Capitulo 3

1226 Palabras
Estas completamente loca Ken – le dijo Sara con una sonrisa de gracia mientras leía con atención la lista pegada atrás de la puerta de la habitación de la latina-  Esto es demasiado Kendall, pobre chica te falto colocar que no respirara-  Tienes razón, más tarde lo pondré – le respondió acostada en su cama mirando el Ipad que tenía en sus manos-  A ver dime que te ha hecho para que tomes esa actitud? – le pregunto Alli de brazos cruzados frente de ella-  Con el solo hecho de ser becada basta para que me caiga pesado – dijo con expresión de malicia en el rostro levantándose y caminando a donde estaban sus amigas-  Sinceramente no puedo con ustedes – le dijo la más pequeña alzando los brazos con resignación-  Para mí no es fácil convivir con alguien como ella, que se yo de qué clase de barrio viene o de que familia de delincuentes pobretones – dijo colocando cara de asco-  Alli pego su mano de su frente pensando que la chica estaba completamente mal con lo que decía, por otro lado Sara la miraba expectante con una sonrisa maliciosa.  Pasado unos pocos segundos el silencio se rompió cuando la puerta se abrió, golpeando a las tres chicas hasta hacerlas caer al piso.  Oh por Dios cuanto lo siento- dijo Lea al ver a las amigas en el suelo-  Le estiro la mano a Sara quien muy sonriente la tomo para levantarse, seguidamente Alli y por ultimo Kendall quien con la peor expresión en su rostro de un manotazo aparto de su frente la mano de la ojiverde.  Eres una idiota!! Debes tocar- le reclamo con molestia-  Kendall este es mi cuarto – le dijo de forma tranquila-  No me importa, es más mío que tuyo, tu no pagas una colegiatura millonaria, yo si y tengo derecho a hacer lo que se me de la gana- Armo la mejor escena de berrinche, típico de ella-  Ken no es para tanto, las tontas que estaban detrás de la puerta eramos nosotras- intervino Alli defendiendo a la pobre Lea quien era bombardeada por Kendall- Es cierto Ken, ella no tiene la culpa de nada, por cierto soy Sara- le dijo acercándose con picardía, Lea entendio y la miro extrañada-  Hola mucho gusto soy Lea disculpa por el incidente, la próxima si debo tocar- le dijo con amabilidad-  Hola yo soy Alli, un gusto conocerte- le extendió la mano, Lea la tomo y lo sonrio, por lo menos las amigas eran más tratables que la propia Kendall-  Lea trato de pasar desapercibido el trato tan cruel de Kendall hacia ella, como era de lógica tenían que aprender a llevarse, de ahora en adelante compartirían tiempo juntas ya que estaban en la misma habitación, para Lea eso no representaba un problema, la que hacia todo difícil era ella, Kendall, quien por todos los medios la despreciaba.  Después del incidente de la puerta Alli y Sara se fueron a sus habitaciones, dejando a Kendall y a Lea encerradas en un extenso silencio.  Kendall la miraba y doblaba los ojos sintiendo que era una locura convivir con ella, a pesar de que en el fondo la sentía diferente, no podía doblegarse, era una becada y estar junto a ella podría representar un problema en la escuela, la haría bajar de nivel.  Para poder entrar en paz decidió colocarse sus audífonos y darle play a su repertorio de música, la primera canción en sonar fue Too much to ask de Niall Horan, uno de sus amores de su banda favorita, one direction.  Lea por otro lado escucho como la alta música salía de los audífonos de Kendall y como poco a poco fue cerrando sus ojos, pensó que tal vez se había quedado dormida, vio la oportunidad perfecta para hacer lo que tanto la llenaba, tocar su guitarra y cantar alguna conocida canción.  Tomo entre sus manos lo que para ella era su chica perfecta, la primera guitarra que le regalo su padre a la edad de los 8 años cuando empezó clases para aprender a tocarla. Tomo asiento en el sofá que estaba junto a la ventana y mirando hacia el horizonte comenzó a entonar una hermosa melodía, específicamente Too much to ask de Niall Horan, también le gustaba la banda tal cual como a Kendall. Era una de sus canciones favoritas y soñaba con conocer a la chica perfecta para dedicársela algún día.  Mientras la canción iba llegando a su final, Kendall decidió ponerle pause para buscar otra en su repertorio, cuando en ese momento sus oídos sintieron la melodía más maravillosa y pura de todas, abrió los ojos como platos y no pudo creer que eso proviniera de donde ella se lo imaginaba, poco a poco volteo el rostro y la vio ahí tan concentrada, cantando y tocando con los ojos cerrados, como si en el mundo no existiera más nadie sino ella y la música; sus nervios comenzaron a llegar no sabía porque pero esa versión que Lauren le había dado a la canción le encantaba, tanto que era mejor escucharla a ella que a sus audífonos, se los dejo puesto para que no se diera cuenta que la estaba escuchando, no quería que parara de tocar, se sentía tan bien, se escuchaba tan bien su voz, era celestial y mágica, no había escuchado otra igual.  Al terminar de entonar la canción seguía mirando por la ventana como perdida entre sus propios pensamientos, una lagrima corrió por su mejilla, Kendall pudo sentir hasta donde estaba que algo le pasaba a Lea, sintió una punzada en su pecho, aquella imagen de la ojiverde sufriendo no le agradaba para nada, para su mala suerte asi era.  No entendía el porqué de sentirte de esa manera, Lea era una recién llegada, una chica que apenas había conocido ayer, y sobre todo tenía esa etiqueta que a ella personalmente no le gustaba de las personas, era una becada, una chica con menos posibilidades que ella, una pobretona. Lo cierto en todo esto es que, dos personas pueden tener un destino escrito en conjunto, y que en el momento de verse, de conocerse, el cuerpo y el alma lo saben, por más que intentes darle un stop a esos sentimientos no podrás.  Kendall lo supo desde el momento en que sus ojos se posaron en los verdes de Lea, no sabía lo que era, solo sabía que algo había nacido en ella desde ese momento, algo diferente, era una chispa entre esa oscuridad que la poseía completamente.  Noto como Lea trataba de levantarse y fue en ese momento en el que se compuso, volvió a darle play a la música y trato de no pensar en lo que había visto y escuchado hace un rato, aunque eso era imposible, de su mente no salía esa melodía, esa voz tan sublime, solo deseaba poder volverla a escuchar entre el silencio, era un gran placer que había conocido ese día.  Kendall pensaba que había conocido el amor cuando nacieron los sentimientos por John, ella era joven y tonta, no conocía la fuerza que produce ese sentimiento, ese que puede hacer que cambies en un cerrar y abrir de ojos, Kendall no estaba consciente que lo conocería de la forma que menos esperaba, esa fuerza que haría que lo quisiera gritar a los cuatro vientos.
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