Llevo horas llorando por todo lo sucedido, por enterarme de la peor manera posible cómo es que mi supuesto amado y fiel esposo, no lo era.
¿Como paso de ser el príncipe de mi cuento de hadas para ser el maldito villano?
Un villano que odio con todo mi corazón.
No puedo caer en cuenta todavía de su traición, de como me engaño en mis propias narices y con la peor persona del mundo, mi hermana.
¿En qué mente cabe engañarte con un familiar?
De mi hermana no me causa sorpresa, siempre ha sido una celosa en cuanto a mí se refiere.
Desde que éramos pequeñas fue una niña envidiosa, egoísta y sumamente celosa.
Cada vez que era mi cumpleaños ella intentaba opacarme y yo como soy la hermana mayor, la dejara que hiciera lo que quisiera.
La trataba con tanto amor y devoción, que a pesar de tener todas las señales frente a mis ojos, jamás hice mucho por querer cambiarla.
Con los años fue teniendo una peor actitud, era una malcriada de mamá, ya que ella le aguantaba todas sus "travesuras" y berrinches.
La consintió tanto que ella creció pensando que todo lo que hacía estaba bien, cuando no es así y pues ahora, yo estoy pagando las consecuencias de su maldita actitud de que todo es de ella y de nadie más.
Aunque eso no le quita la culpa al idiota de mi esposo, o más bien, ex esposo.
Su rostro inexpresivo me sigue rondando la mente, ya que no demostraba nada, ni un gramo de remordimiento.
Dudo mucho que esté arrepentido, por ese engaño de una sola vez.
Una sola vez mis calcetines.
¡Ni el mismo se cree!
- Al menos el hijo de puta está respetando el acuerdo prenupcial, no hay nada anormal. Está todo en regla Leila - dice Ellie una de mis mejores amigas y abogada.
- No le queda de otra, de lo contrario lo demandas por infidelidad y te quedas con todo - suelta Jules mientras yo las escucho desde el piso de mi sala de estar con una botella de alcohol en la mano y la otra en mi vientre mientras no quito mi mirada del techo.
- ¿Qué hice mal para merecer esto? - suelto junto a dos lágrimas que se desplazan por mis mejillas.
- Nada, no hiciste nada de malo. Al contrario, fuiste demasiado mujer para un idiota como él. ¡Es él quien no te merece! - suelta Jules y yo sonrió a pesar de lo mal que me siento.
- Lo soy, siempre fui demasiado para él pero como me enamoré, no me fije en nada más - suelto junto a un suspiro.
- Lo siento cariño, de verdad que lamentamos que estés pasando por esto, no lo mereces - suelta Ellie y yo me encojo de hombros.
Me levanto del suelo y me siento en posición de indio al igual que mi amigas para beber de mi botella.
- Jamás lo vi venir ¿Saben? habíamos tenido una que otra diferencia pero a pesar de aquello, jamás sentí que Michael fuera capaz de traicionarme de esta manera...- de solo recordar sus palabras el asco me invade -...y en la boda de mi prima. ¡En mis propias narices! por qué no le creo ni por un segundo que fue un error de "borracho", porque recordando aquel día, no nos separamos en ningún segundo, solo cuando el fue a recibir una supuesta "llamada", llamada que fue más bien meter la polla en la v****a de mi hermana y dejarla embarazada, pfff. Bastardos - suelto con la rabia consumiéndome.
Me vieron la cara de estúpida durante semanas y si no fuera por el evidente embarazo, quizás todavía me estarían poniendo los cuernos.
Mis amigas ríen y me apoyan en toda, jamás lo pasaron, nunca confiaron en el pero como yo estaba enamorada de ese idiota, me dejaron caer en mi propia trampa.
- Siempre me dio mala espina que te pidiera quedarte en casa. ¡Hasta controlaba lo que comías! - si, para que fuera la esposa perfecta. La mejor mujer de la sociedad y todo lo admiraran por la mujer que tenía al lado.
