Trabajo en la computadora, y aunque el paseo fue divertido, hasta cierto punto. El trabajo en un día se acumuló. Martin no ha dejado de mandarme correos sobre contratos que debo revisar, otros que debo clasificar para mandarle a Dylan.
Me llega un mensaje de texto de un numero desconocido, y frunzo el ceño al leerlo
“Necesito que mañana pasen a Lost & Find, y compren 2 carburadores, te adjunto las especificaciones, se necesitan para las 8 de la mañana, gracias”
Tengo que meterme a ver la imagen de perfil, para asegurarme que es Julieta, y en efecto es una foto de ella, con Leo montados en una moto, aunque tal vez sea hace un par de años. se ven mas jóvenes.
“¿Ese mensaje era para mi?” Le pregunto y dejo el celular, porque creo que fue un error.
Unos segundos después recibo su respuesta
“Jaja, no es ningún error señor Logan White” Me escribe y me sorprendo
“De acuerdo, mándame las especificaciones” Sonrío y me manda una hoja con las características necesarias
“Gracias” Me escribe y vuelvo a dejar el celular a un lado. Pero mientras escribo el correo y mando a imprimir unas cosas a recepción, junto con sus especificaciones.
“Sabes… me interesa saber ¿Cómo conseguiste mi numero?”
Y vuelvo a tratar de concentrarme, pero un mensaje casi inmediato me hace voltear de nuevo a ver el celular
“Una mujer tiene sus métodos de conseguir lo que quiere” No puedo evitar reír de semejante tontería
“Pero tu eres una niña” Le escribo sin poder evitar molestarla un poco. Imaginando como sus pecas se marcan mas cuando se molesta. Su respuesta es casi inmediata con una cara de enfado, me apresuro a contestarle “¿Debo de preocuparme de una potencial acosadora?”
“Tengo mejores gustos, no te preocupes”
Aunque sé que es broma, debo reconocer que me pego un poco en el ego ese comentario.
“Si, niños de tu edad…Aunque el pequeño Leo es un poco mayor para ti niña”
Le respondo, y noto que estoy sonriendo, y no de una forma normal y fingida como suelo hacerlo, es una sonrisa sincera, lo que me desconcierta, una conversación por mensajes, con una niña me tiene sonriendo de este modo. Pongo los ojos en blanco y decido concentrarme en el trabajo. Pongo el teléfono boca abajo y en silencio, al menos hasta terminar lo que tengo que hacer del trabajo.
Termino de leer los documentos, me duele la cabeza, pido servicio al cuarto. Y me meto a bañar.
Salgo envuelto con una toalla por la cadera, abro la puerta, y es el servicio de comida, pido que me lo dejen sobre la mesa.
Cuando salen tomo un vaso de agua, y decido mirar el celular en ese momento. Comienzo a ver que ya tengo varios mensajes, entre Martin, Tara, Dylan ¿Por qué me escribe Dylan si esta en el cuarto de a lado? También tengo uno de Emma y Johanh, molestos de que no estaré en Nueva York cuando lleguen el lunes. Les escribo que haré todo lo posible por escaparme a verlos.
“O puedo ir a visitarte” Me escribe de inmediato Emma, solo le respondo con un “eso puede ser buena opción”
Cuando llego al mensaje de julieta hace una hora
“Seré una niña, pero si que te gustó que te besara” Haciendo que me atragante con el agua que justo bajaba por mi garganta, seguido de otro “te mando otro”
Seguido de una foto de ella mandando un beso a la cámara. ¿Tendrá filtro? Hoy en día todas usan filtros. Se ve tierna, sus pecas y sus ojos extraños, acompañados de su cabello cobrizo.
“Te ves tierna niña” Le escribo seguido de otro mensaje “creo que lo disfrutaste mas tu”
Me pongo mi short y mi playera, y comienzo a cenar
“¿Sabes la hora que es? Pensé que ustedes los europeos conocían modales y etiquetas”
Sonrío ligeramente, y veo la hora, carajo es media noche, no lo había notado.
“Esos son los ingleses, mi familia es alemana… y yo nací en estados unidos” Le mando agregando “pero tiene razón lo siento, no vi la hora, que descanse señorita Pecas”
“Descanse señor Ebenezer” Pongo el celular en no molestar, para terminar de comer y dormir.
(…)
Muero de hambre, tengo 2 días sin comer bien, pero pude comprar la medicina de Sofia. Y ver que ahora esta bien, animada, jugando cartas conmigo, hace que todo valga la pena.
—Eso es trampa—Me dice con sus ojos café, ahora tristes, pero sé que se pondrá mejor.
—¿Yo? Tu eres la tramposa—Le digo jalando su silla hacia mi, para poder besarla a mi gusto—¿Sabes lo hermosa que eres?
—Claro, sobre todo por las ojeras y la palidez
—Pues para mi eres hermosa como sea—Le digo besando su cuello. Su piel aunque parece de cristal a punto de romperse por la enfermedad, es realmente suave y cálida.
Justo en ese momento mi estomago gruñe y frunce el ceño
—¿Cuándo comiste Logan?
