Secreto de Amor

CAPITULO 3

 Alicia, vio su reflejo en el espejo, no podía negar que recién había tenido sexo y no con su marido, sino con el hermano de este, ¿estaba loca? ¿Qué le ocurría?, se preguntó que había hecho mal en su vida, para encontrar a Sebastián tan tarde en su vida y lo peor de todo era su cuñado, el hermano de Leonardo.

 -          ¿Te encuentras bien? – Leonardo preguntó desde la recamará, había subido directo de los servicios del salón, no quería que los invitados vieran el aspecto que tenía después de… movió la cabeza, sus rostro aún estaba sonrojado, su cuerpo temblaba, sus piernas eran casi incapaz de sostenerla, no sabía si era por el placer o por los nervios de ser descubierta.

 -          Dame unos minutos, he arruinado el vestido con una copa de vino, sabes que algunas veces soy torpe – grito mientras se desvestía y entraba a la ducha, olía a Sebastián, si por ella fuera conservaría ese magnífico olor sobre su cuerpo, pero sería demasiado descarado de su parte, Leonardo esperaba por ella, para bajar de nuevo al Jardín, no tendrían luna de miel, ella lo considero innecesario no eran una pareja de enamorados, aunque Leonardo había insistido ella se había negado rotundamente.

 -          Te estaré esperando en el jardín – Escuchó a Leonardo por encima del ruido de agua, evito que su cabello se mojará, había lavado su rostro en el lavado, se pondría un poco de maquillaje ligero y algún vestido ya explicaría a su familia el incidente inexistente con el vestido, esperaba que nadie la cuestionara.

 Sabiendo que no podía retrasar más el momento respiro profundamente, antes de salir al Jardín, algunos invitados habían empezado a irse, Sebastián platicaba con su padre cerca de la mesa familiar, parecían discutir ella sonrió a su madre.

 -          ¿Le ha pasado algo a tu vestido? – su madre preguntó

 -          Ha sido un accidente fui a los servicios y sin darme cuenta tope con uno de los meseros el vestido quedo lo suficientemente manchado para continuar la fiesta con el

 -          Oh, cielos, cariño es tu vestido de bodas – su madre dijo angustiada ella era muy supersticiosa en todo esto del matrimonio

 -          Déjalo estar mamá, ha sido un accidente – Alicia sonrió era una mentira el vestido estaba intacto al menos a lo mucho estaba arrugado, sus mejillas quemaron

 -          Atención por favor – Salvador su suegro llamo la atención de los presentes

 -          Quiero brindar porque esta noche ha sido sin duda una de las más esperadas por mi familia, la boda de Leonardo y Alicia sin duda nos ha hecho muy felices, pero el regreso de Sebastián es la guinda a nuestra felicidad – Sebastián se paró al lado de su padre con su copa elevada a la misma altura, Leonardo la llevo hasta pararse al lado de su madre, Estela sonrió y le correspondí

 -          Por mi familia y la nueva familia que Leonardo inicia hoy ¡Salud!

 -          ¡Salud! – gritaron los presentes al unísono

 Leonardo y Alicia, se despidieron de los invitados, agradecieron su presencia a cada uno de ellos, eran casi las once de la noche, la vista del Jardín sobre el Lago era maravillosa pero ella no podía disfrutarla, había caminado sola, hacía el pequeño puente que tenía el Hotel para recibir Yates y Lanchas que transportaban a los visitantes al Hotel dejo escapar un suspiró de frustración.

 -          ¿Por qué tan sola? – Ella se estremeció se giró para quedar frente a Sebastián quien solo traía su camisa blanca puesta, tres botones abiertos, ella podía ver su pecho con un ligero rastro de bello, se mordió el labio ¿era estúpida? No podía estar pensando en Sebastián siendo la esposa de Leonardo

 -          Sebastián yo… - No sabía que decir, como explicar que ella no acostumbraba a ir a discotecas y terminar en la parte trasera de un auto con desconocidos, pero era eso justamente lo que había hecho con él, la noche anterior y también hace algunas horas en los servicios.

 -          Lo sé, no te preocupes Alicia, no diré nada de lo que ha pasado entre nosotros, pero me pregunto ¿amas a Leonardo? – Alicia no se esperaba esa pregunta

 -          Leonardo es mi mejor amigo,  nuestro matrimonio no está basado en el amor, él, bueno más bien tus padres han invertido una suma considerable de dinero en la Posada de mis padres y el matrimonio fue un requisito, no pienses que me estoy aprovechando de tu hermano por favor – Alicia de repente sitió miedo de que Sebastián la considerara una oportunista

 -          No puedo pensar nada si no tengo los por menores del acuerdo, sin embargo dudo mucho que tú, te estés aprovechando de Leonardo, seguro que el actuó de buena fe – lo último sonó como sarcasmo para Alicia

 -          ¿Qué haces Sebastián? – Leonardo camino hasta poner sus manos sobre la cintura de Alicia quién se estremeció por el toque, trato de alejarse disimuladamente pero la mano firme de Leonardo se lo impidió

 -          Conociendo a mi cuñada ¿tienes algún problema? – Sebastián sonrió y Alicia se estremeció no por la mano de Leonardo sino más bien por la ira en los ojos de Sebastián

 -          Aléjate de ella – Leonardo estaba furioso apretó los dientes

 -          Leonardo cálmate – Alicia temía que llegaran a los golpes, Leonardo ¿sospechaba algo?

