Capítulo 1
Blanca tiene actualmente 22 años y hoy es un día muy importante para ella, así que mientras se prepara, hace un repaso de su vida y aunque reconoce que su historia no es fácil de contar, inicia con el nacimiento de Sherezade y la primera vez que oyó nombrar al “cliente misterioso” en el club Mask de Ángelo Santoro:
Con 17 años tenía cara de niña, pero cuerpo esbelto y bien formado de mujer, su cabello de color n***o intenso como sus cejas y sus ojos, formaba un atractivo contraste con su blanca piel. Por si fuera poco, se descubrió que también tenía buena voz, así que en un ensayo al que asistió, propuso cantar una canción para hacer un espectáculo tipo Burlesque, al coreógrafo y director del club le gustó la idea y comenzaron a prepararlo. Cuando Ángelo se enteró, se negó “porque ella era menor y no iba a bailar en traje de baño frente a un montón de gente”. –Todo eso lo dijo Ángelo muy molesto porque los encontró ensayando.
Sin embargo, con lo ingeniosa y decidida que era, le dijo al coreógrafo que le diera un día para resolver el problema. Blanca buscó en los camerinos y encontró una peluca, una máscara de encaje n***o que le cubría casi todo el rostro, se agregó un lunar en la barbilla, pintó sus labios de un rojo intenso y pidió prestados unos lentes de contacto azules, los desinfectó bien y se los colocó, consiguió zapatos y se puso el traje para bailar, que le quedaba perfecto. Al otro día se presentó así ante Ángelo:
–¿Qué desea señorita? –preguntó extrañado y mirando de arriba abajo a la joven que estaba parada frente a él.
–Hablar con usted.
–Conozco esa voz ¿tú eres Blanca?
–Si usted no me reconoció, nadie en el público lo hará, me vestiré aparte y ni siquiera el grupo sabrá quién soy, puedo comenzar de inmediato, pero si el club se llena por el nuevo espectáculo que fue mi idea, debe reconocerme alguna ganancia extra para rebajar aún más la deuda, ¿de acuerdo?
–Como que has aprendido demasiado oyendo mis tratos mientras finges investigar en mi computadora.
–¿Para qué habla en mi presencia?
–Lléname el club y negociaremos.
–Gracias gordo.
–¿Cómo?
–¡Gracias Sr. Ángelo!
Blanca salió corriendo a buscar al coreógrafo y Ángelo quedó riéndose.
***
El nuevo espectáculo tenía mucha promoción, se anunciaba su estreno indicando la novedad del Show Burlesque con el debut de Sherezade –este nombre lo adoptó Blanca para sus presentaciones.
Ángelo le había dicho que si todo salía bien, tendría dos presentaciones semanales, lo harían jueves y sábado porque el viernes los dejaba para el juego ya que viene mucha gente a esa parte. Blanca cruzaba todos sus dedos, deseando que asistiera mucho público, su presentación sería a las 10:00 pm en punto.
Estaban todos preparándose cuando un grupo de bailarinas comenzó a reír y a murmurar, ella se acercó curiosa y preguntó:
–¿Qué pasa chicas?
–Llegó el “cliente misterioso”.
–¿Cuál “cliente misterioso”? ¿Dónde está? –preguntó corriendo un poco la cortina y asomándose hacia el público.
–Se sienta en el reservado de la izquierda –le informó una de las chicas.
–¿Por qué es misterioso?
–Usa sombrero, lentes oscuros, casi no habla y ninguna sabe su nombre –agregó otra chica.
–Siempre pide baile privado –añadió otra.
–No te toca, no permite que lo toques y si le gusta lo que ve, te invita al cuarto verde.
–¿Y luego? –preguntó Blanca.
–Hace sus cosas, no te besa, no te habla, pero te toca por todas partes, termina, paga y se va.
–¿Qué cosas? –seguía indagando Blanca.
–¡Niña! Las que hacen un hombre y una mujer –respondió el coreógrafo poniendo los ojos en blanco. Vamos tienen que terminar de arreglarse.
Todas corrieron, pero Blanca quería saber más del cliente ese, al terminar averiguaría más sobre él.
Llegó el momento de su debut, Ángelo estaba tras bastidores tan nervioso cómo Blanca, antes de que ella saliera la revisó bien para que no se descubriera quien era en realidad, le hizo una señal de la cruz en la frente y la mandó al escenario.
Fue un éxito total, la aplaudieron de pie y pedían otra, Blanca tenía otra canción, pero Ángelo dijo que el sábado haría las dos, por esa noche dejarían al público pidiendo más, solo autorizó a que saliera para agradecer y volvieron los aplausos.
Una mesera se acercó a hablar con Ángelo y este le indicó:
–Dile que ella no es parte del grupo ordinario de bailarinas, que escoja otra.
