solo soy una chica normal, me encanta leer y escapar de la realidad a mundos imaginarios donde puedo resolver un misterio, enamorarme o cualquier cosa que pueda pasar.
Ahogo mi cara en la almohada y grito lo mas que puedo intentando descargar algo de mi frustración, enojo y repulsión, las últimas 24 horas han sido una comedia romántica y una de muy mal gusto.
Hace apenas unas cuantas horas me transforme por primera vez, mi loba es hermosa con pelaje rojizo y ojos amarrillos, corrimos un rato por el bosque disfrutando del pasto, la tierra y los nuevos olores que mi nariz era capaz de descubrir me sentía libre y feliz.
Para celebrar mi transformación mis padres realizaron una pequeña fiesta en la cual el alfa asistiría, y todo se fue al caño. Durante la fiesta me llego el olor mas rico y delicioso de todos, era el olor de tierra mojada y madera de pino recién cortada.
Mi loba lyka, no paraba de gritar por encontrar a nuestro mate y adivinen quien resulto ser, el mismísimo alfa Dereck, quien tiene un cabello plateado y los ojos azules mas hermosos que nunca había visto junto a un cuerpo totalmente trabajado, mi loba solo ronroneo pensando en tocar esos músculos.
¡No! Basta cabeza recuerda el está casado e incluso tiene hijos, aunque pensara eso ahora todos en la manada saben que yo soy su mate y eso como paso bueno resulta que el lobo del alfa me reclamo frente a todos.
Ahora la cereza del pastel, hoy en la mañana llego la citación de los ancianos, hoy mismo tengo que presentarme para solucionar este problema, nunca pensé estar frente a los ancianos de la manda se supone que solo vas con ellos cuando has cometido algún crimen.
-¡Porque la diosa luna me odia!- grite con todas mis fuerzas en la almohada