el que yo iba. —Buenos días a todas, el señor Viccini las va a recibir personalmente, así que por favor síganme a la sala de reuniones— Dijo una dama elegante con una voz suave y amable. Todas nos levantamos y fuimos detrás de ella, al entrar habían cuatro sillas que tenían nuestros nombres, había mucho orden. —El señor Viccini vendrá en unos minutos, discúlpenme que no me presenté, mi nombre es Loren y soy la recepcionista— Después de presentarse se retiró de la sala de reuniones. Unos cinco minutos después el gran hombre entró a por esa gran puerta, vestía un traje azul marino, tenía ojos color marrones, sus manos se veían delicadas, ¿Quién no querría trabajar con ese gran magnate? —Buenos días jóvenes— Dijo al tomar asiento. —Buenos días señor— Respondimos al mismo tiempo. El gran jefe levantó la mirada y por unos momento nos observó una a una, hasta llegar a mi y mostrarse un poco asombrado. —Mi nombre es Camilo Viccini, Soy el dueño de este banco internacional, estoy buscando a una asistente para que lleve mi agenda y además que esté interesada en aprender y adquirir conocimiento en este ámbito laboral— Fueron sus palabras, su voz era divina, escucharlo era como el mejor poema compuesto del mundo. Me quedé flechada por ese hombre, creo que era el hombre de mis sueños, todas las noches soñaba con alguien semejante a él, tengo que decir que creo en el amor a primera vista, me he enamorado de su voz y sus ojos. —Por favor necesito que en el mismo orden que están sentadas me hablen de ustedes y sus estudios y a eso agreguen la razón por la que quisieran trabajar en esta empresa.— Dijo con amabilidad pero con mucha seriedad y profesionalismo. —Buenos días señor mi nombre es Catrina, tengo treinta años de edad, y soy graduada de la carrera de contabilidad, me gustaría trabajar para usted para poner mis conocimientos a prueba, además de que le vendría bien a este banco una persona como yo, ya que soy muy competitiva— Finalizó en expresar sus palabras, Camilo anotaba mientras ella hablaba. —Buenos días señor Viccini mi nombre es Grecia, estudié administración de empresas, tengo veinticinco años de edad y me interesa trabajar aquí porque sé qué hay un salario competitivo— Culminó en decir la numero 2. —Buenos días señor Viccini, mi nombre es Ericka, soy contadora, he hecho muchos cursos referente a mi carrera, me gustaría trabajar para usted porque es una empresa de prestigio— Respondió la numero tres. —Buenos días señor, mi nombre es Anastasia Douglas, tengo veintitrés años de edad, y soy estudiante de economía, pronto me voy a graduar con buenos honores, creo que la única respuesta al interés que tengo en trabajar aquí es por conocimientos y sobre todo tener experiencia, mentiría si no digo que también hay un interés económico, además es increíble el prestigio que tiene la empresa, ¿A quién no le gustaría trabajar para usted?— Finalmente pregunté con un poco de nervios, Camilo estaba muy atento a mi respuesta. —Gracias por expresarse ante mi, ahora por favor le voy a pedir que la número dos se retire, no creo que sea lo que estoy buscando— Dijo sin ninguna anestesia Camilo. —Gracias por la oportunidad— Respondió la joven y luego se retiró. —Por favor también la numero tres puede retirarse— Continuó diciendo. —También le agradezco la oportunidad— Respondió la joven y luego se retiró. —Entre ustedes dos, es obvio que me quedo con la numero uno… No entiendo como una persona que aún no es profesional puede venir a esta empresa, su curriculum no es agradable para mi, así que por favor le voy a pedir que se retire— Dijo Camilo desde su asiento, en ese momento me miraba a los ojos mientras trataba de destruir con sus palabras. —Señor no le doy el derecho de que me hable de esa forma, yo soy una mujer joven que ha tenido muchas dificultades para estudiar, y estoy en término, en pocos meses voy a graduarme, tengo más conocimiento que cualquiera, y soy una mujer muy responsable, así que señor Viccini no debería poner etiqueta a una persona sin antes probarla, con su permiso, me retiro— Respondí con altura pero enojada. Salí de la oficina un poco alterada, ¿cómo era posible que me dijera todo eso, es un hombre muy cruel. Mientras caminaba por la calle tomé mi celular y le marqué a mi mejor amiga para contarle lo sucedido. —¿Cómo estas Amelia? No sabes lo que me pasó, necesito verte para contarte, ¿estás en casa?— Pregunté sofocada. —Estoy en casa, aquí te espero— Se escuchó a Amelia responder. Después de aquel trago amargo, tomé un taxi y fui directamente a casa de mi mejor amiga Amelia.
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