La vida es una y siempre hay que celebrarla por cualquier cosa, esa era el lema de mi vida, por eso amaba ir a fiestas, hasta altas horas de la madrugada, y estar con cualquier chico que me plazca, no era la típica chica de todas las historias, que era frágil, miedosa, bulímica o anoréxica, ni tenía una baja autoestima no, yo no era así, era todo lo contrario, era una chica mala, si mala, me gustaba llevarle la contraria y jugar con todo el mundo , siempre hacia todo lo que quería, donde sea y cuando sea ¿Quién me podía decir que no? ¡Nadie! ¡Nadie se atrevía a decirme que no!
Mi padre siempre le sacaba canas de todos los colores que existen, con cada cosa que hacía siempre me ponía algún guardaespaldas ¿Porque lo hacía? Pues simple él era uno de los Empresario más importante de todo Estados Unidos, eso significa que somos gente de mucho dinero, que también significa mucha gente desea hacernos daño para obtener nuestro dinero.
Era demasiado fastidioso tener una sombra las veinticuatros horas del día, por eso siempre buscaba la manera de hacer que dejaran su trabajo, no me gustaba que nadie me dominara así era yo Adrianne Rowling no se dejaba dominar de nadie.
(....)
Era de noche, y era sábado, lo que significaba que hoy iba a ir a una fiesta, ya había estado con mis amigas, a donde iríamos, ellas me pasarían buscando como siempre, y como siempre yo me iba a escapar, papa odiaba que yo fuera fiesta hasta altas hora de la madrugada, pero como ya había dicho no dejo que nadie me diga lo que tengo que hacer.
Estoy en mi habitación, estaba terminando de pasar unos mensajes a mis amigas, así que dejo el teléfono en la cama, me levanto y voy hacia el armario, estoy viendo todos mis vestidos, tenia de toda clase, pero hoy quería poner algo que llamara la atención de los chicos, voy pasando cada vestido que tengo, hasta que paso uno que llamo mi atención, era el indiciado.
Ya luego de haberme duchado, de haber escogido la ropa interior, y habérmela puesto, me pongo mi vestido n***o de encaje y de mangas, era precioso, no era muy largo el vestido no llegaba ni a la rodillada, solo cubría lo necesario.
Lo combino con unos zapatos de tacón de aguja del mismo color, mi pelo iba suelto en ondas como a mí me gustaba mi cabellera dorada, mis ojos iban sencillo me los había delineado en la parte de abajo, así resalta más el color de mis ojos , que es azul, un azul intenso, mis labios iban de color rojo pasión, amaba ese color.
Agarro un bolso donde hecho todo lo importante, mi identidad, que no es falsa, ya tengo veintidós años de edad, mi teléfono, cargado por si acaso y unos que otros condones, ya lista me miro al espejo y no pude evitar lanzarme un beso a misma, iba jodidamente guapa, todo se veía bien mis piernas, mis senos, y mi trasero cualquier hombre se volverá loco por mí.
Salgo de mi habitación, miro por el pasillo de esta no veo a nadie, y salgo con los tacones en la mano para no hacer ruido, seguro se preguntarán ¿Dónde está mi guardaespaldas? Hice que renunciara, le hice la vida de cuadrito toda la semana, no soporto, y se fue, Jimmy era su nombre.
Llego al jardín de la casa, era una mansión donde vivía, unas de las mejores de New York, llego a la pequeña puerta que allí, salgo por allí, gracias a Dios existía esta puertita, era la única vía de escape que tenía para huir en las noches, bueno también mi hermano, Tyler era mayor que yo, por un año también era un total desastre como yo.
Tyler era todo lo contrario a mí, yo era rubia, y él era pelinegro, de ojos color marrón claro, su piel era morena, mi hermano era muy atractivo, pero también muy play boy.
Él se había ido de fiesta el viernes y aún no ha llegado, imagínense como es, veo el Audi R8 de mi amiga Maya parado en la otra cera de la calle, me voy caminando lo más rápido posible hasta allí, abro la puerta y me monto en la parte de atrás
- Al fin - dice Maya, que iba de piloto -
- Adrianne - dice Malia -
Maya y Malia eran hermanas, no eran gemelas, la gente solía pensar eso que ambas eran gemelas, ya que se parecen mucho.
Maya era mayor tenía veintitrés era blanca de pelo n***o y ojos azules y Malia veintidós era morena de ojos marrones oscuros, eran mis mejores amigas, desde que estábamos en pañales, éramos solo nosotras tres.
- Chicas - digo con una sonrisa en mis labios.
- ¡Hoy toca olvidarnos hasta de nuestro nombre! - Dice Malia -
Malia había terminado con su novio esta semana, luego de tres años de relación, así que ya entienden la urgencia de una fiesta.
Maya y yo empezamos a reír como locas, por el comentario de Malia, ella no era muy de beber, pero ya vemos que el despecho pega.
Luego de eso nos pusimos a hablar de cualquier tema, íbamos a ir a una Disco nueva que iban a inaugurar hoy.
-Por cierto, Adrianne - dice Maya - Charlie regreso, y lo primero que hizo fue preguntar por ti, quiere saber de ti, que regreso para que retomaran su relación de nuevo - dice ella - Me lo encontré en el centro comercial - dice -
No pude evitar poner los ojos en blancos ¿En serio había vuelto? Pensé que ese cabron nunca iba a volver.
Charlie Pietro mi ex-querido novio, el perro e infiel novio que tuve cuando recién cumplía mis dieseis años, duramos tres años, pero lo dejamos por su culpa, lo encontré follándose a una puta en un nuestro departamento ¡Que cabron! Desde ese día prometí que no volvería caer en la red de un hombre.
Él se fue a su país natal que es Italia luego de que termináramos, porque obvio le conté a papa, ya que él tenía negocios con el papa de Charlie, que también es una familia adinerada, entonces el papa del perro infiel lo mando de vuelta a Italia, pensé que más nunca iba a oír su nombre.
-Nunca volveré con ese cabrán - digo - No se merece una segunda oportunidad - digo -
-Así es amiga los hombres infieles no se merecen segunda oportunidades - dice Malia -
Justo usando le iba a respondedor a mi amiga Malia, un carro de la nada impacta con el de nosotras, haciendo que el carro de una vuelta.
De pronto sentí que todo se volvió n***o de un momento a otro.