Atracción prohibida

—¿Qué está pasando aquí? — grita Amanda enfurecida al ver a su esposo con otra mujer. —Mi amor... — responde Fausto desconcertado. —Armando — habla Paola igual de desconcertada y sus ojos van de su esposo al intruso en la habitación y a la enojada mujer, se tapa con la sabana y observa la mirada iracunda de su esposo. Armando entra a la habitación y va directo a la cama, toma a su esposa del brazo para levantarla, la mira con furia y desprecio para después soltarla haciéndola caer de nuevo a la cama. Se da la vuelta y toma a Fausto por el cuello de la camisa para propinarle un golpe con el puño, Fausto desprevenido recibe el impacto sin siquiera entender la situación. La escena es muy crítica, Paola semidesnuda en la cama de un hotel con otro hombre qué estaba a punto de quitarse el pantalón. —Sos un maldito, no te quiero volver a ver — grita Amanda al ver a su esposo con otra mujer y sale de la habitación sin que Fausto pueda detenerla. —Armando — grita Paola con lágrimas qué salen sin control, pero su esposo la ignora y sale junto a Amanda, dejandola con Fausto. —Largo de aquí —grita Paola— ¿como entró a mi habitación — pregunta nerviosa y asustada. Fausto se limpia la sangre de la comisura de los labios y observa a la mujer en la cama. —Usted es la que tiene que explicarme qué fue lo que sucedió, este es mi hotel y mi esposa me citó en esta habitación — responde con arrogancia y enojo. —Está equivocado, mi esposo me citó aquí, esto debe ser un error, no puede estar pasando — llora. Fausto saca del bolsillo del pantalón la tarjeta que recibió — mi esposa mandó esta tarjeta — responde Fausto acercando el papel a Paola. —No puede ser, es muy parecida a la que recibí — se pone de pie, envuelta con la sabana y saca la tarjeta de su bolso. —Maldición, debió ser una trampa para involucrarme— rebate Fausto. —¿Por que alguien querría hacer esto? - inquiere Paola con frustración. —¿Eres la esposa de Armando Valencia? —Si, ¿tu quien eres? —Soy Fausto Peña, tu esposo y yo acabamos de firmar un contrato. —¿Cómo es que acabamos metidos en esta situación? - indaga Paola aun sin asimilar lo que acaba de ocurrir. —No lo sé, tengo que hablar con mi mujer - responde con su camisa en la mano y sale de la habitación para ir tras Amanda. Paola se viste, recoge sus cosas y sale a prisa para buscar a Armando. --Horas antes-- Paola recibe una rosa junto con una tarjeta, con una amplia sonrisa abre el sobre y saca el papel, no hace falta preguntar en recepción quien mandó el obsequio, su esposo siempre tiene este tipo de detalles con ella, a pesar de tener más de 20 años de matrimonio, la pasión y el romanticismo no han disminuido. —Te veo en el hotel donde festejamos nuestro último aniversario, seis en punto, habitación 601, lleva tu mejor atuendo — lee en voz alta las palabras escritas en el papel y lo guarda en su bolsa de mano. Sonríe y muerde su labio al imaginar la sorpresa que su esposo tiene para ella. Toma su celular y realiza una llamada. —Hola mamá — responde Tadeo. —Hijo cancela la reservación para comer con papá y avisale a tu hermana — contesta Paola. —Pero hoy regresa de viaje, se supone que lo recibiríamos con una comida — inquiere Tadeo. —Él y yo cambiamos de planes, festejaremos su regreso los dos solos. —De acuerdo, diviértanse. —Te quiero Tadeo. —También te quiero mamá. Paola corta la llamada y sale a prisa de la oficina para ir al centro comercial y comprar un atuendo nuevo para esperar a su esposo, una vez lista y con varias bolsas de compras, maneja directo al hotel. Llega media hora antes de la cita, sabe que el avión debe estar por aterrizar y que él no tardará en llegar al hotel, se pone el sexi atuendo qué compró para la ocasión, una sola pieza con detalles de encaje y transparencias, luce erótica y sensual, apaga las luces, cierra las cortinas y se recuesta sobre la cama para esperar a su amado esposo. Fausto recibe una tarjeta similar a la de Paola, se da cuenta que ya es la hora de la cita así que inmediatamente va a recepción y pide la tarjeta de la habitación 601. En tanto, Amanda está en la galería de arte, hace varios años decidió abrir la galería en el mismo hotel donde su esposo tiene su oficina, mientras limpia una pintura antigua recibe una mensaje de un número desconocido, —tu esposo te engaña, ahora mismo se encontrará con su amante en la habitación 601 — Amanda suelta el celular y prefiere ir directo a la oficina de Fausto, la cual esta en el complejo junto al hotel, apenas esta llegando a recepción cuando se percata de que su marido sube a uno de los elevadores qué conducen a las habitaciones. Sin pensarlo y ante las miradas sorprendidas de las recepcionistas, toma una de las tarjetas qué usan las recamareras para abrir cualquier puerta, entra en un elevador junto a un señor que se ve bastante molesto. En cuanto Fausto entra a la habitación y cierra la puerta comienza a desvestirse, se quita la camisa, se desabrocha el cinturón lanzandolo al piso, se desabotona y desliza el cierre del pantalón, esta por bajar la prenda cuando es sacado de golpe de sus pensamientos lujuriosos. —Te extrañé mi amor — escucha Fausto e inmediatamente enciende la luz sorprendido al no reconocer la voz. No tiene tiempo de reaccionar, pues la puerta de la habitación se abre abruptamente y su esposa y un nuevo socio irrumpen violentamente.