Leslie conoció a su hermanastro cuando tenía 8 años y tuvo que vivir en la casa del nuevo esposo de su madre, sin embargo, nunca imaginó que terminaría relacionada por algo más que simple parentesco legal a su hermanastro Fernando.

Todo era parte del plan, era simple, obtener la confianza del reino enemistado para poder derrotarlo por completo y hacerse la nación más fuerte del continente y más allá; deseaban poder y riquezas de todo tipo. Era una tarea sencilla, con el nuevo gobernante siendo un blandengue incrédulo solo era cuestión de dialogar para llegar a ese acuerdo. Cuando pudieran recuperar energías atacarían. Nada podía fallar. Con lo que nadie contó fue que el príncipe se obsesionaría con una de las mujeres del lugar, debía tenerla a como fuera lugar, deseaba tenerla como esclava pero al descubrir que la chica era la hija bastarda del regente local; las cosas se volvían más sencillas. Si deseaban la paz solo debían de dar su mano en matrimonio. Quién diría que ese pacto haría que todos los planes se vinieran abajo.