40. Una boda digna de la hija de un Conde (1)

1425 Words

Me estoy volviendo paranoica. Susana y Casandra rara vez salen de la mansión, pero hoy se ofrecieron a ayudarnos a cortar las rosas antes de enviarlas a la florería, ellas me miran levemente mientras las tres fingimos que hacemos un trabajo decente. Gracias a la diosa por el señor Rómulo o me quedaría sin tienda. – Deberíamos ocupar todo ese lado y sembrar flores más pequeñas como margaritas o nube blanca – Ágata mira la extensión del jardín donde se encuentra el kiosco – respetando las mesas, por supuesto. El lugar donde el General y Bela tuvieron esa cita. – Si desaparecen entre las flores no lo lamentaré. Hubo algunas risas. Maurice eligió este mismo día para lavar la ropa y ya tropezó tres veces por lo que está relavando sábanas que ya estaban lavadas. Quizá si estoy un poco pa

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