Año 1121 – Portugal. Nada podía ser peor. Otra vez. Una vez más mi hermano la había encontrado antes. ¿Por qué Rodhon tenía que fallar justo en eso? Eso me tenía descompuesto. Pero sí podría hacer algo. No podía permitir que él se saliera una vez más con la suya y matara a Rithana antes de tiempo. Yo poseía en ese momento, una empresa de exportaciones e importaciones a la China: sedas, especias, granos, etc. Tenía muchos empleados a mi cargo. Todos con una excelente situación económica. Ahora sabía que uno de mis tantos dones, era el amasar dinero fácilmente. Y vaya que sí era fácil. Tenía mucho, demasiado; incluso, repartiéndolo entre mis empleados, no menguaba. Pero no tenía lo más importante para mí. Mi amada Rithana. Otra vez estaba con el imbécil de mi hermano. ¿Por qué si Rod

