Nora salió de la habitación cuando vio a Carmenza de pie en la puerta. Sintió que tenían algo de que hablar los jóvenes y se retiró con la excusa de buscar a su amiga. - No llames ningún médico. Ya despertó. - Eso veo… - Susurró maliciosa. – La medicina que necesita no la tiene tan lejos. - Que no se diga que la imprudente soy yo. - Vamos por agua, dejémoslos solos. Caminaron hasta la cocina, mientras tanto en la habitación, Domingo consolaba el llanto de Magdalena, entre abrazos. - Llora tranquila. - No quiero que me vean – Se reprimía mientras sollozaba. - Algo nos inventamos. - No deberías estar acá – Su tono era desalentador- Es que … Quería explicarle el temor que sentía de dejarlo estar en su vida, lo difícil que sería tratar de mantener una relación, con e

