Destinos entrelazadosActualizado el Nov 6, 2025, 21:23
La vida nunca es fácil. Esa es la frase que todos repiten, y es verdad. Pero, ¿tanto sufrimiento realmente vale la pena? Aún busco esa respuesta.
He oído a muchos querer escapar del pasado, pero siento que es una sombra persistente, y el destino parece empeñado en cruzar tus caminos con esas personas una y otra vez. Llámenlo hilo rojo, predestinación, lo que quieran; la vida te sacude con sorpresas, tan buenas como devastadoras.
Pero, ¿cómo se perdona una traición, un engaño? Es casi imposible. Se puede perdonar a la persona, pero la confianza jamás vuelve a ser la misma. Y eso me lleva a la pregunta crucial: Si no hay confianza, ¿se puede seguir adelante? No lo sé. Menos cuando te sientes tan engañado y confundido por aquellos a quienes más amas.
— ¿En qué piensas? — Pregunta ella, con un tono irritado.
— En algunas cosas — Respondo, aún sumergido en mis pensamientos.
— No puedo más con tus misterios, Mateo. Todo esto es ridículo.
— No quiero pelear — Digo, desviando la mirada hacia la ventanilla del copiloto.
Todo cambia en un instante. Una luz blanca. Y lo último que siento es un golpe brutal.
Mientras mis ojos se cierran, los recuerdos me invaden en un torrente: mis padres, mis amigos, y ella... Su sonrisa, su forma de ver la vida, toda nuestra historia juntos. Sus mentiras, sí, pero sobre todo, su amor.
Es el fin. Y nunca pude decirle lo que pasó.
Siento mi cuerpo tensarse. Escucho sirenas acercándose.
No sé cuándo, pero siento la lluvia. Todo es borroso. Solo alcanzo a verla a mi lado, tendida. Me sostiene la mano y sonríe.