Era el día siguiente del accidente. Jilliane se encontraba tan emocionada que las leves heridas que tenía no le dolían en lo más mínimo, tal vez su adrenalina le inhibía el dolor por el momento. Su madre la ayudaba a limpiar las zonas de los raspones y el golpe que había sufrido en la cara con una gasa y un poco de alcohol, de tanto en tanto se quejaba un poco, sobre todo por la herida en el rostro, ya que en su cabeza solo estaba la idea de tener a su adorado de nuevo en casa.
Le resultaba increíble que su madre aceptara en cierto punto su relación, aunque sabía que ella sufría por ello. Entendía que para una madre le sería difícil aceptar tal cosa, podría considerarse una especie de incesto por ser su hermana adoptiva, pero no podría serlo debido a que sus lazos sanguíneos no eran compa
