TRAICIÓN

1330 Words
ESCRIBIR PARA USTEDES ES UN PLACER Y UN PRIVILEGIO Y HONOR QUE ME LEAN!! En un departamento de una zona exclusiva de Inglaterra se encontraban dos amigas discutiendo un tema algo delicado —Amiga ¿estás segura de lo que vas a hacer? —Si Mire, lo estoy, Lalo a esperado tanto. —Ayy amiga —Mire lo amo —Yo sé, pero tú te has guardado tanto, digo apenas cumpliste los dieciocho, pero…¿ no se te hace pronto? —No Mire, llevo con él desde el año pasado que nos conocimos en el antro. —Al cual no debiste ir —Sí, ya se que ese día me súper maquillé y use la identificación que consiguió JJ, ya no te enojes Mire, déjame ser feliz y hacer feliz a Lalo —No, si no me enojo Débi, tu sabes que yo no confío en Eduardo, es tan… —Mire el me ama, yo creo que son tus celos de amiga, mejor me voy , no me esperes —¿Te piensas quedar con él? Débora guardo silencio y solo elevó los hombros para restarle importancia a su decisión. —Ayy Débi, de verdad deseo que tú decisión sea la correcta. —Mire, es solo sexo. —¿Tu diciendo que es solo sexo? La niña mimada, la santurrona, la que se pensaba guardar hasta el matrimonio, la señorita bien portada, la nerd, la señorita Débora Morán Rangel la correcta, la…. —YA YA YA YA párale amiga, es de sabios cambiar de opinión. —Esta bien, haz lo que creas correcto, solo por favor usa protección. Débora corrió y abrazó con mucho cariño a su mejor amiga. —Gracias señorita Mireya, por preocuparse por mi siempre, claro que me cuidaré. —Ok, recuerda que un bebé te saldría barato comparado con una enfermedad de transmisión s****l Débi —Sí Mire, ahora me voy, deséame suerte. —Que te vaya bien negrita. —Gracias Negrita era apodo cariñoso que le puso Mireya a Débora fue por que Débora conoció una modelo de piel muy obscura y quedó enamorada de su color de piel y dijo que a ella le hubiera encantado tener ese color de piel y lo dijo muy enserio, ella era de piel apiñonada, una chica de rasgos hermosos, era una niña alta, con unos cuantos kilitos de más según algunos dirían, pero ella era feliz no era talla cero pero tampoco usaba talla plus, lo que tenía lo tenía bien puesto, la sonrisa que siempre iluminaba su rostro era su sello personal, tenía el cabello muy lacio, castaño hasta media espalda y le encantaba andar a la moda, siempre hacia la diferencia con su peinado, o un pañuelo o alguna prenda que la hacía diferente a las demás, tan distinta, pero a la vez todas copiaban su estilo a veces Coquette a veces roquero y otras formal, el día de hoy decidió ir muy sexy a encontrarse con Eduardo su novio, pues se entregaría a él en cuerpo y alma. //////// —Te amo tanto Lalo —Y yo a ti princesa mía, pero me temo que es tiempo de irnos. —¿Estas seguro ‽ Pensé que tal vez….. —Mi amor no podemos pasar la noche juntos sería demasiado, tu debes llegar a tu departamento y yo al mío, no quiero que mañana en la graduación todos te molesten y…. —Sí, sí, tienes razón, no puede ser que la señorita perfecta, la estudiosa, la que ni un beso en público le quiere dar a su novio no llegue a dormir una noche, pero ¿ vendrás? ¿Estarás conmigo en la graduación? —Mi amor es lo que más quiero, pero yo aún tengo clases, además tú no quieres que tú familia sepa lo nuestro. —Entiendo lo de las clases, pero yo nunca he dicho que no quiero que mi familia sepa lo nuestro, es más bien que yo aún era mmm menor de edad y