- Fui tan tonta, que hasta me doy de mi misma - suelto y bebo otra vez.
- Todas, por que a pesar de que no confiábamos ni un poco en él, jamás dio señales de ser un hijo de puta como lo fue. Un poco controlador y obsesionado con su imagen pública pero no para creer que haría lo que te hizo - suelta Jules y asiento porque no tengo nada más que decir.
- ¿Por qué no piensas que fue la primera vez? - pregunta Ellie quitándome la botella para beber de ella.
- Por qué luego de que se fue y comenzará a asimilar todo lo sucedido. Recuerdos comenzaron a llegar a mi mente que en su momento, pase por alto pero ahora veo que no debería haberlo hecho - les digo y ellas me ven atentas.
- ¿Cuáles? - pregunta Jules.
- ¿Recuerdan mi último cumpleaños?...- les digo y ellas asienten -...pues bueno, ese mismo día me dijo que debía ir a la oficina por unos documentos de no se que cosa, demoró horas en llegar a casa y lo hizo casi media hora más tarde del inicio de la celebración y que creen? mi hermana igual - suelto y ellas comienzan a rememorar ese día y ambas al darse cuenta de ese detalle abren los ojos como platos.
- ¡Bastardo malnacido! - grita Jules.
- ¡Hijo de la gran puta! - le sigue Ellie y yo asiento a sus palabras.
- Sip, así mismo o la vez que me dejó en una celebración de la oficina como por una hora sin una razón válida o cuando en el cumpleaños de mamá se fue antes por que tenía dolor de cabeza, pues bueno, en ambas siempre también estuvo involucrada mi hermana. Así que si mis cálculos no me traicionan, deben llevar al menos un año engañándome - les digo y ambas comienzan a maldecirlo a viva voz mientras mi mente no deja de enviarme muchas más señales sobre su traición.
Limpia otra vez mi rostro de las lágrimas, ya ni siquiera me duele tanto que me traicionara, sino, lo idiota que fui yo al no darme cuenta cuando las señales eran más que obvias.
- Siempre pensé que ustedes eran el perfecto matrimonio y saber todo esto, nos indica que estábamos todos bastante ciegos o que ellos eran muy buenos para esconderse - dice Jules y yo pienso lo mismo.
- Probablemente ambas cosas y si mi hermana no hubiera quedado embarazada, mis cachos seguirían creciendo quizás hasta donde - les digo con una risa cargada de tristeza.
- Menos mal sucedió eso, sino que tristeza por ti amiga. ¿Imagina que hubieran tenido hijos y todo esto hubiera sucedido? tendrías que seguirlo viendo por siempre y al menos ahora, se divorcian y puedes seguir con ti - dice Ellie y si, también agradezco aquello.
- También pensé en eso, imagina, mis hijos y los de mi hermana hubieran sido primos hermanos solo porque su padre es un polla suelta ¡Qué escándalo! - digo y las tres sonreímos.
- Al menos siempre ocupó un condón, en eso si fue inteligente, al menos contigo - dice Jules.
- Necesito hacerme un examen de enfermedades de transmisión s****l, por que mientras se la metía a mi hermana, también lo hacía conmigo el muy asqueroso - les digo y ambas asienten.
- Si, definitivamente por que si te llego a contagiar de algo lo podemos demandar y dejarlo en la calle - dice Ellie con esa mente maquiavélica de abogada que tiene.
- Iré al médico por la mañana para que vean si es desgraciado no me contagio de clamidia o algo así y por su bien espero que no o lo mataré con mis propias manos - suelto llena de ira golpeando el suelo con mis manos convertidas en puños.
- ¿Crees que siga esperando por los documentos? - me pregunta Jules dando una rápida mirada hacia la entrada de la casa.
- Lo más probable, parece estar muy apurado en querer deshacerse de mí, dámelo. Los firmó y se los llevo para terminar con esto de una buena vez - le digo a Ellie y ella asiente.