El coreógrafo preguntó:
–¿Qué sucede jefe?
–El cliente ese, quiere un baile con Sherezade.
–Con razón respondió así.
La mesera volvió diciendo:
–Ofrece doble o triple.
–Dile que pague sencillo a cualquier otra, Sherezade no baila en privado y además ya se fue.
–Qué molesto es –señaló el coreógrafo.
–Todas dicen que es multimillonario, así que creerá que todo se compra.
–Menos nuestra niña.
–Exactamente –confirmó Ángelo.
***
Después de cambiarse Blanca volvió con las chicas que murmuraban sobre lo sucedido con el cliente, al parecer había pedido a Sherezade y Ángelo se negó, el cliente se había ido, seguramente molesto, todas se lamentaban porque daba excelentes propinas y las que habían ido al cuarto verde decían que es espectacularmente hermoso. Viene una o dos veces al mes, ahora tal vez no vuelva porque no obtuvo lo que pidió, dicen que ofreció triple por ella. Blanca preguntó:
–¿Ángelo dice quién hace bailes privados y quién va al cuarto verde?
–Realmente no, cualquiera de nosotras va sin problemas, solo lo acordamos con el cliente y le avisamos al guardia –le explicó una de las bailarinas.
–Primera vez que prohíbe que una bailarina vaya –agregó otra de las chicas.
–¿Y dónde está esa Sherezade? –indagó curiosa Blanca.
–Ángelo dijo que ya se fue.
–Debe ser especial para él, ya que la cuida tanto –comentaba otra bailarina
–Bueno es su nueva estrella –aclaró una de ellas.
–¿Lo sabrá Gina? –preguntó con tono burlón otra bailarina.
–No es tanto si lo sabe, sino que ¿si lo aceptará? –replicó otra.
–¿Quién es Gina? –Quiso saber Blanca–, a pesar del tiempo que tenía allí, no sabía de esa bailarina. Bueno es que Ángelo no le permitía acercarse a esa zona –reconoció mentalmente.
–La amante del jefe, aunque ellos creen que no sabemos –respondió una de las chicas riendo. Se cree la súper estrella del club, si esa Sherezade no se cuida, tendrá problemas con ella.
Blanca guardó silencio, Ángelo dijo que mientras fuera menor de 18 años, nadie podría saber quién es realmente, así que por ahora estaba tranquila con la Gina. Decidió irse a su casa a descansar, estaba muy feliz con su debut y los aplausos fueron embriagadores.
***
Al salir, Blanca vestía pantalón de jean y sweater de capucha que le cubría toda la cabeza y parte de la cara, iba caminando hacia el automóvil del guardia, cuando otro automóvil se detuvo a su lado, el chofer bajó un poco la ventanilla y la llamó:
–Oye chico ¿trabajas en el club de Ángelo?
–Soy una chica y trabajo en el restaurante, ¿por qué?
–¿Conoces a la artista Sherezade?
–¿Qué quiere con ella? –preguntó Blanca desafiante.
–Enviarle un mensaje.
–Pero ya ella no está, se fue al terminar su presentación.
El hombre miró hacia el asiento de atrás y habló en otro idioma, ella no pudo distinguir cual era, luego se volvió hacia ella y le extendió un sobre, mientras le daba instrucciones:
–Es necesario que le des este sobre cuando la veas. Y esto es para ti por la molestia. –Le entregó un billete de $100.
–Muchas gracias, haré su mandado, no se preocupe.
–Gracias. –Seguidamente el hombre subió el vidrio y se alejó.
***
Cuando Blanca estuvo sola abrió el sobre, contenía $1000 y una tarjeta que decía: “Espero conocerte personalmente luego de tu próxima presentación, quiero que bailes para mí”. No tenía firma.
“Tiene que ser el cliente misterioso” –se dijo a sí misma. Se asustó por el dinero y volvió a entrar al club y buscó a Ángelo:
–Sr. Ángelo, vamos a su oficina rápido.
–¿Qué te pasó Blanca?
–Mire –le extendió el sobre a Ángelo– un carro se paró a mi lado y el chofer me dio eso.
–Que empeño de ese hombre –exclamó Ángelo cuando vio de qué se trataba.
–¿Qué hago?, me dijo que le diera ese sobre a Sherezade.
–Bueno, en eso cumpliste. No te preocupes, pero debemos pensar en la excusa para la próxima vez que venga.
–¿Y ese dinero?
–Quédatelo Blanca, cómprate algo.
–¿Y su parte?
–Esto no es ningún pago por tu actuación, esto es un regalo aparte, te pertenece totalmente.
–Si lo llevo a mi casa y mi padre lo encuentra ya sabe lo que pasará. Tomaré $100 y el resto déjelo Sr. Ángelo, por los zapatos que me compró. Ahora si me voy, hasta mañana.