papá me tenía prohibidos los novios, tal vez sea tiempo de decirles lo nuestro, yo no veo mi vida sin ti y después de lo que acaba de pasar menos . —Princesa vamos con calma, deja que pasen unos días, cuando entres a la universidad entonces podemos hablar con tus padres. —No se si vendrán cuando inicien las clases en la uni —Bueno pues lo hacemos por videollamada ¿que te parece? —Esta bien, como tú quieras. —Bueno pues creo que es tiempo de irnos, vístete mientras hago una llamada. —Mejor me baño, me siento algo extraña. Eduardo le sonrió muy coqueto, la abrazó y le habló al oído. —Es normal, sudaste bastante, además ya no eres una niña, yo te hice mujer. El rostro de Débora se tiño de rojo y una sonrisa avergonzada se asomó en sus labios. —Jajaja ayyy princesa siempre tan inocente, anda ve a bañarte, estaré en la sala. —Esta bien, pero ¿Crees que sea correcto usar el baño?, tal vez tú amigo se enoja y… —Tú usa el baño con confianza, no habrá ningún problema. —Ok, voy a bañarme, mi amor. —Tómate tu tiempo. —Esta bien, creo que lo necesito. Débora corrió a bañarse mientras que Eduardo con una gran sonrisa dibujada en su rostro se dirigió a la sala de aquella gran casa, se sirvió un trago fuerte y después de tomárselo se dispuso a hacer una llamada, pero antes que sonara el primer timbre del teléfono su mejor amigo Hugo estaba frente a él. —¿Tu qué rayos haces aquí? Susurró Eduardo —Vine a ver si perdí la apuesta. —Baja la voz imbécil Le dijo Eduardo a su amigo dándole un zape en la cabeza. —Oye, eso dolió. —Pues baja la voz —Ok, ok, pero dime ¿Si te la tiraste? —¿Tu qué crees? Eduardo hizo una cara de presunción. —Maldito me ganaste,. —Así es, no se porqué lo dudaste, pero bueno ¿cuándo me piensas pagar? —Mañana te deposito, pero dime ¿Te gustó la grasita? —Estas loco, déjame te digo que está muy buena y no es grasa. —¿De verdad? Cómo que se me está antojando. —Ni se te ocurra —¿Qué pasa? ¿ Te enamoraste? —No digas tonterías, lo digo porque ella no te va a soltar cuerpo así de fácil recuerda que yo pase un año esperando. —¿ Oye pero si era virgen verdad? — Claro, fui el primero, yo rompí el sello jajajaja —Jajaja , pues vaya que te fue bien, ganaste bastante dinero con esta apuesta, te tiraste a la virgencita y además dices que está buena, ¿Cuándo la piensas dejar? Los chicos siguieron hablando sin saber que Débora los escuchaba escondida tras la pared, solo entro al baño a darse un baño relámpago, no quería abusar de la amabilidad de Hugo y tampoco quería perder tiempo lejos de Eduardo por lo cual en menos de cinco minutos estaba lista y saliendo a buscarlo —No no no no, esto no es cierto ¿Qué hago? ¿Por qué? ¿ Por qué? ¿Por qué? ¿Cómo PUDE SER TAN CIEGA? Di todo de mí, lo amo y me vio la cara de estu****, me entregué en cuerpo y alma, pensé que era correspondida, jamás imaginé esto, odio a ese imbécil de Hugo, lo odio ¿Cómo puede ser tan sinvergüenza? ¿Cómo se pudo haber entrado a este juego? Los odio a ambos, quiero gritar, QUIERO LLORAR DE LA RABIA Y LA DECEPCIÓN, pero no puedo, no sé que pasa, pero no puedo. ellos siguen hablando y riendo de lo estu**** que fuí, el imbécil de Eduardo.... es que..... —sí, de misionero ¿ qué quieres, en otra posición la podría lastimar, ya sabes era nueva. aunque después la puse como quise. no por favor, ya no más
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD