5 Lexi Era lo suficientemente guapo. Cabello claro, ojos claros, mandíbula marcada, presencia imponente. Al principio estaba halagada, porque era raro que un chico me mirase dos veces. Pero ¿este? Parecía más que solo un chico. Su atención se volvió algo desconcertante porque la mirada era oscura, casi intimidante. No sentí calidez en ella. Él no era el hombre con el que había soñado. Lo sabía muy en el fondo. Debí sentirme halagada de que me prestase atención, pero no me gustaba. Me hacía sentir inquieta. Y a mis amigas también, pues cada vez que se nos acercaba, nos íbamos a otro lado. Todas estábamos inquietas. Las doce. Podíamos hablar sobre lo que estaba pasando hasta perder el aliento, pero hasta que la oficiadora comenzara con el evento, con nuestra primera reunión con los hombre

