Capítulo XII

1789 Palabras
Tara miro hacia los lados de la habitación, pero no vio nada y dudo mucho si tenía que tomar sus sabanas, se inclinó lentamente mientras miraba a todas las direcciones, se dio cuenta de que las luces estaban empezando a parpadear, levanto las sábanas y se dio la vuelta, en ese momento sintió como alguien o algo la empujo hacia atrás que hizo que las sábanas cayeran al suelo y ella sintió como empezó a ser levantada del suelo, no pudo ver mucho, pero si una sombra igual a la que aparecía en el video de su llamada con su amiga, se estaba quedando sin aire y sentía que iba a desmayarse tarde o temprano y finalmente escucho otro ruido, era la puerta abriéndose y de pronto sintió como aquello la soltaba haciéndola caer en el suelo, sintió un golpe en su frente. -Tara-escucho la voz de Christopher mientras la ayudaba a sentarse en el piso de la lavandería- ¿Qué paso? -le toco la herida de la frente, ella sentía el hilo de sangre en la frente -Estaba aquí-dijo ella buscándolo con la mirada-Él… estaba aquí - ¿Él? -dijo confundido Christopher mientras trataba de entender las palabras de Tara -Estoy segura de que un hombre fue quien asesinó a Eveline-miro a Christopher con miedo - ¿Qué le paso a tus sabanas? -dijo mirándolas con algo de confusión - ¿Lo ves? -Tara había pensado que solo ella podía ver el rojo de la sangre en aquellas sabanas -Claro que lo veo, ¿por qué no lo vería? -Pensé que solo yo podía hacerlo-dijo ella viendo las sábanas, Christopher se puso de pie y miro las sábanas de la misma manera -Voy a meterlas a la lavadora, no sabemos si alguien más las puede ver Tara estaba sentada sobre la cama mientras que Christopher acomodaba las demás cosas, la había ayudado a cambiar de sabanas en la habitación mientras las otras se habían lavado y se encontraban secándose. -Tengo que curarte esa herida-dijo Christopher mientras caminaba hacia el baño, Tara solo lo miro y después salió con el botiquín en las manos -No creo que sea tan grave-dijo ella cuando él se sentó, pero no podía saberlo si no había visto el golpe desde que entró a la habitación y estaba segura de que aquella parte se había dormido por completo -Porque no la has visto realmente-dijo mientras abría el botiquín y sacaba alcohol y algodón, ella solo suspiro y espero a que él curara la herida- ¿Qué fue lo que viste exactamente? -No pude verlo en realidad, pero escuché unos ruidos y después sentí como me levantaban del piso, me estaba impidiendo respirar y creo que estuve a punto de desmayarme si no hubieras entrado de repente a la habitación -Tenía que revisar las máquinas de monedas-dijo Christopher, aunque ella no le había pedido una explicación- ¿Qué más? -Anoche tuve un sueño extraño, soñé con Eveline y creo que presencié su muerte-dijo sintiendo el escalofrió en su espalda-Había mucha sangre y cuando desperté me di cuenta de que había sangre en todas las sabanas - ¿Qué piensas hacer ahora?, todo esto parece demasiado para nosotros -Eveline es la única que puede ayudarnos-dijo ella viendo a Christopher, ya había mencionado lo mismo antes, pero él no había estado muy de acuerdo con eso - ¿Estas decidida? -la miro, conocía la respuesta, pero aun así quería hacer esa pregunta -Voy a necesitar tu ayuda con eso, eres quien tiene la llave de la habitación -Si algo malo te pasa estando en esa habitación, nada podrá evitarlo -Yo, estoy segura de que no me hará daño, pudo hacerlo una vez y no lo hizo -De acuerdo, supongo que tendrá que ser en la madrugada cuando nadie más este despierto -Yo también pienso que eso será lo mejor, pero no creo ser capaz de quedarme en esta habitación sola hasta entonces -Vendré en cuanto acabe mi turno, si eso te hace sentir más segura-dijo Christopher y ella asintió lentamente a la propuesta del chico, él le dedicó una ligera sonrisa y después camino hacia la puerta para salir Tara miro el cubrecama que no se había manchado de nada, ni siquiera una gota seca de sangre se había traspasado a él, era realmente extraño, se puso de pie y decidió que quería darse una ducha, aunque no sentía la sangre en ella era como si tuviera esa extraña sensación de estar cubierta con ella de la cabeza a los pies, sentía el olor en su nariz y lo único que quería era deshacerse de él. Se puso de pie y camino hacia el baño de la habitación, se quitó el suéter y vio en su cuello que las marcas aun seguían en él, parecían no querer borrarse como un recordatorio permanente de lo que había vivido en esa habitación, ni siquiera la marca de su brazo se había desvanecido, pero ya no dolía y había cambiado de color, se quedó un momento sin moverse bajo el agua de la regadera, miraba solo un punto en la pared frente a ella, aquel sueño había sido bastante real para ella y empezó a pensar en lo difícil que había sido para Abigail la pérdida de su hija, salió de la ducha y se envolvió en la toalla para secarse y cambiarse de