¡GRAN SORPRESA!

1387 Palabras
- ¡Buen día! — mi saludo ha sido con total seriedad. - ¿Le ofrezco algo de beber? — en verdad que intimida su voz. - Agua está perfecto. — me señaló con su mano el sofá, simplemente hice lo que me ordenó y deje caer mis glúteos. Intenté relajarme para no equivocarme, el señor Davenport parece ser un hombre muy inteligente. Bree ingresó rápidamente a colocar nuestras bebidas a un costado de nosotros, con tan solo la mirada de Davenport entendió que tenía retirarse. Jamás había estado frente a alguien con una personalidad tan fuerte, tan imponente, un verdadero CEO. - ¿Por qué ha decidido colaborar con la competencia directa de su antiguo empleo? — tal como lo dije, es muy inteligente y por supuesto que sabe quien soy yo. - Será un placer colaborar para su empresa, realmente busco mi superación personal, así que el imperio Davenport es la mejor opción. — bebí agua, los nervios me estaban matando por dentro y no quería que lo notara. - ¿Legalmente sigue siendo la esposa de Carter? — ¡Golpe directo al corazón! - Si, aún. — no quería entrar en detalles. - Mmm ya veo ¿Qué me asegura que no será una informante para él ? — cambié de posición mi cuerpo, su pregunta ha sido bastante fuerte. - No tengo el más mínimo interés de tener algún tipo de contacto con mi ex esposo, ni con nadie que tenga que ver con los Carter, mi lealtad en cuestión laboral creame que es cien por ciento fiel. Quizá le parezca absurdo pero es real, yo solo busco estabilidad profesional y superación personal. — una vez mas bebí agua, a este paso no tardaré en buscar un sanitario. - Ok. — ¿ok? ¡¿Es todo lo que dirá?! - ¿Hay algún inconveniente? Me encantaría ser participe de su empresa, pero si encuentra algún inconveniente con mi pasado que claramente no afectará mi futuro, lo entiendo perfectamente ¡Qué tenga en excelente día! — moría por formar parte del imperio Davenport pero tampoco estaba dispuesta a colocarme de tapete, me coloqué de pie y di marcha a la salida. Escuché las palmas de sus manos golpearse, giré para mirarlo ¿Acaso se burla de mi? Podrá ser el Ceo mas importante del país pero ¡No se lo permitiré! - Usted es la persona que yo necesito, no se ha dejado intimidar por mis preguntas, quiero suponer el motivo tan evidente por el cual quiere contacto cero los Carter. — una vez mas señaló el sofá. Regresé y nuevamente me puse cómoda. - ¿Puede ser mas claro? — mi molestia se podía notar desde kilómetros atrás. - El puesto es totalmente suyo, no me defraude señorita Harper, de ahora en adelante tiene mi confianza para ocupar la gerencia. — cogió su móvil y salió de la oficina, susurró algo en el oido de Bree. Mis pies temblaban, no imaginé que la entrevista sería tan tensa y difícil, realmente actúe por instinto de supervivencia. - ¡Bienvenida! — la asistente me dio un abrazo de bienvenida. - Gracias... ¿Puedo saber que es lo que sigue? — mi contratación ha sido tan rápido. - Te daré un recorrido por la empresa, conocerás el lugar donde pasaras largas horas, antes ven conmigo. — la seguí a un pequeño cuarto al final del largo pasillo. Al abrir la puerta Bree se dejó caer sobre un sofá que se miraba cómodo, suspiró y con señas me pidio cerrará. - Me has salvado de un buen regaño. — no sé que a se refiere. - ¿Todo bien señorita Bree? — me senté a su lado. - ¡Todo excelente! las demás entrevistas con las otras candidatas fueron un desastre y tú eras la última opción, estaba segura que serías elegida y al saber que el señor Giuseppe estaría hoy me dio mas tranquilidad. — su sonrisa es tan sincera. Me preparó un café y colocó un par de galletas en una pequeña mesa ¡si que lo necesitaba! - Prometo no decepcionarla. — la acompañe a beber