- No es necesario que vayas tú, puedo hacerlo yo como tu abogada representante - dice y le sonrió en agradecimiento.
- Necesito hacerlo yo para que vea que ya está todo terminado y que no rogaré por nada, por que algo me dice que no se rendirá tan fácilmente - les digo soltando un suspiro.
Ellie me entrega el documento, me indica dónde es que debo de firmar y una vez firmó el documento a mi nueva soltería siento como el corazón se me encoge por la tristeza y todos los años perdidos pero a su vez, siento como un peso enorme sale de mis hombres.
Raro, no?
- Vamos, no iras solas - comenta Ellie y las tres nos ponemos de pie y vamos con dirección a donde está Michael en su coche, espesado por su libertad.
Apenas me ve salir de la casa se acerca a paso rápido para llegar frente a mi, con mis manos le pido que se detenga, ya que incluso pensarlo cerca ya me estresa y me produce asco.
- ¡No te me acerques! Que de solo saber todas las malditas infecciones que debes de tener, me das asco - le digo y Michael frunce el ceño y una vez entiende lo que le digo me mira con molestia.
- No tengo ninguna enfermedad y tampoco te contagie a ti - me dice y yo ruedo los ojos.
- Es lo mismo que decir que no me fuiste infiel durante un año - le digo de brazos cruzados y ante mis palabras, él abre los ojos dejando en claro que mis suposiciones son ciertas.
- Como...- dice pero yo niego con la cabeza.
- Da lo mismo, tuve que sumar peras con manzanas para darme cuenta de todo el tiempo que ustedes dos llevaban engañándome pero eso ya da igual...- me giro en dirección a Ellie que me entrega la carpeta -...aquí está el acuerdo de divorcio firmado, yo me quedé con mi copia ya que deseo estar lo más pronto posible, divorciada de ti, así que mañana a primera hora lo presentaremos en la corte para que el divorcio se lleve a cabo - le digo y él me da una mirada donde intenta decirme algo.
- Seguiremos siendo familia, mi hijo será...- lo cortó en seco.
- No, no seremos familia. A partir de ahora tu y mi hermana están muertos para mi y espero que el día de mañana cuando te des cuenta del tremendo error que has cometido no intentes buscarme, porque así como tú seguirás con tu vida, yo lo haré con la mía - le digo con firmeza y el me da una mirada llena de ira.
- ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta entredientes.
- Qué así como a ti no te importo mi amor o respetar nuestro matrimonio, yo desde este momento, me considero una mujer libre, soltera para hacer lo que quiera con quien quería. No serás el único hombre en mi vida y desde mañana, comenzará a vivir como su tú jamás, hubieras existido en la mía - le digo ante su atenta y anonadada mirada.
No espero respuesta de su parte e ingreso en la casa dejando detrás a él y toda su mierda.
Si pensaba que lloraría, sufriría o rogaría por él, está muy equivocado.
*
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KILLIAN
Me muevo en la cama algo cansado, tengo tanto trabajo que me ha costado demasiado poder tener tiempo para mi, para estar tranquilo y disfrutar tranquilamente de mi soledad.
Cierro los ojos y masajeo mi frente, acabo de despertar y ya tengo dolor de cabeza.
Genial.
Esto solo augura que mi día no será el mejor.
Me permito estar unos minutos más en paz, pero la interrupción de mi madre...
Un segundo... ¿Mi madre?
Me siento en la cama y observo el lugar por donde viene ingresando mi progenitora.
- Hola querido. ¡Buenos días! - dice ella con esa radiante sonrisa que lleva siempre en sus labios.
- Buenos dias madre - digo algo aturdido.
- Ya el desayuno espera por ti, ve y date una ducha para que vayas a comer antes de ir a la oficina - me dice arreglando no se que cosas en mi habitación.
- Madre, ¿Qué haces aquí? No me mal entiendas, amo verte ¿Pero que haces en mi casa? - le pregunto completamente confundido.