—Comí en el trabajo nena—Le respondo, y me levanto por un vaso de agua
—Logan…
—Estoy bien Sofi—Le digo sonriéndole, con la voz suave para tratar de calmarla
—Logan, sino comes bien no podrás jugar…
—Estaré bien, no te preocupes—Tomo mas agua para calmar mi hambre, pero ella me mira con escepticismo. Se levanta y se dispone a cocinar—¿Qué haces? No, venga, estoy bien.
Le digo alejándola de la pequeña cocina de nuestra casa, si, no es la casa donde vivía con mis padres, de hecho es mas un cuarto adaptado en cocina, comedor, y una cama matrimonial, es lo único que puedo pagar con lo que gano en el restaurante. Pero es algo nuestro. Donde podemos estar juntos.
Después de que la ayudo a acostarse, me quedo hasta que se queda dormida. Abro el refrigerados, y hay comida, pero es para ella. alcanzará hasta que me paguen. Es ella la que necesita alimentarse bien. Necesita estar fuerte para recuperarse.
Tocan a la puerta y cuando abro es papá. Volteo a ver la cama, donde esta Sofía y el me hace gesto para salir a la calle. Nos sentamos en los escalones de la entrada del edificio de departamentos
—¿Cómo estas? —Me pregunta y solo sonrío, un silencio incomodo crece sobre nosotros. Aunque fue papá quien me corrió de la casa después de aquella pelea, el nunca ha dejado de venir a verme—Te traje una hamburguesa
Me dice y me da la bolsa con el combo de hamburguesa
—Gracias, no era necesario—Le digo pero mi estomago me traiciona al oler el contenido de la bolsa, lo veo sonreír con cariño—No necesito limosna
—Jamás he pensado que te doy limosna Logan—Dice mi padre dolido—Creo que sigues pensando que no quiero que regreses a casa, campeón
—Tu me corriste
—Golpeaste a Novak, Tara y Holger terminaron encerrados, por tus acciones…
—Ellos…
—Ese es el problema Logan, sigues sin entenderlo
—Es que tu la odias—Le digo con rencor, señalando con la cabeza hacia el interior del edificio, el frunce el ceño, suspira
—No Logan, no la odio—Me dice con resignación—Pero tu no quieres entender lo que es mejor
—¿Qué? ¿Para mi? Para mi lo mejor es estar con ella, apoyarla—Levanto la voz—Yo la amo.
Mi padre se levanta y yo con él, me da una palmada cariñosa en la espalda.
—Pronto lo entenderás, hijo—Lo miro molesto, no entiendo porque simplemente no me apoya—Y cuando lo hagas, quiero que tengas claro que aquí estaremos para ti
Me extiende de nuevo la bolsa y esta vez la tomo. Me sonríe con tanta comprensión e incluso con amor. No hay culpa en su mirada no hay enojo. Tengo 1 mes viviendo con Sofía y el no me ha pedido regresar, y no quiero que lo haga, porque no me iré con ellos. no regresaré a casa nunca.
—Gracias—Le digo por la hamburguesa, y el sonríe
—Te veo en el torneo Logan—Me dice—Te amo, hijo
—Y yo a ti
Se da la media vuelta y se va caminando. Sé que la vida ahora me presenta esto muy difícil, pero espero algún día ser igual que mi padre. Y sé que con Sofía a mi lado será así. Ahora es difícil, pero todo mejorará.
(…)
Abro los ojos con muchísima pesadez, cuando suena el despertador. Llevo mis manos a ellos, para hacer un poco de presión y espabilarme de ese sueño. O mas bien recuerdo.
Veo el reloj son las 5 de la mañana, me levanto para hacer ejercicio, lo que me levanta el animo, nada como una sesión de pesas, y cardio para despejar la mente, con la música a todo volumen. Me baño, y bajo a desayunar con Dylan, que sonríe al leer algún menaje, supongo que de Tara.
—¿Todo bien? —Le pregunto
—Tu ahijado es un torbellino—Dice y me enseña un video de Peter, que esta persiguiendo al pobre perro de su vecino por todo el jardín.
—Si… supongo que lo sacó de ti, Tara era muy tranquila—Le digo comiendo la fruta que ya pidió el. La ventaja de conocerlo y trabajar con él desde hace tanto, es que ya me conoce lo suficiente como para pedir por mi.
—Si, estoy de acuerdo, y mi madre, también lo estaría—Me da gusto que Dylan se volviera a acercar a su mamá, el se fue de su casa, a los 16 años, poco después de que Sofía nos dejo. Es cuando mi padre lo casi adopto en Alemania. Hace poco volvió a hablarse con ella, y parece que su relación mejora con el tiempo—¿Dormiste bien?
—Si—Le digo, pero sé que no me cree, no se como es que el siempre ha sabido cuando le miento, pero decide no decir nada
—No sé como le haces para estar al cien, cuando te dormiste mínimo a media noche—Levanto las cejas en sorpresa—Tu ultimo mensaje fue a las 11:30
Me río y tomo del jugo.
—Y me levante a la 5 a hacer ejercicio
—Estas loco
—Sabes que no suelo dormir mucho—Le digo, terminamos de desayunar, y nos vamos a conseguir la pieza que me dijo la niña, para llegar a la hora debida al taller.