café. - No, no me llames de usted, puedes decirme Bree, no me gustan las formalidades me haces sentir una señora pesada de esas que frecuentan la empresa. — carcajeamos fuerte. - Has dicho que te dio tranquilidad que el señor Giuseppe se encargara de la entrevista ¿No era él quién lo tenía que hacer? — la miré fijamente. - ¡No! Realmente nuestro jefe es su hijo, Alesandro Davenport, él es quien lleva los negocios de la familia, solo que hoy está indispuesto y se ha quedado en su casa. — espero no sea tan pesado el hijo del señor Davenport. El recorrido por todo el lugar ha sido increíble, cada piso de la empresa está tan bien estructurado, ahora entiendo porque es que son los mejores. La oficina que ocuparé esta justo al lado de la del jefe y enfrente de la oficina de Bree, al menos no me sentiré tan rara teniéndola a ella apoyándome. - Bree... ¿Qué tan difícil es el joven Alessandro? ¿Puedes hablarme de él? Me refiero a su manera de trabajar, no quisiera entrar en conflictos con él desde mis primeras horas de conocerlo, realmente necesito conservar mi empleo. — la sonrisa de Bree me da bastante confianza. - Él es el heredero de toda la fortuna Davenport, es un hombre demasiado estricto, le agrada el café sin azúcar por las mañanas. — reímos. - ¿Así que tendré que servir su café? — sonreí. - No, a menos de que el lo exija. Alessandro sabe perfectamente con lujo de detalle cada movimiento en la empresa, es bastante minucioso, perfeccionista y le encantan las mujeres bellas. — los detalles de Bree son tan exactos. - ¿Cómo es que ocuparé el nivel de gerente si veo que la oficina de esta gerencia está ya ocupada? — siempre soy muy observadora y ha sido de lo primero que me percaté. - ¡Vaya que pusiste atención a todo! — Bree es muy sonriente, su risa contagia. - Si, lo sé... Es una manía que tengo, observar todo lo que me rodea. — levanté los hombros. - Es para una gerencia nueva dentro de las empresas Davenport, los detalles te los explicará Alessandro, ya que yo no estoy autorizada para hacerlo. — regresamos a la oficina de Bree. - El lugar en muy lindo Bree. — su oficina es cálida y relajante. - El señor Giuseppe no es nada parecido al joven Alessandro, él si es un buen tipo, no digo que no lo sea el jefe, solo que digamos que tiene un carácter especial. Hanna dime algo... — El rostro de Bree es serio. - ¿Ocurre algo? — la miré fijamente. - No quiero ser introvertida, pero... ¿Es verdad que fuiste esposa de Matew Carter? — Tengo que controlar mis emociones cada que su nombre es pronunciado y escuchado por mis oídos. - Si, lo es, desafortunadamente aún lo es. — La tristeza regresó a mi rostro. - ¡Oh yo lo siento! no quería incomodarte, supongo que te hace recordar lo que ocurrió aquella tarde ¿cierto? — ¿Qué ha dicho? - ¿Qué cosa Bree? — El color de mis mejillas se tornó rojo. - Hanna... todos en el gremio se enteraron lo que ocurrió, sabemos sobre la escena donde tu saliste corriendo abandonando el compromiso. — ¡qué pena! - Bree necesito que me digas todo lo que sabes por favor. — la sujeté del brazo. - ¿No te enfadaras? — algo no anda bien. - Por supuesto que no lo haré, habla ¿si? — toda mi atención estaba puesta en ella. - La nueva gerente, mano derecha y actual novia de Matew Carter, la señorita Salma, se encargó de decirle a todo mundo que aquel día de la boda el joven Matew te encontró con tu amante en los sanitarios del lugar y que por tal motivo te echó inmediatamente, motivo por el cual tu saliste huyendo para nunca regresar, ya que la vergüenza que tenías por tu gran error era bastante. — ¡Qué coños! ha sido una gran sorpresa las falsas acusaciones que están haciendo de mi.
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