Ella dejó de pegarme y me abrazó con fuerza, su cuerpo no dejaba de temblar y sus lágrimas no dejaban de salir, eran frías, ella estaba fría, toda la sonrisa que había tenido antes jugando había desaparecido, había sido sustituido por el miedo. Alisa
Estaba asustada porque querían devolverme a mi familia, mi familia era mala, solo estaba esa mujer que me vendió a esos seres. ¿Por qué querría volver con ella? Seguro que me volvería a dejar con ellos, aún recuerdo ese día, ese día mami me puso un vestido azul y blanco, me puso unos zapatitos de charol, me hizo dos coletitas, me cogió en brazos y me llevo con ella, mami nunca estaba conmigo me sorprendía que me hubiera bañado y vestido tan guapa ya que a ella no la importaba nada, normalmente me dejaba una comida y con eso tenía que llegar a todo el día, yo era pequeña pero muy lista, sabía hablar, calentarme la comida, los médicos le dijeron a mami que era superdotada, pero ella decía que tenía un demonio en el cuerpo, no entendía por qué, pero tampoco iba a intentarlo, mami era extraña…, mami me llevo hasta una gran mansión, habíamos salido de la ciudad, habíamos viajado mucho hasta un bosque una mansión, ella me bajo y llamo a la puerta, el ser que abrió era el recuerdo su conversación.
- ¿Es ella la niña?
- Si, toda vuestra, no la quiero ver más, es una desgracia en mi vida…
- Necesitamos una muestra, no huele a nada…
- Aquí tiene - mi mami le tendió un bote con un líquido rojo, el señor lo abrió y lo olio, sus ojos se volvieron rojos, de sus labios de veían colmillos, se bebió el líquido y se relamió, yo solo lo miraba asustada. ¿Quién era ese señor, por qué estaba bebiendo eso y por qué le salían colmillos? No lo sabía, aunque pronto lo descubriría.
- Es ella la que buscábamos, aquí tiene.
Recuerdo que le tendió un maletín lleno de dinero, mi madre me soltó y me lanzo a ese ser que me cogió de la mano, yo lloraba, quería que me soltará, no quería que me cogiera, quería ir con mi mami, pero no podía soltarme de él, era muy fuerte… Ese día fue la última vez que vi a mi mami y también fue el primer día de mi vida con el ser más horrendo del mundo, el vampiro más asqueroso y malvado, tenía solo dos años cuando todo esto paso, cuando empecé a vivir con él, al principio todo fue bien, me trataba bien, me alimentaba mucho, me daba ropa bonita, solo tenía normas que seguir, no salir de la mansión, no ir a su cuarto y nunca, pero que nunca ir al sótano, yo cumplía ya que le tenía miedo, no se había ganado mi confianza e hice bien en temerle, cuando cumplí cuatro años empezó la tortura, me prohibió hablar, empezó a pegarme y a beber de mí y no solo él, toda su gente podía hacerlo, empecé a sufrir, definitivamente no me iban a devolver a esa mujer.
Ahora me gusta donde estoy, nana me gustaba y no quería irme, igual si hablaba con ella la convencería de que se viniera conmigo, me gustaba su comida era muy deliciosa, me dio espaguetis para comer y al día siguiente me regaló una pelota, me enseñó a jugar con ella y luego se marchó a hacer la comida, yo estaba jugando en el patio, nana me había dicho que podía ya que me vigilaría desde la ventana y era verdad, cuando miraba a la ventana ella estaba allí mirándome, vigilando que no me pasará nada, estaba jugando y se me fue el balón muy alto en un árbol, me puse triste al instante ya que me la había regalado nana y no quería que se enfadará conmigo, pero ella vino a mi lado y me dijo que Demon podría bajármelo, me dijo que esperara en las escaleras ya que no tardaría mucho en llegar, así que me senté en la escalera para esperarle, él llegó un rato después venía con Marcos, pero no me interesaba, quería recuperar la pelota así que cogí de la mano a Demon y le lleve conmigo al patio, Demon entendió enseguida lo que quería, me bajo el balón, yo le sonreí un poco y abrace el balón, luego me puse a jugar de nuevo pero un poco más lejos, no quería que me pasará lo mismo, estuve jugando bastante tiempo hasta que una hormiga me llamó la atención, estaba cogiendo comida y era mucho más grande que ella, la mire y la empecé a seguir riéndome, me gustaba verla, luego vi como otra hormiga peleaba con la otra por la comida, yo solo la miraba me preguntaba por qué no dividir la comida, sería más fácil, estaba mirando las hormigas cuando llegó Demon, me dijo que le siguiera, que si podía ir con él así que le seguí, él me dio la mano y me llevo hasta el despacho de Marcos, lo que no me esperaba es que al abrir la puerta estuviera esa señora, la mujer de él… Ella decía que era su hija, que me extrañaba, que me quería, que fuera con ella, se acercó a mí y me abrazó, lo que nadie se enteró fue lo que me dijo en el oído.
