Llegamos a un lago, y estacionan las motos, yo me bajo con las piernas temblando, no sé bien si por la vibración de la moto, o por la adrenalina que provocó la primera vez que me subo a una maquina de estas.
Me quito el casco, y no puedo evitar ver a la chica frente a mi quitarse el casco, con los rayos de la mañana bañando su cabello, brilla mas, junto a su piel blanca y aparentemente suave, la emoción de conducir una motocicleta, le ha provocado cierto rubor, que marcan mas sus pecas.
Le extiendo la mano para ayudarla a bajar, pero no la necesita, porque se baja de la maquina con una habilidad sorprendente, para ser tan pequeña y delgada, es bastante hábil y fuerte. Me sonríe, dejando claro lo orgullosa que esta por su habilidad
—¿Qué le pareció? —Me pregunta curiosa, borrando la sonrisa, tal vez recordando que me odia
—Interesante—Es toda mi respuesta, me giro para ver el lugar a donde nos trajeron, y es impresionante. En un lago, no muy grande, pero con una belleza espectacular. No sé si es por la hora, pero sin duda la combinación de colores, es impresionante.
Dylan se acerca a mi, después de pelearse al bajar de la moto.
—Vaya—Dice mirando la misma vista que yo—Esto es impresionante
—Un oasis—Le digo con una sonrisa en el rostro.
Los otros dos chicos se acercan a nuestra posición y nos guían para ir al muelle. Me sorprende ver que hay un pequeño restaurante. Pero pasamos de él y vamos directo al muelle.
Me quedo un poco en shock cuando Julieta se quita la playera y el short, quedándose con un micro bikini. Paso saliva, ¿De donde salió esa mujer? ¿De donde salió ese cuerpo?
—Amigo, cierra la boca—Me dice Dylan riendo, yo me acerco a la orilla, y de lo alucinado que estaba con el cuerpo de Julieta, ni si quiera me percaté de que Leo ya estaba dentro del agua. Veo que su ropa esta junto a la de su amiga.
—No sé a que te refieres—Le digo frunciendo el ceño, mientras las miro disfrutar del agua.
—¿No se van a meter? —Pregunta Leo
—No tenemos mas ropa—Le digo señalando la que traigo.
—Ay vamos, yo me metí en bóxer, entren, el agua esta caliente
—¿Vas a entrar? —Le pregunto a Dylan cuando lo veo quitarse la playera
—Claro, si eso los tiene felices para que nos den la patente, lo haré
Se quita la playera, y la bermuda, se mete al lago y parece disfrutar, yo mequito solo las botas, me subo un poco los jeans y meto los pies, sentándome en la orilla.
—¿Por qué no te metes? —Me pregunta Julieta, mientras Dylan y Leo se enfrascan en una conversación sobre la definición de caliente. Entiendo a Dylan, la verdad es que no esta caliente, esta cosa es un caldo, esta mas que caliente. Observo los extraños ojos de Julieta que me miran curiosos, y molestos al mismo tiempo.
—No me gusta quitarme la ropa frente a extraños
—¿Somos extraños? —Pregunta levantando una ceja
—Ellos si—Le digo señalando donde esta el restaurante lleno de personas.
—¿Por qué no te gusta? —Me pregunta, y estoy seguro de que la arruga de mi entrecejo se hace mas pronunciada.
—Solo no me gusta
—Mmmm—Es todo lo que dice y comienza a nadar, cuando me giro veo que Dylan ya no esta
—¿Dónde esta Dylan? —Le pregunto a Leo que se encoge de brazos, comienzo a molestarme de no verlo por ningún lado.
Hasta que siento unas manos en mi espalda, empujándome hacia adelante, caigo al agua, mojándome hasta lo alto del abdomen, Dylan se mata de la risa de pie donde me aventó al igual que Leo, miro a Julieta y también parece divertida, pero esta tratando de no reírse.
—¿Qué mierda Dylan? No traigo mas ropa
—Aprende a mi, que estoy solo en bóxer
Suspiro, tratando de controlar mi humor, salgo del lago, me quito la playera, y el pantalón quedándome solo en bóxer. Extiendo mi ropa para que se seque. Cuando por fin me giro hacia mis acompañantes, los tres me miran de diferente. Dylan parece divertido, ahí de píe. Leo parece sorprendido, tal vez de que por fin me quite la ropa. Y Julieta me ve del mismo modo en que probablemente yo la vi a ella cuando se quitó la ropa. Puedo sentir su mirada recorrer todo mi cuerpo.
—¿Por qué no te gusta que te vean? Tienes un cuerpo algo… hermano estas mamadisimo—Dice Leo, levantando las cejas, miro mi cuerpo, no soy un Thor, o algo así, pero si me gusta cuidarme físicamente. Le dedico una sonrisa
—Nunca dije que fuera por tener mal cuerpo—Le digo encogiéndome de brazos—Solo que es algo que no me gusta.
—Pues bueno, al menos ahora puedes meterte a nadar—Me dice julieta, pero yo niego, la verdad es que no quiero hacerlo. Pero para sorpresa de todos, ella sale del lago. Se acerca a mi, me toma de la mano, entrelazando los dedos y comienza a llevarnos al lago
—¿Qué haces? —Le pregunto con horror, no por meterme al lago, sino porque me esta tocando, como si fuéramos amigos, o algo así.
—Tu vas a nadar conmigo—Me dice muy segura, pero ya en la orilla, aprieto su mano, y la jalo un poco hacia mi, para evitar que nos meta
—No quiero—Le digo pero para mas sorpresa de todo, me jala fuerte, tomándome por sorpresa, pero alcanzo a frenar en la orilla, mis talones quedan en el aire. Pero no logra tirarme, se acerca a mi y siento el calor de su cuerpo en el mío.
