No soy nada de eso

1051 Palabras
Stuart no dejo de decir lo mucho que me ama y lo apenado que está conmigo por lo que sucedió, me dijo que no toleraba la manera en que me miran los hombres, pero que entendía que no es mi culpa que lo hagan, no es algo que pueda evitar como lo dije anteriormente, acepté sus disculpas porque me parecieron autenticas y sinceras, la verdad que lo quiero mucho, pero solo una oportunidad pienso darle, solo una para ver si en realidad va a cambiar. Anduve todo el obsequio que me dio todo el día, podría escuchar los suspiros de las otras chicas al ver tan maravilloso regalo, pero estoy segura que por cabezas ni siquiera pasa el porqué me lo ha dado. —Te quiero hermosa. Con las pocas ganas que tengo le respondo tan cortante como puedo, estoy desilusionada, creí que era un hombre maravillosa por como se comportaba, pero ahora no estoy tan segura de ello. —Chao. Mi única respuesta. Durante la semana se comportó como un príncipe conmigo, todos los días traía consigo algún detalle para compensar su falta, es sábado e iremos a nadar un rato, lo invité para que estuviera con nosotros y mis padres vieran que estamos bien, me coloqué un traje de baño no muy revelador, pero sí que me permita nadar con comodidad, cuando me vio salir con el traje de baño tomó mi hombro y me haló hacía él. — ¿Otra vez Nicole? ya viste como te están viendo. Miro y en realidad no hay nadie viéndome, coloque el traje de baño que más me tapara y aun así estoy provocando a los hombres ¿Qué se supone que haga? intento tener compostura y no mostrar miedo, pero lo tengo, tengo miedo que vuelva a pegarme y aquí nadie podrá defenderme, mis padres están lejos de nosotros y mi hermano ha desaparecido como siempre. — Por favor Stuart, aquí no, mis padres están acá, prometiste no volverme a lastimar, te lo pido. Hizo presión en mis brazos y me soltó, de inmediato busqué a mis padres y me quedé junto a ellos durante el día para salvaguardarme de ser golpeada nuevamente, no quise meterme a la piscina mis ganas de divertirme se esfumaron, cambié mi ropa sin dar una explicación del porqué, estaba apunto de llorar por lo que él hizo, lo prometió y no lo cumplió. — Perdóname Nicole, me pone mal ver como te miran, por favor ya no uses esos trajes de baño, quiero protegerte, solo es eso, ese es el motivo del porqué actuó así contigo, yo te amo mi amor. Comenzó a besarme y sin ganas lo besé también, un beso frío y sin sentimientos, así me sentía yo, me daba asco probar sus labios, sentía repudio hacia mi misma y me culpaba por tener que estar en esto. — Perdóname mi amor, perdóname. No respondí, me fui a casa y en mi recamara volví a llorar como hace ocho días, sabía que era imposible que él cambiara cuando me culpaba de cosas que yo ni siquiera le prestaba atención ¿Cómo se supone que vaya vestida para la piscina? Era una pesadilla lo que Stuart me estaba haciendo pasar, lo que me hacía sentir y pensar, todo era una pesadilla, una maldita pesadilla, pero lo peor era que no me atrevía a decirle a mis padres ¿Qué iban a pensar de mí? Domingo llegó y salí con mi familia, por un instante olvidé a Stuart y sus celos absurdos, me divertí mucho cómo si no lo hubiera hecho en años, pero eso provocó aun más el enejo de Stuart al no responderle los mensajes y las llamadas, sus mensajes eran: — ¿Con quien estas? ¿estás con otro hombre usando esa ropa vulgar? Eres una puta Nicole. Solo lloré al ver sus mensajes, disfrutaba mi domingo con mi familia ¿Qué había de malo en ello? mi habitación se había convertido en mi desahogo, nadie se daba cuenta de lo que sucedía entre Stuart y yo, de alguna manera comencé a sentir miedo por mi seguridad e integridad, sabía que era capas de golpearme, pero ¿Era capas de hacer algo más? ese era mi mayor miedo. —Responde de una maldita vez. ¿Con quién estás? Mi corazón estaba agitado o al menos así lo sentía, sentía un helaje por todo el cuerpo, él sabía que estaba con mis padres y mi hermano, no había motivo para que me insultara tanto y mucho menos pata que desconfiara de mí. —Nicole te llama Stuart Con mucho temor respondí. —¿No viste el mensaje? ¿Estás muy ocupada para no responder? —Ya lo iba a hacer, como has notado estoy con mis papás. Colgué la llamada y le regresé el celular a mi madre, apagué el mío para no tener que estar leyendo sus ofensivos mensajes, sabía que al estar de regreso y encendiera mi celular me encontraría con un sin fin de ellos, esa idea me aterraba, pero era martirizarme en la noche a salvo en casa o arruinarles el día a mi padres por mi actitud. —Hija te llama Stuart —miré a mi padre quien me extendía el celular y le hice de muecas que por favor le inventara cualquier excusa en con tal de no tener que hablar con él —que extraño me pareció ver a Nicole cerca de mí, pero a de estar en el baño, cuando regrese le digo que te regrese la llamada. Papá sabe que algo no está bien conmigo, le sonrío intentando hacer que crea que estoy bien para no preocuparlo, pero solo quiero irme de aquí y llegar rápido a casa para encerrarme en mi habitación. —No sé donde esté Nicole ha de estar en el baño, deja de ser intenso y deja que disfrute el día con la familia. Se le escucho decir a mi hermano muy enfadado y no es para menos primero llamó a mamá, luego papá y luego él. ¿Qué tiene la loca idea que estaría sola con algún hombre? Nunca he sido de dar esa clase de ejemplos y aunque me gusta divertirme siempre lo he hecho con mis amigas e inclusive con él, no tiene motivos para hacerme esto.
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