- Pequeña puta, escapaste, pero ya te hemos encontrado, volverás conmigo por las buenas, ahora a mismo les dirás adiós o te juro que prenderemos fuego a todos, todos morirán por tu culpa, serás la culpable de todo, así que vendrás conmigo por las buenas, solo recibirás un pequeño castigo por haberte ido - yo me aparte de ella, me acerque a Demon en un intento de sentirme protegida, no quería que les hicieran daño, sobre todo a nana que me había dejado jugar y me daba cosas ricas de comer, empecé a temblar de miedo, no sé cuánto tiempo pasó, igual unos minutos, solo sé que ella se fue dando un portazo, sentí a Marcos acercarse a mí, pero yo no quería, le empecé a pegar el en pecho mientras lágrimas salían de mis ojos, no quería que me tocará, él quería llevarme de nuevo con esos seres malvados, quería que volviera a sufrir, sabía yo que no debería haberme fiado, estuve así hasta que Marcos me dijo algo que hizo que parara, me dijo que no me iba a ir, que me protegería, que iba a estar con ellos, que si mi mamá me había hecho daño pagaría muy caro, yo quería explicarle que no era mi mamá, pero mi voz no salía, no quería salir, así que solo me abrace a él mientras las lágrimas seguían rodando por mis ojos, sentía como Marcos me acaricia el pelo y trataba de calmarme, en algún momento lo logro y me llevo a comer. Habían pasado muchas horas ya y con tantas emociones quería comer mucho, la comida me daba alegría, al menos no me habían quitado la comida, estaba vez nana hizo un chuletón con ensalada y patatas fritas, estaba muy bueno, todo me gustó, también comí mucho, casi la mitad de mi plato, luego me dieron unas pastillas, dijeron que era por mi salud, que eran vitaminas, pero no me fie, así que me negué a tomarla hasta que Marcos se tragó una y dijo que no era malo, me fie un poquito de él y me la tragué. No sabía a nada, así que no importaba, luego de comer señale el patio y me dijeron que podía salir, pero sin alejarme mucho, yo solo asentí y salí con la pelota, me senté en el césped y mire el cielo, cerré los ojos sintiendo el calor del sol, casi nunca me dejaban disfrutar del sol, así que iba a estar debajo del sol todo lo que pudiera. Estaba acostada en el césped cuando oí un gruñido, me senté lentamente abriendo los ojos y vi la cosa más hermosa del mundo, un lobo de color n***o me estaba mirando fijamente y estaba muy cerca de mí. ¿Cómo no me había dado cuenta? No importaba, parecía amistoso, si no ya me habría atacado, ¿no?
El lobo se hecho a mi lado sin dejar de mirarme, yo no sé por qué acerque mi mano a su hocico, tal vez para que me oliera como un perro, él lo hizo y me lamió la mano, eso hizo que riera un poco, por primera vez en mucho tiempo reí, me asusté con mi propia risa, pero no le di importancia ya que el lobo apoyo su cabeza en mis piernas y me dejó acariciarle, le oía ronronear haciendo que me enamorará más de él, tal vez ahora él sería mi amigo, el único al que podía decirle…
- T… tengo… miedo…
Fue lo único que dije, mi voz salió vacilante, me costaba acordarme de cómo hablar, después de todo llevaba desde los tres sin hablar ya que tampoco lo tenía permitido, no sabía por qué el lobo me había dado la confianza suficiente como para decirle eso, solo sé que me eché de nuevo en el césped. Black
· Me voy a presentar, me llamo Black y soy el lobo de Marcos y si, tengo consciencia, se pensar y hablo con mi humano, dirigimos una manada, todos dependen de nosotros, de nuestras inversiones, de que el ejército no nos venciera, siempre entrenando, siempre ganando dinero, todos dependían del alfa, de mí, pero mi humano está cansado y más por no tener a nuestra luna, nuestro apoyo con nosotros. Normalmente nunca gobernaríamos sin nuestra luna al lado, pero bueno, teníamos que hacerlo ya que los padres de mi humano murieron, me dolió mucho su muerte ya que todos éramos familia, mi humano y yo defendíamos el territorio muy bien, no habíamos vuelto a sufrir más muertes desde las de mis padres, los vampiros habían parado y los roges también, los roges son lobos que no tienen manada, ellos son agresivos y aunque no tengan manada, atacan en grupo a otras. Como se solía decir, era el principio de una buena tormenta, estábamos esperando a ver si alguien quería ir al lago maldito, Dios, parece mentira que sean tan caguetas y supersticiosos, al final decidió ir mi hermana y acepte, no me gustaba, pero bueno, sabía que su loba era igual de fuerte que yo. No sé cuánto tiempo pasó, pero mi hermana se comunicó conmigo porque había vampiros y perseguían a una niña, decidimos ir a apoyar y proteger a la niña, cuando llegamos mi hermana estaba en una mala posición y el