"La edad es solo un número" Excusó Andrea, cuando a sus treinta se enamoró de un chico de veintitrés.

Fernando podía aceptar ser culpado por un crimen que no cometió y afrontar una sentencia de muerte, con lo que no podía vivir era con el hecho de que Sofía, le pidiera el divorcio. Sofía le había pedido el divorcio tras lanzarle aquel adorno de porcelana fina y él estuvo de acuerdo. Si embargo, más tarde, a solas en su habitación debió admitir que el “Crack” que sonó en el piso fue el de su corazón rompiéndose, porque él todavía la amaba.

¿Imaginas despertar un día en un país extraño y enterarte de que debes reemplazar a una hermana gemela de la que nunca supiste? Jordan ha sido secuestrada y ahora es obligada a hacerse pasar por Jennifer. Mientras descubre que nunca fue huérfana y revela distintos secretos encuentra a Alexander, un hombre casado del que no podrá alejarse tan fácil. Sobre todo si él tampoco está dispuesto a apartarse y busca dejarse la piel en cada beso que le da. ¿Cuánto tiempo más podrá pasar siendo Jennifer? ¿Cómo puede nacer el amor en una situación como esa?

Cuando por fin estaba a punto de olvidar a un amor no correspondido, apareció ella, la ex mujer de su enemigo. Alonzo estaba cansado de cometer un error tras otro, primero se había enamorado de la esposa de su mejor amigo y ahora parecía presentar algún tipo de atracción por la ex mujer de uno de sus mayores enemigos. Dejar ir el amor la primera vez fue una buena decisión, la segunda era un error.

La mejor estrategia para vengarse del enemigo, era robarse a su mujer. Para destruir a su enemigo, Angelo tenía quitarle lo que más adoraba en este mundo, su prometida. No contaba con que ella fuera diferente a todo lo que imaginó.

¡Le habían quitado al hombre que tanto le costó robarse! Por si no fuera poco, ese hombre se había convertido en su cuñado y ahora era feliz junto a su hermana menor. Lo peor de todo era que ni siquiera podía odiarlos porque de esa unión había nacido lo que alegraba sus tristes días: su sobrina Luciana. El Karma no la dejaría ser amada y lo entendía, había hecho mucho daño en el pasado. Esta vez estaba centrada en darle todo el amor y atención a la pequeña, sin importar que eso la obligara a pasar más tiempo con aquel pediatra creído y tremendamente guapo a cargo. Marcela no tenía esperanzas de redención, hasta que se peleó por primera vez con Ethan Maroni.