Margaret lo observo alejarse con calma, pero el chico tenía todo menos eso, su mirada reflejaba ira que difícilmente podría contener, apretó los dientes y paso su mano por su cabello intentando reprimir las maldiciones que querían salir de su boca. Observo a Laila acercarse con cautela, él avanzo con velocidad y la tomo del brazo con fuerza llevándosela lejos de allí donde nadie pudiera verlos. El vampiro empujo a la pobre creatura contra una pared con una fuerza descomunal, lo que provoco que ella perdiera el aire de sus pulmones, Laila tocio, pero no pudo reponerse dado que Aleister la ahorco mientras la miraba con ira. —Puedes explicarme ¿Por qué no me dijiste que había regresado? Maldita sea, Laila —Aleister la soltó, se giró y maldijo, intento mantener la calma apretando sus manos c

