Soy Génesis, pero me gusta escribirlo con “J”, me gustan las papas fritas con queso y tengo 24, adoro leer y siento que se me da eso de escribir, aunque a veces no lo haga tan bien.
-¿Crees que podremos durar toda la eternidad?-Me temo que nos desapareceremos atrás del tiempo.-Entonces disfrutemos mientras dure. ¿Confías en mi? -Más que a mi mismo.
-Pensé que eras más inteligente, estoy avergonzado de ti.- Mis lagrimas no dejan de caer mientras me obligo a mirarlo, necesitaba que sintiera el odio que estaba sintiendo por él en estos momentos.
-No se de que hablas.
-¿Crees que no se que fingías? Cariño yo soy el dueño de este juego, me rio, juego y me entretengo contigo.- Sus labras se clavan en mi pecho y quiero salir corriendo.
-Me mentiste en la puta cara, me dijiste que era el único que estuvo contigo, pero se toda la verdad, ya no significas nada para mi, tus toques no son nada para mi.- Asiento mientras la sangre se me va subiendo toda a la cabeza, comienza a palpitar y el único deseo que tengo es de encerrarme en una habitación y no salir nunca más. Lo miro una última vez, aquellos ojos ya no eran los que alguna vez había conocido.
Javadd se mete al baño y cierra la puerta de un golpe, aprovecho para salirme de la habitación sin mirar atrás, no pienso volver.
Al final para él era eso, un entretenimiento.