Se pone de puntas y sus labios se posan en los míos, siento la suavidad de sus labios, un segundo, no cierro los ojos, ni ella tampoco. Pero sin duda me deja paralizado por su atrevimiento. Y ese segundo de parálisis le basta para sonreír de medio lado, y empujarme del pecho, logrando que me caiga al agua.
Esta vez meto todo mi cuerpo y cabeza. Maldita niña, me gano, ¿Cómo se atreve a besarme? solo para tirarme al agua ¿Quién hace eso?
Cuando saco la cabeza del agua, la sonrisa de la niña es tan infantil y divertida, que el enojo que sentía cuando entré al agua se esfuma por arte de magia. Y para mi mayor sorpresa, se ríe a carcajadas.
—La perdono, porque realmente esta rica el agua—Le digo y ella se pone seria al escucharme, pero después vuelve a reírse.
Después Dylan me hace el enorme favor de comprarme algo de ropa, la mía no se ha secado, me compra una playera que me queda enorme, y un pantalón de chándal pero se lo agradezco.
—Así pareces casi normal—Me dice Julieta cuando me uno a ellos en el restaurante
—¿Casi? —Le pregunto mirando mi ropa y arrugando la nariz—¿Qué me falta para estar dentro de su normalidad, señorita Didras?
Su amigo me mira divertido, al igual que el mío. Ella hace un ademan de pensarlo, poniendo uno de sus dedos en sus labios. Y hace un sonidito como de “mmm” mientras lo piensa
—Tu rostro, necesitas relajarte mas—Me suelta de sopetón
—Ya… estoy relajado
—Entonces solo no sonríes—Me reprocha, y me siento junto a ella
—No, que va, White, no es para nada risueño—Se burla Dylan aclarando algo que ambos sabemos desde hace años.
—Que aburrido debe ser, ser tu amigo o tu novia—Dice y toma un sorbo de una cerveza, que le quito de las manos. Y ya que va pasando un mesero se la entrego llena, el se sorprende
—Lo siento, mi hermanita es menor de edad—Le digo y el mesero asiente y se va corriendo. Cuando miro a la niña, podría apostar a que quiere matarme.
—¿Qué? —Le digo pero ella solo me fulmina con la mirada—No planeo regresar en ese peligro, si te pones a tomar
Aunque me mira de nuevo con ganas de asesinarme, su mirada se relaja poco después, pero no dice nada mas. Y pide un refresco.
—¿Disfrutaron?
—Si—Dice Dylan rápidamente antes de que pueda contestar yo.
—Solo que me gustaría saber… ¿Qué tiene esto que ver con la patente? —Le pregunto, tratando de no sonar tan brusco o grosero.
—Nada—Dice encogiéndose de hombros Julieta mirando a su amigo, que esta jugando con los cacahuates que nos trajeron como botana—Pero quería que se relajarán para que mañana podamos trabajar
—¿Es decir que hoy solo perdimos el tiempo? —Digo ahora mas molesto que antes— Mi tiempo vale oro, hoy pude revisar cosas de la oficina en el hotel o adelantar trabajo y no estar jugando con un par de mocosos, en el río
Les suelto molesto, me levanto y decido largarme de este lugar en taxi, mientras espero que llegue el que pedí, Dylan me alcanza
—Eso fue grosero ¿Lo sabes?
—Me importa una mierda, sabes que tenemos mucho trabajo, lanzamientos y fechas que cumplir, y en lugar de atender lo que debemos, ellos nos hacen perder el tiempo aquí
—Son unos chicos, Logan—Me dice con algo de condescendencia—Solo querían romper el hielo contigo
—¿Conmigo?
—Ay vamos Log, sabes que eres un maldito trozo de hielo cuando de actividades sociales se trata.
—Bien—Le digo—Espérame aquí
Entro al restaurante y me acerco a donde están los dos chicos, que parecen algo apenados
—Hola—Dice Leo, sin mucha afectación suspiro y miro a Julieta que me ve con curiosidad
—Lo siento, no quería ser tan grosero—Le digo solo a ella—Me gusto pasar el día así con ustedes, pero de verdad, tengo mucho trabajo que tengo que hacer de manera remota, por lo que el tiempo libre, me gustaría aprovecharlo en eso. No quería ofenderlos ni nada de eso. Solo… lo siento ¿De acuerdo?
—De acuerdo—Dice la chica después de evaluarme un momento de arriba abajo—Los llevamos a su hotel.
Se levantan, nos traen las hamburguesas en bolsas para llevar y le pago al mesero
—Gracias—Le digo dándole una buena propina, pero veo como sus ojos se desvían al trasero de Julieta y casi la desnuda, yo levanto las cejas y decido divertirme un poco con este muchacho. Lo tomo de la camisa y lo atraigo a mi, soy mucho mas alto y tiembla un poco al tenerme tan cerca, esta vez si que me mira a mi—Esta vez te estoy dejando buena propina, chico—Le digo—Pero si vuelves a mirarle el trasero a mi hermanita, te juro que mi siguiente propina te la daré con esto
Le digo levantando un puño, el chico sale casi corriendo cuando lo suelto, y yo voy a reunirme a las motos, sin dejar de sonreír de lo divertido que fue la cara del mocoso ese.
Regresamos al hotel, sin ningún contratiempo, y debo decir que de nuevo disfruto del viaje de regreso.