–Hasta mañana Blanca.
Ángelo fue a su oficina y abrió una caja fuerte, allí había una caja de metal identificada con la etiqueta “NIÑA” introdujo el dinero y la cerró.
***
Blanca llegó a su casa y como su padre no estaba, hurgó en el escondite que poseía para el dinero, aún le quedaba un poco de lo que tenía guardado por la venta del auto viejo que le había mandado su madre de regalo cuando cumplió 16 años y agregó los $100 que acababan de darle los hombres que le preguntaron por Sherezade.
De pronto pensó en su madre, quién se había ido a triunfar y en la última vez que la vio:
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***
Blanca fue al restaurante apenas terminó la clase, se cambió rápido y corrió a la cocina ya que estaban atareados con la hora del almuerzo, trabajó arduamente y luego fue a buscar al coreógrafo para ensayar ya que harían dos canciones el sábado, pero él estaba con el grupo de baile general y después ensayaría cada canción del Burlesque con las chicas acompañantes, es decir aún no tenía tiempo para ella, por lo que se fue a su rincón favorito a practicar idiomas, Ángelo pasó cerca, la vio y habló con ella en italiano sobre el éxito del jueves y que deseaba con mucha sinceridad que se repitiera el sábado, Blanca lo entendió perfectamente y le respondió de igual forma. Ángelo le dijo:
–Ya hablas italiano ¿también lo escribes?
–Sí señor, al fin después de 6 años estudiándolos, ya hablo, escribo y leo en italiano, en inglés y en francés –manifestó muy orgullosa.
–Tiene mucho mérito que haya sido por tu propia cuenta, te felicito. Y ¿cómo vas con los estudios? No quiero que descuides eso.
–No se preocupe, todavía me falta, pero debo decirle que al terminar buscaré trabajo como Asistente Ejecutiva por lo que solo podré venir en las noches, si le parece alternaré la cocina con el show porque me gustó lo de cantar y bailar, además por la cantidad de aplausos puede decirse que lo hice bien.
–Es así, lo hiciste bien. Toma, esto te ayudará con el transporte y la comida por unos días –Ángelo le extendió $300–. Te dejo ahora, sigue con tus idiomas.
Cuando el coreógrafo se desocupó fue a buscarla, la llevó al espacio que tenían para ensayar y comenzaron sus prácticas, lo hizo con dedicación y anunció que tenía otra canción para alternar la siguiente semana, pensaba repetir la que más aplaudieran el sábado y agregaría la nueva, hizo la coreografía para esa, el coreógrafo modificó algunos pasos y le dijo que se prepararía para que las chicas la aprendan también. Blanca rio y le dijo que al cumplir los 18 años ya no tendría que ensayar doble porque ella se descubrirá ante todas.
***
–¿Ángelo puedo hablar contigo? –Gina hizo la pregunta mientras entraba a la oficina principal.
–Claro Gina, habla.
–¿Soy tu estrella?
–Por supuesto, tú sabes eso.
–¿Ganas suficiente con mis bailes privados?
–Si Gina, los dos ganamos bien.
–¿También ganas con mis sesiones más íntimas en el cuarto verde?
–Si también gano con eso. –Ya fastidiado le pregunta: ¿A qué viene este interrogatorio?
–Quiero saber ¿por qué creaste un show nuevo y no fue para mí?
–Yo no he creado ningún show nuevo, aquí se presentó alguien con una idea que podía hacerme ganar dinero y la acepté. Esa chica trajo todo, coreografía, canciones, hasta los carteles ¿qué querías que hiciera?
–Que me lo dieras a mí.
–No Gina, no seas así. Además esa artista está a prueba, si en un mes no veo ganancias se va, ni siquiera es todas las noches. Tú eres y serás siempre la estrella.
–¿Y por qué no dejaste que atendiera al cliente que pidió un privado con ella?
–Porque ella no es bailarina regular de aquí, está a prueba. Por otra parte sé que tú has estado con él antes, también quise respetar que es tu cliente. ¿Ves cómo cuido tus intereses?
–Eso espero o de lo contrario aliviarás tus tensiones tú solo.
–Vamos Gina, no puedes estar celosa de alguien que cantó una sola canción.
–Adiós Ángelo.
–Adiós cariño, vuelve más tarde, estoy muy tenso, fue una semana difícil.
Gina salió y Ángelo quedó pensativo, se entusiasmó tanto con el nuevo espectáculo que ni siquiera pensó en su bailarina principal, debía estar más atento y proteger a la chica, porque Gina puede ser muy mala si se lo propone, ha hecho llorar a muchas de las otras bailarinas por menos que tener un baile.
