— Eres tan fresco y descarado— dijo Sylvia. El la miró con cara de inocencia y respondió: — ¿Por qué? Solo te digo que no pienso dormir con ella, en esta casa— dijo él. — Entonces, me imagino que si piensas dormir con ella, eso significa que pueden haber coqueteos y manoseos delante de los niños— dijo Sylvia— y no voy a tolerar faltas de respeto. — Te aseguro que me voy a controlar a Deborah frente a ti y de los niños— dijo Hafid. — ¡Quiero que entiendas que a mi no me importa con cuantas mujeres duermas!— dijo ella— pero acá yo represento a tu esposa y soy la madre de tus hijos, se va a ver muy feo que estés dando espectáculos ante los empleados y mis hijos. — Ya te dije, que voy a controlar a esa chica, quién es la que me tiene ganas— dijo él— no tienes porque enojarte, aun no

