Los Lores B son un grupo de hermanos, tienen la peculiaridad que todos poseen títulos nobiliarios, desde un barón hasta un duque, pues su madre se casó siete veces y a todos sus esposos les dio un heredero, por lo cual son una familia influyente y de renombre. El enigmático Conde de Blakewells es un misterio para la alta sociedad, y aunque es parte de los famosos Lores B, siempre procura alejarse de la atención y las habladurías. Tras la muerte de su primera esposa decide abandonar la capital con su heredero recién nacido, para criarlo lejos de los ojos feroces y las lenguas afiladas de la alta alcurnia. No obstante, el llamado de su hermano mayor lo hace retornar a Londres, donde un percance muy concurrido revela su regreso y lo pone en discordancia con una joven dama de la cual no sabe nada. Por otro lado, Evangeline al borde de la desesperación busca refugio en la casa de su tía, la Marquesa de Rauscher, no quiere caridad ni mucho menos, pero las circunstancias la llevan a escapar de su familia y aceptar el puesto de acompañante de su prima, Lady Amelia. No quiere llamar la atención y por supuesto que no pretende entrar en sociedad, pero al ser la salvadora de un bebé que casi se ahoga en el Serpentine conoce a un hombre que la exaspera en cantidades inexpresables. ¿Podrán llegar a un acuerdo?

Benedict, Lord Biraynolds se siente muy triste tras la muerte de su mejor amigo, pero este le deja una misión importante, debe encontrar a la persona que suplirá su puesto como Conde de Knightmoore y tiene una fecha limite antes de que todo se vaya al traste. Al encontrar al heredero del condado, el susodicho viene en compañía de su hermana menor que no estaba en los planes. Y así, él se convierte en el tutor de ambos, por una parte debe convertir al joven en un lord y por la otra, debe conseguirle un esposo a la dama antes de que sus deseos por ella aumenten aún más.

Luego de cortejar a Lady Caroline por dos meses, con quien estaba destinado a casarse prácticamente desde su nacimiento, Edward, el Marqués de Wrightwood, se entera que ésta escapa y se casa con otro hombre, el padre de la fugitiva reclama por el contrato que se firmó por ambas partes hace muchos años y Edward termina casándose con Lady Cassandra, que tan sólo tiene 15 años. Decide dejarla viviendo en las afueras de la ciudad, para que termine sus estudios con clases particulares, por lo menos hasta que cumpla 18 años… pero el tiempo pasa y luego de cinco años, Edward se entera de que su hermano, quien se enlisto en el ejército, está desaparecido y decide regresar en busca de su esposa porque necesita un heredero, sin más comienzan a llegarle cartas con extraños mensajes para conocer el paradero de su hermano, que lo llevan a Londres. Por otra parte, Cassandra no pasó cinco años de su vida sola y mantiene una amistad demasiado cercana con un conde demasiado apuesto.