Eliana Después de sus promesas vacías, ambos salimos de casa rumbo a la cena. Durante el trayecto, voy repasando lo que ya tengo planeado, debo ser cuidadosa si quiero que esta vez funcione. Álvaro está tranquilo, le dejé muy claro que creo en sus palabras. Luce tan feliz y relajado, no imagina que pienso dejarlo y nunca más volver a saber de él. Al llegar al lugar, con la mirada comienzo a buscar las salidas de emergencia, los baños y puntos donde pueda esconderme en caso de que él se de cuenta de lo que pienso hacer. —Buenas noches—Saluda una vez que llegamos a la mesa, la pareja que nos estaba esperando, se levanta de su asiento y nos saludan, uno a uno. Realmente no le presto mucha atención a su aspecto, solo son dos personas que nunca más volveré a ver en mi vida. —Ya hemos orde

