La esclava

1419 Palabras
Arlan esperaba con tranquilidad noticias de la manada medianoche, observaba por la ventana, vio a su Luna salir del calabozo. El empezó a preocuparse por esa loba. Era fácil notar la actitud hostil de su Luna hacia ella. – Ve al calabozo y ve como esta esa esclava – A sus órdenes mi Alfa – Mi Alfa, hemos captado a un omega desconocido, no es el mismo que envió con el mensaje. “ese bastardo de los medianoche ¿a qué está jugando?” – Tráelo aquí ¨[…} – ¿Quién eres? – le pregunta Arlan que puede sentir su miedo, mira a su Beta que esta igual de desconcertado que el – Yo soy Brand ¿Dónde está mi omega y por qué tu estas aquí? – el chico que nunca levanta la cabeza ni por un instante también pone las rodillas en el suelo. – Mi Alfa me ha pedido que le diga que nadie del reino prohibido que se atreva entrar a su territorio va a regresar con vida. “maldita sea” Arlan comprendió que su mensajero estaba muerto El joven omega continuo: también me pidió que le dijera que esa forastera no es su Luna, es solo una desterrada de la que no quiere saber nunca más. [el alfa de los medianoche es un imbécil, para sacar a una Luna tan fuerte… acaso este estúpido no sabía que mientras más débil es la Luna que escoges, más débil es tu manada, mierda, su olor es tan seductor, quizá ese imbécil la descarto por ese motivo” Para confirmar las dudas sobre el olor de esa loba le pregunta; – Aclárame algo, ¿tu antigua luna tiene alguna particularidad? Por ejemplo ¿tiene algún olor corporal especial? – No, jamás he escuchado de algo como eso, era una simple guerrera antes de ser nuestra Luna – De acuerdo – ¿algo mas que quieras preguntar señor? – No – el alfa volvió la cabeza hacia su mano derecha, Beta, trae tu espada – Veneno o decapitación, elige tu forma de morir. Te doy diez segundos para elegir – Señor no, no… tan deprisa…se mas… mas del alfa de medianoche- el omega comenzó a orinarse en los pantalones sin querer. – Muy bien, eres inteligente y pronto serás un traidor de tu Alfa – No, no no señor, déjeme explicar. Ese maldito Alfa encarcelo y degrado a mi familia, matara a mi inocente familia si no vengo a entregar su mensaje, siempre ha gobernado la manada de esa forma, y yo solo se que Luna Jara tiene todo mi apoyo, ella había salvado a mi hermana que casi fue violada por los lobos de altos rangos, por favor, no me quite mi vida, quiero incorporarme a su manada para salvar a mi familia señor. – Entonces, dime todo lo que sabes de la Luna Jara. Luego decidiré si te envío de vuelta o te mato en seguida – De acuerdo, señor. … – Beta – llama a su mano derecha – ponlo donde sea útil, no lo envíes de regreso, pero tampoco lo asesines, puede que en el futuro tengamos que utilizarlo, si ese imbécil quiere matar omegas, que lo haga con los suyos propios. Arlan tiene algo mejor que hacer que estar asesinando piezas pequeñas en un tablero, quería averiguar por qué tenía a esa mujer en su calabozo. Y porque ella estaba tan apresurada por morir, porque ahora no le queda la menor duda de que es lo que ella quiere, morir. De cualquier forma, él no está dispuesto a permitirlo, aún no sabe cómo, pero está seguro de que puede darle alguna utilidad a una mujer tan fuerte como ella. Las mazmorras nunca han sido de su agrado, por eso evita venir aquí a menos que sea muy necesario o que el prisionero lo amerite, y esta es la segunda vez que viene en un día, ni el mismo lo cree. Cuando abre la puerta ella está de pie, se ve más recompuesta que hace un rato cuando vino aquí, e incluso con las ropas que tiene puestas que son dos veces su tamaño, se ve bien. – ¿tú de nuevo? – así que ahora tiene fuerzas para hablar, piensa