ropa, miro su celular cuando volvió a la habitación, ni siquiera había llamado a su madre de nuevo, no sabía si debía despedirse por si algo malo le pasaba en aquella habitación o en los problemas que tendría Abigail por eso. -Hola mamá-dijo cuando el tono le indico que podía dejar un mensaje-Creo que estas ocupada haciendo algunas cosas o tal pasando el rato con la familia, solo quería llamarte para disculparme una vez más por no haber podido ir a casa este año, de verdad lo siento-colgó antes de que se grabara su llanto en el mensaje, miro su computadora, pero quería despedirse de su amiga Salió de la habitación y fue hasta la de Linda, sabía que sería buena idea contarle lo que estaban a punto de hacer, tal vez ella podía ayudar a Christopher si las cosas no salían bien. - ¿Qué debemos hacer si algo no sale bien? -dijo Linda con incredulidad, no podía entender lo que ella acababa de explicarle -Sabemos que nadie más puede entrar o mejor dicho salir con vida después de hacerlo-dijo Tara metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón-Pero si logro averiguar qué fue lo que paso y ustedes son testigos, tal vez todo se resuelva - ¿Qué piensas resolver? -Para empezar, las muertes de esos huéspedes -De acuerdo, estaré ahí-dijo Linda con una ligera sonrisa en los labios y Tara asintió -A la medianoche-se puso de pie y camino hasta la puerta, cerró la puerta al salir y se recargo un poco en ella, miro el pasillo en silencio y después camino hasta su habitación no sin antes darle una mirada a la puerta la habitación 333. Tara estaba preparándose internamente para lo que iba a hacer, había sacado algunas cosas de su maleta y las demás las había puesto en ella, quería que todo estuviera en su lugar por si algo malo le pasaba, incluso había revisado si no tenía un mensaje de su madre, pero solo comprobó que gracias a la tormenta tenía mala recepción y eso la ponía un poco triste, escucho a alguien llamando a la puerta y se puso de pie, Christopher apareció con una charola de comida, en ese momento ella se dio cuenta de que podría ser la última comida que iba a probar. - ¿Cómo es que decidiste trabajar en un hotel? -dijo ella mientras dejaba los platos en la mesa de al lado, Christopher rio un poco ante esa pregunta -Bueno, no puedo decir que fue un sueño que tuve de niño, pero nunca pude encontrar que quería hacer con mi vida, no era como mi hermano y él sí que sabia - ¿Dónde está tu hermano? -Murió y yo decidí irme de casa después de eso, intentaba encontrarme a mí o algo parecido Pasaron el resto de las horas hablando de más cosas, Tara le conto un poco sobre su trabajo y sobre su familia, sobre todo porque tenía miedo de lo que estaba a punto de pasar, al menos de esa manera Christopher podría contactar a su madre y contarle lo que había pasado o al menos una parte de la verdad. -Ya es media noche, asumo que todos están dormidos-dijo él viendo el reloj en su muñeca, Tara suspiro espera que al menos Linda también estuviera ahí, escucho un ligero golpe en la puerta y se puso de pie -Hola-dijo Linda en el pasillo cuando ella abrió la puerta Los tres estaban frente a la puerta con el número 333, ella sentía como un frío le recorría la columna vertebral, vio como Christopher sacaba las llaves de su bolsillo y buscaba la de aquella habitación, escucho los sonidos al momento en que la llave entro en la cerradura y el pequeño clic que abriría la puerta al final. - ¿Estas segura de esto? -dijo Christopher y ella asintió lentamente, vio la habitación en penumbras, nada de la luz de la luna entraba por las ventanas cubiertas Ella dio un paso adelante con el mismo miedo de antes, entro a la habitación y después miro como la puerta se cerraba lentamente ante la mirada asustada de los que estaban afuera, ella se quedó sola en aquella habitación oscura y al momento en que lo hizo la puerta se cerró rápidamente y vio por última vez a las personas afuera de la habitación, no veía nada y eso era algo que la tenía aterrada, sin poder moverse. - ¿Eveline? -dijo esperando tener una respuesta o algo que le hiciera saber que su decisión no había sido un error, de un momento a otro sintió como una mano fría tomaba la suya con fuerza haciéndole daño, cerro los ojos con fuerza y cuando los abrió ella vio como el cuarto se llenó de una luz, brillante y bastante cegadora. De pronto la habitación se vio reconstruida, parecía recién pintada de color amarilla, el cubrecama era de un color blanco perfecto y las almohadas estaban sobre él esponjadas, vio que sujetando de su mano estaba Eveline con un vestido rosa y unas trenzas que colgaban de sus pequeños hombros. Vio la puerta abrirse y a un hombre entrar a la habitación, lo reconoció de inmediato, era el hombre que había visto correr furioso detrás de Eveline en su sueño, vio como aquel hombre se recostaba en la cama a dormir.
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