Capitulo 3

1160 Palabras
Could Estaba durmiendo tan bien hasta que tocaron a la puerta y veo a Lizz tapándose la cara con la almohada — quien sea si no es importante dile que ojalá muera — al parecer la Lizz linda no está por las mañanas — quien sea que seas Lizz te va a matar — abro la puerta y veo a mi hermano parado en la puerta con unos lentes de sol y una soda en la mano — ¿gran resaca no? — dejo la puerta abierta y me voy a tirar a la cama — no es resaca solo que no me gusta levantarme temprano — gruñe mientras se sienta en el sofá — y menos cuando una tal Lizz me quiere matar — de inmediato Lizz se levantó apenada al ver que era mi hermano — lo siento.. pensé que era — veo como Lizz se pone cada vez más roja — pensó que era su hermano — digo rápidamente para que ya no pase pena, me volví a acostar y vi que Matt estaba hablando con Lizz — voy a ir no se solo quiero irme de aquí para poder dormir — me levanto y me pongo zapatos junto a una chaqueta algo larga me llegaba un poco arriba de la rodilla salgo del cuarto decidí acostarme en la banca y tal vez dormir ahí ya que casi nadie pasaba nuestra habitación y la de Could y Finn eran las más lejanas entonces nadie solía venir — despierta querida Harr — escucho la voz de Could — querida nada, quiero dormir — — vamos no puedes dormir aquí — me levanto enojada y miro a Could — ¿qué haces despierto tan temprano? — — tenía que hacer unas cosas ¿me acompañas? me falta hacer algo más — solo asenti y me levante — más te vale darme un poco de café después — comienzo a bromear — todo el que quieras Harr después de todo soy dueño de una cafetería — — claro se me olvida, el niño le dijo a papi que quería comprar una cafetería y ya —  digo en forma de broma hasta que vi que Could no se reía — lo siento no quería — — no importa, pues no querida Harr no fue así mis padres murieron en un accidente hace años y como soy hijo único me quede con todo — no sabia que decir — pero fue hace tiempo no me afecta mucho ya así que no te disculpes — me pone una sonrisa — ¿y a dónde vamos? — pregunto al ver que bajamos al parqueo — pues vamos a hacer algunas cosas y de pasó vas a conocer más la ciudad — nos subimos a su auto — ¿te llamas Could o es como te dicen? — — me llamo Coulden Weston — — un gusto conocerlo señor Weston — me comienzo a reír ya que no miro a Could como alguien muy formal y serio — un gusto señora Harriet — me voltea a ver un momento sin distraerse mucho de la carretera — Miller — le sonrió — ¿se puede saber de dónde es la señora Miller? — pregunta curioso — de muy muy lejano — — en ese caso Harr de muy muy lejano ¿cómo terminaste aquí? — — soy de california creci ahí, pues me quería alejar de todo las chicas lindas y tontas que eran porristas y que salían con el capitán del equipo — — adivino tu eras la chica que siempre vestía de n***o y no tenía amigos — Could comienza a reír — fallaste yo era parte de esas chicas lindas y tontas — lo volteo y veo que su reacción de confusión — pero ¿cómo? Pareces demasiado buena para haber formado parte de eso y mírate estas toda de n***o — dice molestandome — tienes toda la razón, fue una pesadilla ni yo me soportaba y ahora solo me visto como me gusta, soy yo — — uy si te miras demasiado bien con tu pijama — comienza a reír se me olvido que no me había cambiado de ropa — para mi es un gusto conocer a la verdadera Harr — — ¿y tu? — — yo siempre fui yo y soy de aquí — dice con simpleza — bueno chico malo de nueva York un gusto conocerte — parecía que el quería decir algo pero solo puso una sonrisa — llegamos — estábamos afuera del Metropolitan Museum of Art — ¿un museo? — pregunte — tengo que hablar con unas personas aquí y en eso tu puedes ver el museo — entramos al museo y quedamos en encontrarnos en la entrada cuando el me mandara un mensaje en una media hora, comencé a ver el lugar el cual era espectacular cada parte de él — ¿lista? — doy un salto al escuchar la voz detrás mía — Could me asustaste — le doy un golpe suave en el brazo — que agresiva eres Harr — — eso no es verdad ¿ya terminaste? — le pregunté con una sonrisa — si ahora vamos a otro lugar — me toma de la mano y me dirige afuera de museo caminamos un poco y llegamos a un lugar donde hacen copias de llaves veo que Could se acerca y pide tres copias de una pequeña llave — toma — me da una de las copias — ¿qué es, la llave de tu corazón? — tomo la llave — oh querida Harr no sabes lo que te espera pero por ahora solo es la llave del café — — quien diría que el chico malo me daría pase libre a su café — sonrió — no soy un chico malo solo porque siempre tenga mis botas y mi chaqueta negra — hace una mueca y pone los ojos en blanco — ¿fumas? — — No — — ¿bebes? — — si — — ¿cuántas novias has tenido? — lo miro a los ojos un poco nerviosa — eso... ¡eso no! — dice a la defensiva — vamos chico malo dilo — — novias unas 30 o 40 tal vez — se nota que esta intentando recordar — y lo demás no recuerdo he perdido la cuenta — comienza a desordenar su pelo apenado — eres todo un chico malo — sonrió — no es mi culpa ser irresistible y muy encantador — me toma de la mano y nos vamos al carro — ¿podemos comer algo? Es que no he desayunado — — conozco el lugar perfecto — me mira un momento y nos dirigimos al lugar — debes estar jugando — veo que es un restaurante de comida italiana — vamos yo invito — pone una sonrisa inocente — bueno ya que tengo hambre — bajamos del carro yo con mi elegante pijama
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