el – Yo de nuevo – le responde Arlan como si fuera necesario – vengo a que me digas, ¿Por qué ya no puedo llamarte Luna? – el gesto de ella se contrajo, al parecer no quería que el supiera, pero ahora que sabe, no piensa dejarla ir sin obtener una respuesta. – Porque solo soy una loba desterrada, por lo que no tiene ninguna utilidad que me mantengas aquí – le dice Jara, Arlan se acerca. – ¿a qué viniste a mi territorio? – Jara se siente avergonzada de decir el verdadero motivo por el que hizo todo el camino hasta este lugar – Me perdí, estaba nevando mucho y perdí el rumbo – baja la cabeza – ¿entonces por qué te enfrentaste a mi manada? – Arlan no se conforma con las respuestas que ella le está dando – Porque me atacaron, no sabía que había llegado a su territorio – sigue mintiendo – Dame una respuesta real – le pide el Alfa Arlan utilizando la voz de su lobo, ella sube la cabeza y sonríe – No eres mi alfa – le responde con tranquilidad a pesar de que escucharlo si le produjo un escalofrío por toda su columna – por lo que hacer todo ese acto no va a conseguirte una respuesta – Arlan que se molesta aún más de lo que se encontraba antes la toma del cabello, hace que baje la cabeza y le muestre respeto – No juegues conmigo Jara, puede que seas una Luna fuerte, pero no tienes ni idea de lo que yo soy capaz – por el contrario, ella conoce muy bien su reputación y lo intenta molestar para que termine con su sufrimiento, pero el solo la deja ir una vez más y retrocede. – ¿Qué vas a hacer conmigo? – le pregunta Jara – Ya que eres solo una Luna desterrada – repite las palabras que ella dijo hace un momento – hay dos cosas que puedo hacer contigo – deja la frase a medias y se va de la celda, aún tiene que analizar muy bien la situación. Arlan no encuentra a su Beta, utiliza sus sentidos para localizarlo dentro del gran castillo, lo encuentra fuera, esta con algunos otros lobos haciendo trabajos de reparación. – Beta – le grita – ¿Qué necesita mi Alfa? – viene frente a él y le muestra respeto – Sígueme, necesito su consejo – normalmente esto es algo que debería de consultar con su Luna, pero sabe cuál va a ser su respuesta, no quiere ver su puesto comprometido pro alguien más fuerte que ella. Lleva a s u Beta a un lugar apartado para que nadie pueda escucharlos – Dígame, mi Alfa – le pide el Beta – ¿Qué crees que es mejor que haga con Luna Jara? – su manada lo respeta, y no es solo porque saben que tiene poder, también los escucha y no toma decisiones a la ligera, a pesar de que muchos se han empeñado en hacerlo parecer un monstruo y que con el tiempo no le ha quedado mucho más remedio que darles la razón. – Señor, no creo que deba asesinarla, ¿sabe quiénes son sus padres? – Arlan asiente – a pesar de ser la Luna desterrada de otra manada, también sigue siendo su hija, no creo que estén tan contentos, y si, Jara entro en nuestro territorio, pero no le hizo daño a nadie. Esa es la respuesta que Arlan esperaba escuchar. – Tampoco la puedo entregar – suspira – avísales a todos que, a partir de este momento, Jara va a ser mi criada, pónganle una cadena y atenla en mi habitación – el pedido es fácil de hacer luego de que tomó la decisión – si tu Luna te hace alguna pregunta, pídele que venga a mí, dile que no tienes autorización de hablar al respecto. Arlan espera que eso sea suficiente para disuadirla de crear conflicto por este tema, está nombrando a Jara como una loba esclava, eso le quita la posibilidad de ser cualquier otra cosa en la manada, pero no está seguro, sabe que el miedo es complicado y eso es lo que siente su Luna cuando está cerca de Jara.
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