vampiro estaba por morder a la niña, sin importarme la batalla aullé fuertemente y al final acabamos en una pequeña batalla. Finalmente ellos se fueron y mi humano cogió a la niña en brazos, esa pequeña me inspiraba protección, quería cuidarla como si fuera mi cachorra, mi instinto de protección hacia ella era más grande que incluso el de hacia mi hermana, al principio la veía a través de mi humano, veía como la cuidaba, como ella solo asentía o negaba sin decir palabra, como no sabía comer, como no reaccionaba, se tensaba o huía de la nana, todo, veía todo y al final decidí acercarme a ella, Marcos estaba en contra, pero yo quería, tenía que saber por qué la quería proteger tanto… Lo que no me esperaba es que ella fuera tranquila al estar cerca de un lobo, pensé que se asustaría, pero no lo hizo, solo me mire y me acarició el pelaje, me hizo ronronear cosa que nunca hacía, Dios ¿Que me hacía esta cachorra? Lo que más me sorprendió es que hablo, ¡hablo! Si con marcos y los demás no hablaba pensé que no sabía hablar, pero si que sabe y lo hizo conmigo ¿Por qué? Ella me dijo que tenía miedo ¿Miedo de que o de quién? Quería preguntarle, pero para ello tendría que salir Marcos y se asustaría o no hablaría, igual le da miedo hablar con humanos pero no con animales, no lo sé, no lo entendía muy bien, solo sé que ella se relajó a mi lado, estuvo acariciándome hasta quedar dormida, en el instante que se durmió di paso a Marcos, la cogió en brazos y la llevo a su cama, él tampoco entendía el por qué ella había hablado conmigo y no con él, pero daba igual al menos sabía, podía hablar y su voz era tan tierna tan dulce, me encantó que hablara conmigo así que Marcos y yo decidimos que me dejaría salir de vez en cuando para ver si conseguíamos averiguar lo qué había sufrido nuestra pequeña cachorra, por qué sí, Marcos estaba en contra, pero para mí ella era nuestra.
Pasaron los días y ella parecía más nerviosa, cada día tenía ojeras como si no durmiera bien y no dejaba que nadie la tocará ni siquiera Marcos, parecía que quería alejarse, pero luego lo miraba con cara de extrañarlo, nadie sabía que le pasaba ni siquiera yo, ella solo salía al patio y me acariciaba el pelaje, a veces se dormía encima de mí, pero se despertaba enseguida asustada, yo le lamia la cara y ella reía.
- Sabes hoy soñé algo raro, era una señora, decía que se llamaba diosa Luna… Me dijo que la perdonará por haberme hecho sufrir de esa manera, pero que era necesario ya que me esperaban cosas muy importantes, dijo que yo era especial pero no me quiso decir el porqué, yo creo que fue un sueño bonito, ella me cogió en sus brazos, me sentí querida, nunca me he sentido así.
Y sí, ella ya hablaba mucho mejor, a veces solo me decía lo que soñaba, otras veces me decía que le pasaba en el día, pero la verdad es que ese sueño me sorprendió, la diosa Luna era quien nos había creado a todos a los hombres lobo, mi pregunta era ¿Por qué hablaba con ella? Era una simple humana o eso creía, ya que de ella no salía ningún olor y de lo que me daba cuenta era que nunca se quitaba una pulsera de su mano, la llevaba siempre, era roja y estaba entrelazada, me preguntaba de donde había salido. Un día se lo señale con el hocico, ella solo se apartó de mí y estuvo una semana sin salir al patio a pesar de que me veía desde la ventana, solo me miraba y se daba la vuelta, no quería verme y eso me ponía triste ¿Por qué se había alejado de mi por haber señalado la pulsera? ¿Será que es importante para ella? Al final ella volvió, se abrazó a mí y lloró no sabía que la pasaba hasta que me lo dijo.
Tengo mucho miedo, ella dijo que los mataría si no me iba, creo que la veo en la ventana vigilándome, me persigue en sueños…, no quiero volver con ellos, no quiero más dolor, más mordiscos, son malos conmigo…, Marcos ha sido bueno y la nana…, pero tengo tanto miedo de que les hagan daño, por eso no me acerco, me alejo de ellos, no quiero que sufran, no por mi culpa, no debí nacer…, mi mamá me lo decía siempre, yo era una desgracia por ser tan lista, por hablar, por ser distinta, yo no veo que sea distinta… Luego me vendió, me llevo a esos seres, cogió su dinero y me dejó allí con ellos ¿Por qué con ellos? ¿Qué querían de mí? ¿Por qué no me dejan libre…? ¿Por qué vienen de nuevo a buscarme? ¿Por qué siguen diciéndome que les harán daño? no quiero que les dañen…
Siguió diciendo que no quería que nos dañaran una y otra vez, que tenía que alejarse, hacer que la odiaran, pero se nunca lo haríamos, siempre la protegeríamos, gruñí ligeramente solo de pensar que alguien la vigilaba por la ventana y no nos habíamos dado cuenta, teníamos que protegerla.