BLACK.

CAPITULO 2.

Sentía que mi cuerpo dolía a montón, como si me hubiera pasado un tractor o camión encima de mí, escucho un ruido un pitido trato de abrir mis ojos como puedo y cuando los tengo medio abierto veo alguien parada frente a mí, era un hombre, alto, blanco.

Abro mejor mis ojos para verlo mejor, además de blanco, tiene el cabello color castaño oscuro, tenía una mirada seria, sus labios estaban en una línea recta, cargaba un traje n***o, camisa blanca y corbata a juego con el traje ¿Quién demonios es este tipo?

Dejo de mirarlo, para ver donde estoy miro bien el lugar, una ventana, un monitor, algo de suero, y caigo en cuenta que estoy en un Hospital, el accidente fue grave entonces, vuelvo a mira al hombre desconocido que está en la habitación conmigo entonces como puedo hablo

- ¿Quién demonios eres? - pregunto -

Mi garganta estaba seca, y me ardía demasiado, él no me respondió mi pregunta, se está haciendo el difícil, no me estaba agradando ni un poco este tipo.

- Estoy hablando contigo - digo - No me puedes ignorar, soy Adrianne Rowling - digo -

Sigue sin decir nada, y me ardía aún más mi garganta, Necesito agua para poder hablar mejor, y este idiota nada de que me hablaba.

- ¿Me puedes dar agua al menos? - digo molesta -

Odiaba que me ignoraban, la única que podía ignorar era yo, más nadie.

Veo como él se mueve, va hasta una mesita que está cerca de mí, donde hay una jarra con agua y un vaso, él sirve agua en él y luego me lo pasa lo agarro como puedo, y llevo el vaso hasta mis labios y doy un sorbo demasiado largo diría yo.

Mientras tomo agua, miro mejor al tipo, no sé ve nada mal en traje, hace que se vea muy atractivo, no tiene barba, su pelo iba perfectamente peinado.

Dejo de tomar agua y le entrego el vaso, él lo agarra, lo pone donde anteriormente estaba, luego vuelve a donde estaba al principio que lo vi.

Pasan los minutos y ninguno habla, ya me estaba hartando del silencio, cuando iba hablar, la puerta se abre dejando ver a mi padre, en su rostro reflejaba que estaba molesto, seguro lo que haya pasado, lo hizo molestar y mucho, está solo no está con su estúpida esposa, mi madrastra Sophie

- Veo que por fin despiertas Adrianne - dice el -

- Hola Daddy - digo con mi mejor sonrisa de niña buena -

Él se acerca a donde estoy yo, pero no se pone tampoco muy cerca, me mira serio sé que en cualquier momento iba a colapsar.

- ¿Qué demonios te pasaba por la cabeza cuando saliste anoche? - dice - ¡¿Cuantas veces tengo que decir Adrianne que no salgas de noche que es peligroso ?! - dado - 

Ups creo que alguien ya colapso, el cómo siempre colapsaba de esta manera, y no le importaba quien tuviera a su alrededor, lo único que le importaba era gritarme.

- Papa no pasó nada malo, aquí estoy bien - digo como si nada -

El suspira y no dice nada, pasa sus manos por su rostro, se notaba cansado, creo que la edad la edad le está pasando factura.

- Adrianne fuiste la única que resultó gravemente herida y sigue en el hospital - dice - Maya y Malia tuvieron varios golpes, tuvieron aquí medio día, tu llevas un día completo aquí - dice el -  

Oh bueno eso cambia las cosas

- Pero eso ya no pasara más - dice y me le quedo mirando - Porque ahora tendrás un guardaespaldas nuevo, y este si será definitivo - dice serio -

Si por cada vez que oigo eso me dieran un dólar, sinceramente seria rica, el doble que Papa.

- ¿Dónde está? - pregunto con cierto enojo-

- Oh es el - dice señalando al hombre que está en mi habitación - Axel Lenher, tu nuevo guardaespaldas y no habrá nada que hagas que lo despidas, porque yo mismo lo investigue y está limpio - dice el -

Se sentí en ese momento que la sangre me hervía como nunca ¡Esto no podía ser cierto!

Patrick sabía muy que yo podía investigarlo y buscar cualquier trapo sucio que tuviera para amenazarlo y hacerlo que renuncie, por lo visto se me adelanto.

-No le doy un mes - digo - No durara mucho tiempo, eso te va demostrar que no necesito a nadie que esté detrás de mi culo - digo molesta -

-Oh Hija yo que tu no cantaría victoria tan pronto - dice Papa mirándome desafinadamente - Axel no es como tus anteriores guardaespaldas, él es diferente - dice -

Suelto un bufido y luego una pequeña risa, él siempre decía lo mismo con todos ya la final yo siempre tenía la razón sobre estos.

- ¿Cuántas veces haz dicho eso y yo siempre tengo la razón? - digo - Muchas Papa, así que veremos quien tendrá la razón esta vez, tu o yo - digo -

-Ay Hija, como me gustara ver como se te bajan esos humos que tienes - dice el con una sonrisa de lado -

Le devuelvo la sonrisa, él y yo éramos tan iguales.

-Esos humos que tengo son gracias a ti Señor Patrick Rowling - digo con una sonrisa - El apellido Rowling pesa mucho - digo -

Papa y yo éramos caracterizados por tener grandes egos, éramos muy iguales en esa parte, siempre queríamos humillar a los demás con lo que teníamos.

-Y tú sabes muy bien como cargar con el - dice Papa - Espero que te lleves bien con el Señor Lehner Adrianne, porque si no te enviare a otro país - dice el -

Trago fuerte, Papa nunca había usado esa amenaza conmigo, el siempre usaba otra amenaza, pero no eso, miro a Axel que me miraba con una sonrisa en sus labios.

¿Qué cojones le pasaba a este tipo? ¡Nadie se podía reír de mi nadie! Ya veo que vamos empezando mal.