***
El sábado Blanca pasó el día en la cocina no quería saturarse con la presentación, a la hora señalada para ella salió convertida en Sherezade, hizo la canción nueva y repitió la del jueves, en ambas obtuvo muchos aplausos, todo el lugar estaba abarrotado y fue un éxito rotundo. Le lanzaban flores y tarjetas de presentación, Blanca disimuladamente miró hacia el reservado y el “cliente misterioso” estaba aplaudiendo, aunque no se puso de pie como el resto, también distinguió dos hombres como vigilando el reservado. Ella se sentía en las nubes oyendo los gritos entusiasmados del público, se retiró feliz. Luego de cambiarse fue a la cocina, se preparó un sándwich y se lo llevó al camerino de las chicas donde comentaban, otra vez, sobre el “cliente misterioso”, se hizo la desentendida, pero estaba atenta a lo que decían:
–¿Volvió misterio?
–Sí, sí vino.
–¿A quién pidió?
–A Sherezade.
–¿Y?
–Le volvieron a decir que no.
–¿Entonces?
–Solicitó hablar con Ángelo, está con él ahora.
–Ya ha venido dos veces esta semana, ojalá cambie y me pida, cuando bailé le lancé un besito –confesó una de las chicas de nombre Bárbara.
En la oficina de Ángelo se desarrollaba la siguiente conversación:
–¿En qué puedo servirle señor…? –esperaba que el llamado “cliente misterioso” le diera su nombre.
–¿Por qué Sherezade no puede atenderme? –preguntó sin preámbulos el cliente.
–Porque no es parte del grupo de bailarinas del club, está de prueba, si tiene éxito tal vez la contrate.
–¿Dónde puedo hablar con ella?
–No tengo idea señor, ella viene, canta, baila y se va.
–¿Cuánto por darme sus datos? –al decir eso el cliente sacó su chequera.
–Soy hombre de negocios y nada me gusta más que ganar dinero, sin embargo, en esta oportunidad no puedo ayudarlo.
–¿Sabe quién soy?
–No señor.
–Tengo dinero suficiente para comprar su club ahora mismo por la cantidad que quiera.
–Sabe que no es necesario y estoy seguro de que en el fondo no desea comprar mi club, solo tiene curiosidad por una artista nueva, pero tengo una docena de chicas en el club y cualquiera de ellas le servirá con gusto.
–Quiero a Sherezade –insistió con impaciencia.
–Lamento no poder complacerlo ¿señor…? –otro intento fallido para obtener su nombre.
–Aquí hay una jovencita que trabaja en el restaurante, le di un sobre para Sherezade.
–Esa jovencita me trajo el sobre a mí y yo mismo se lo entregué a Sherezade en sus manos.
–¿Dijo algo?
–En absoluto, recibió el sobre y no lo abrió en mi presencia, entonces le dije que había cantado muy bien y prometió volver el jueves. ¿Puedo preguntar por qué ella?
–No lo sé realmente, pero es diferente.
–De eso si puedo dar fe, es diferente –dijo Ángelo como si hablara de una hija.
–¿La conoce bien?
–No, no, pero como usted, yo también lo noté. –Ángelo se lamentó de su comentario anterior, pudo haberse descubierto.
El hombre ya no insistió y se retiró de la oficina, seguido de sus escoltas. Enseguida entró Gina, quería saber de qué hablaron Ángelo y su cliente:
–¿Y bien?
–Nada Gina, quería comprar el club.
–¿Qué?
–Lo que oíste, vino a hacerme una oferta por el club –no le diría a Gina el verdadero motivo de la reunión con el cliente.
–Las chicas dijeron que preguntó por Sherezade, creí que había venido a pedírtela a ti.
–No me preguntó por ella, solo vino con su chequera en la mano a comprar el club.
–Es extraño.
–No tiene nada de extraño, si ha venido otras veces, sabe que es un club exitoso.
–¿Seguirás presentando a Sherezade?
–Le di un mes de prueba, así que le quedan 3 semanas más. Hoy me fue muy bien, nunca había estado tan lleno el club.
–¿Cómo que nunca? Yo he llenado este club.
–Gina, Gina, Gina, mi estrella brillante. Tú nunca has llenado este club, pero eres mi favorita, lo sabes.
Gina salió molesta de la oficina. Ella le gustaba mucho, pero él era brutalmente sincero, no podía evitarlo.
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Ahora se ocuparía de revisar las cuentas de la jornada, Sherezade produjo mucho dinero esa noche y debía calcular las ganancias de Blanca para ponerlas en su cajita, llevaba mucho tiempo haciendo eso, prácticamente desde que ella comenzó a trabajar para él, nunca olvidaría ese día cuando Albert Prince entró llevando de la mano a su niña de 12 años cumplidos esa misma fecha, quien en su inocencia no captaba la desfachatez de su padre que estaba dispuesto a llevarla al local de un hombre inescrupuloso y peligroso, solo por cobardía.
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