CAPITULO 4

1500 Palabras
-          Leonardo ¿Qué haces aquí? –Alicia imagino que se ocuparía del papeleo del préstamo y la transferencia bancaria que sus padres necesitaban  -          Viene por ti cariño, mi madre ha preparado un almuerzo familiar – Leonardo saludo a Elena con un beso en la mejilla  -          Elena, no tienes problema en que me lleve a mi esposa ¿verdad? – Leonardo sonrió  -          Por supuesto que no Leonardo, es tu esposa – Alicia sonrió, no era un secreto para ninguno de los interesados que solo eran amigos, pero su madre tenía interés en convertir su matrimonio en uno real, bueno en todo el sentido de la palabra.  -          Gracias Elena, te veo mañana – Leonardo se despidió, Alicia hizo lo mismo, se lamentó el no ver a su padre, volvería mañana de todas maneras.  -          ¿Sucede algo? Siento que desde ayer no eres el mismo – Alicia subió al Yate de la familia, ella había utilizado el Ferri para atravesar el Lago desde El Hotel a San Pedro, treinta minutos sería su trayecto  a  partir de ahora.  -          No quiero que te acerques a Sebastián – Alicia enarco una ceja, evito que su cuerpo temblara  -          Te lo he preguntado ayer y te o vuelvo a pregunta hoy ¿tienes algún problema con tu hermano? – Alicia lo que realmente quería saber era si Leonardo sospechaba de lo ocurrido entre ellos.  -          Nada que tenga que ver contigo Alicia, son cosas del pasado – Leonardo no iba a decirle nada más  -          Bueno, entonces como evito tener comunicación con tu hermano, vivimos en la misma casa, no quiero decir que estaré buscando su compañía, pero es inevitable verlo – Alicia no sabía si verlo era lo mejor, su cuerpo temblaba con solo escuchar el nombre de Sebastián, sus sentidos estaban embotados por el hombre y tendría que sentirse avergonzada pero no era el caso, ella nunca le mintió a Leonardo, ambos sabían que su matrimonio era solo un acuerdo comercial entre sus padres y un acuerdo entre amigos. Sin embargo no tenía tampoco las agallas de  decirle que se había acostado con su hermano  y no una sino dos veces  -          Entonces solo trátalo con cortesía y si puedes evitarlo hazlo, Alicia te prometo que esto es más por ti que por mí – Alicia no entendía esas últimas palabras pronunciadas por Leonardo  Durante el trayecto ninguno dijo nada, Alicia no entendía muy bien lo que ocurría de repente quiso saber los detalles del porque Leonardo no se llevaba bien con Sebastián, pero no se atrevió a preguntar, temía que sin querer dejar ver lo que había ocurrido entre ellos, se había prometido estar alejada de él, no porque Leonardo se lo pidiera, sino porque ella no se consideraba capaz de mantener las manos alejadas de él, temía estar enamorándose el hermano de su marido.  Apenas el Yate anclo, Leonardo la ayudo a descender, Alicia se estremeció cuando su mirada choco con la de Sebastián quien sonreía justo en el área de desembarco, Salvador y Estela estaban a su lado.  -          Alicia querida me alegra que Leonardo fuera por ti, he preparado un almuerzo familiar para darle la bienvenida a mi hijo mayor, ya tú has podido conocerlo – Estela sonreía feliz y Alicia no pudo pensar en lo tan bien que había podido conocer a su cuñado, negó levemente con  la cabeza tratando de alejar los pensamientos de Sebastián y ella juntos.  Pasaron al comedor, Estela había mencionado en el trayecto al comedor que Sebastián disfrutaba de la comida típica de la región y su plato preferido era el pepián, ella no pudo estar más sorprendida, Sebastián era un hombre de mundo, había estado fuera del país segunda había llegado a comprender, pero al parecer amaba sus raíces de alguna manera eso le gusto.  La comida se dio sin percances entre los hermanos, aunque la tensión podía sentirse en el ambiente, Salvado y Estela, hicieron lo posible para que disfrutaran del momento hasta que pasaron a la sala a tomar un café.  -          He revisado el contrato para la Posada Casa Blanca, me parece que los términos están mal, he decidido cambiarlos – Alicia abrió los ojos asustada, preguntándose si ella tenía culpa en la decisión de Sebastián  -          No puedes hacer tal cosa, ya he hablado con nuestro padre  sobre  el tema y estuvo de acuerdo en todo – Leonardo se puso de pie para enfrentar a Sebastián  -          Estoy a cargo y  el contrato no favorece en ningún sentido los negocios de la familia,  Casa Blanca es una posada que en los últimos años  ha tenido poca rentabilidad, sería un desperdicio invertir en el lugar – Alicia sintió su corazón detenerse, Sebastián no podía cancelar el contrato, ella se había sacrificado para tener la inversión no podía perderla, sus padres no podían Perder Casa Blanca  -          ¡Por favor ambos sabemos porque haces esto! – Leonardo gritó enojado  -          Basta, Sebastián no está cancelando el contrato, sin embargo he aceptado que redacte un nuevo contrato de acuerdo a lo que considere conveniente – Salvador le levantó para interponerse ente sus hijos, no entendían el motivo por el cual ellos pasaron de ser hermanos a ser enemigos, ninguno de los dos había dicho nada, aunque tenía sus sospechas.  -          No puedes hacerme esto papá – Leonardo vio suplicante a su padre  -          Los sentimientos no tienen anda que ver que los negocios Leonardo, me sorprende que a tu edad aun no lo sepas – Sebastián dijo con frialdad  -          Tienes tiempo Alicia, me gustaría discutir los nuevos acuerdos contigo – Sebastián se encamino hacía la biblioteca  -          ¿Por qué Alicia? Soy el responsable del contrato además soy su MARIDO – Leonardo recalco las últimas palabras  -          Ya no eres el responsable del contrato Leonardo y el acuerdo es entre la hija del dueño de Casa Blanca, no tiene nada que ver contigo, si tienes algún inconveniente puedo simplemente anular el contrato – Alicia se paró como si un rayo le hubiese golpeado  -          Por favor, podemos llegar a un acuerdo – Alicia camino hacía Sebastián sus piernas temblaban, pero estaba decidida, sus padres no perderían La Posada, la mano de Leonardo la hizo detenerse, pero ella se liberó del agarre y entró a la biblioteca.  -          Siéntate Alicia – Alicia lo hizo podía ver el rostro perfecto de Sebastián sus ojos la observaban ella no sabía que sentir  -          Sebastián por favor, por lo que más quieras no canceles el contrato – Alicia dijo apenas tuvo oportunidad  -          No lo haré, las reformas que quiero hacer serán de beneficio para ambas partes, Casa Blanca está ubicada en un punto estratégico excelente, lamentablemente tus padres no se preocuparon darle mantenimiento, a simplemente vista no es atractiva para ningún turista nacional, mucho menos para extranjeros – Alicia se mordió el labio porque había razón en las palabras de Sebastián, sin mencionar que las tuberías eran un asco, se rompían en el momento menos indicado, había perdido dos clientes por problemas del servicio de agua, el tejado, también era un problema, Leonardo lo sabía sin embargo nunca se molestó en enumerar dichos puntos  -          Leonardo sabía todo esto, pero nunca hizo mención, él entregaría a mis padres la cantidad acordada – Alicia pensó en voz alta  -          Lo sé Alicia, pero como comprenderás no puedo desembolsar una cantidad enorme de dinero, si lo único que va a generar son más deudas e intereses, mientras la Posada no sea renovada completamente, seguirá siendo un negocio destinado al fracaso.  -          Que incluye el nuevo acuerdo – Alicia preguntó  -          Una remodelación completa de las instalaciones, me interés principal es hacer de Casa Blanca, una extensión de nuestro Hotel, para viajar a hasta nuestro Hotel tienen que tomar un Ferri de 30 minutos, La Posada de tus padres pueden ahorrarles el viaje teniendo la seguridad que tendrán los mimos servicios del Hotel Bella Luna  - Sebastián se puso de pie  y camino hacía donde Alicia estaba sentada  -          ¿Quieres decir que Casa Blanca dejará de ser de mis padres? –  -          Quiero decir que tus padres tendrán algo así como una Franquicia administraran el negocio con los reglamentos de Bella Luna, los suministros que necesiten serán enviados desde este Hotel, es mejor que nada Alicia, Leonardo no te hizo ningún favor, solo te atrapo en un matrimonio del que nunca podrías liberarte porque el pago sería imposible – Alicia tragó fuerte  -          Supongo que tú tampoco, me estás haciendo un favor – Alicia se paró en toda su altura, era de un metro setenta aproximadamente, mientras Sebastián le sacaba una cabeza simplemente    -          Eres rápida, exactamente no te estoy haciendo un favor, estoy velando por mis interés – Sebastián se acercó tanto que Alicia tembló ante el calor del cuerpo de Sebastián  -          ¿Qué es lo que realmente quieres? Alicia tembló más cuando el aliento cálido de Sebastián golpeo su oído  -          Quiero que seas mi amante…
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