Ella me ve, me da una suave sonrisa, niega con la cabeza y se acerca a mi.
- ¿Seguro estar en tu casa? - me dice con esa voz tan maternal que tiene.
La veo confundido, analizó sus palabras y observo mi alrededor.
¡Carajos!
¿Como llegue aquí?
- Ni yo se porque estar aquí, pero eso da igual, sabes que eres más que bienvenido en casa. Date una ducha y baja a comer con tu familia - dice dejando un suave beso en mi frente.
Estoy viejo, lo suficientemente adulto como para no dejar que mi madre haga ese tipo de cosas o como que yo tenga que venir hasta donde mis padres y quedarme aquí.
Pero amo verlos, amo pasar tiempo con ellos y lo más probable es que anoche, luego de llegar de mi viaje de negocios y entre mi casi inconsciencia le diera instrucciones a mi chófer de traerme hasta acá.
Lo que agradezco, por que no hay nada como estar en casa.
Y viendo como mi madre sale del lugar, me dispongo a seguir sus órdenes. Ya que, aunque no viva aquí, siguen siendo ley para mi.
Me doy una rápida ducha, me arreglo la barba que tenia algo descuidada y cuando voy a elegir que ponerme.
Decido cambiar mis planes por esta mañana, así que elijo algo más cómodo y con una sonrisa bajo hasta la cocina donde mi familia espera por mi.
Mis hermanos me saludan, mi padre igual y sin más, comenzamos una amena conversación sobre mis negocios, trabajo en general y los estudios de mis hermanos.
Papá me comenta que tiene pensado para los jardines de la propiedad, ya que desea hacer algunos cambios para que se vea más bello y lleno de flores.
Y mamá, sale con una idea que nuevamente se me hace más que pésima de llevar a cabo.
- Deberías conocerla, quizás sea el amor de tu vida - me dice tratando de sonar lo más conciliadora posible.
Se que trama y no debería de seguirle el juro, ¿Pero como le digo que no?
- Madre, ya hemos hablado esto antes - le digo en un tono suave, porque no, jamás le he gritado o enfadado con ella.
Para mi, mi madre, es lo más sagrado del mundo y ella se merece todo mi respeto aunque tenga ideas algo alocadas y no de mi gusto.
- Lo sé querido, pero te veo tan solo y lleno de trabajo, que deseo que hagas algo más, que encuentres una linda mujer que te haga vivir más de lo que vives - suelta y lo se, lleva años diciéndome lo mismo.
Pero solo he conocido mujeres que son buenas en la cama y aunque, con más de una he tenido una conexión más allá de lo s****l, no es lo suficientemente fuerte para que intente algo serio y desee dejar mi soltería.
- Estoy bien madre, no necesito de una compañía femenina para estar mejor y lo sabes - le digo y ella suelta un suspiro.
- Déjalo en paz, el sabrá lo que hace y estoy seguro, que en el momento menos pensado, nos presentará una buena mujer - dice papá y se lo agradezco con la mirada, el solo niega y sigue comiendo.
Mamá no dice nada por unos segundos, hasta que vuelve a insistir.
- ¿Solo esta vez? Y si no funciona, te dejaré en paz. ¡Lo prometo! - suelta y de la nada, todos en la mesa comenzamos a reír a carcajadas.
Sabíamos que no aguantaría mucho y que si, volvería a insistir con el tema.
- Esta bien madre, iré a aquella cita pero será la última ¿De acuerdo? - le digo y ella dando un gran chillido, se pone de pie y viene hasta a mi.
- Si, si, si. Será la última vez que insistiré en el tema - dice dejando varios besos en mis mejillas.
Ni ella misma se cree esa mentira, pero bueno, haré lo que me pide solo porque me encanta verla así de feliz.
¿Como decirle que no a la mujer que me dio la vida y que me hizo el hombre que hoy soy?
Imposible, siempre el diré que si.