 -          Tranquilo hermano Alicia es mi cuñada y estoy seguro, muy seguro que nos llevaremos bien – él sonrió de nuevo antes de emprender el camino hacía el Hotel

 -          ¿Qué ha sido eso?, ¿tienes algún problema con tu hermano?

 -          Ninguno Alicia ¿entramos? – no insistió camino al lado de su esposo, con la seguridad de que Leonardo no le había sido del todo sincero, su corazón estaba agitado y sus pensamientos eran un verdadero caos.

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 Sebastián levanto la vista del contrato que tenía sobre el escritorio al escuchar la puerta abrirse y cerrarse bruscamente.

 -          Aléjate de Alicia – Leonardo ni siquiera saludo a su hermano mayor, el enojo era claro en sus ojos

 -          ¿Estás loco?, no entiendo tu exigencia, Alicia es tu esposa, mi cuñada, vivimos en la misma casa – Sebastián se acomodó mejor en la silla mientras veía a su hermano divertido

 -          No creo que hayas olvidado del pasado – Leonardo dijo apretando los dientes y los puños

 -          ¡imposible! – Sebastián dijo

 -          No tuve nada que ver – Leonardo intento aclarar

 -          No estoy  interesado en el pasado Leo, estoy aquí porque padre quiso retirarse y estoy ocupando el lugar que te deje por diez años, espero lo hayas disfrutado – Leonardo había trabajado duro desde que su hermano se había ido al extranjero, sin embargo para su padre solo Sebastián podría ocupar su lugar

 -          He trabajado duro

 -          Lo se Leonardo, no te quito el mérito hay hecho un magnífico trabajo, sobre todo atrapando a Alicia en un contrato poco convencional del que no podría sacar ningún beneficio si se divorcia de ti – el rostro de Leonardo palideció

 -          Bonita manera de atrapar a la mujer que amas – Sebastián continuo

 -          ¿Lo sabe ella? ¿sabe que si se divorcia de ti, sus padres perderán la Posada? – cállate

 -          Oh, comprendo ella no sabe tus bajas tácticas para conseguir lo que deseas – Sebastián apretó el puño bajo su escritorio, su hermano nunca dejaría de ser lo que era.

 -          Te lo advierto Sebastián – Leonardo salió dando un portazo

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 -          Alicia – camino hasta llegar a su madre, Leonardo había ido a la oficina del Hotel para hablar con su hermano sobre trabajo, ella había aprovechado para venir a casa por sus cosas, no las llevaría todas, este era su verdadero hogar

 -          Mamá – la saludo con un beso en la mejilla mientras se abrazó a ella, había tenido una noche realmente espantosa, temía dormirse y gritar el nombre de Sebastián, concilio el sueño cerca del amanecer, esas pocas horas de inconsciencia estuvieron llenas de imágenes de Sebastián y ella  en el asiento trasero del auto, en los servicios del Salón, su cuerpo había reaccionado a las imágenes, cuando se ducho pudo notar sus bragas húmedas, sus mejillas se pusieron rojas, había dormido con Leonardo en la misma cama, pero había soñado con Sebastián su cuñado.

 -          ¿Te encuentras bien? – Elena se sentía culpable por el sacrificio de su hija, pero sabía que Leonardo era un buen hombre, no tenía dudas de que su hija llegaría a enamorarse un día de él

 -          Cansada y Casada – bromeo para no preocupar a su madre

 -          ¿Mi padre? – se había extrañado de verlo en la recepción de la Posada al entrar

 -          Tuvo que ir de compras, al no estar tu alguien tiene que visitar el mercado para llenar la despensa, esperamos que la temporada de Turismo nos deje buenos ingresos de manera que podamos pagar la deuda con la familia de tu marido

 -          Vendré a la Posada todos los días, hable de esto con Leonardo desde que acepte casarme con él y acepto, así que si no han contratado a alguien para ocupar mi lugar, estaré encantada de trabajar – Elena sonrió, no estaban en condiciones de contratar personal, ella se ocupaba de la cocina,  Alicia se ocupaba de la Recepción, solo tenían una chica que se ocupaba de las ropa y las habitaciones, esperaba que la inversión que les darían después del matrimonio de su hija mejorara la situación.

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 Cerró la carpeta después de leer detenidamente el contenido

-          Me parece padre que la inversión que pretendes para la Posada es un desperdicio de dinero – Sebastián observo a su padre moverse incomodo en la silla

 -          Leonardo está enamorado de Alicia, me ha pedido que…

 -           Lo sé, pero los negocios no tienen sentimientos padre, la Posada tiene más perdidas que ingresos, en los últimos años, no ha recibido más que un par de clientes al mes, no es un negocio rentable, además las condiciones de Leonardo no tienen sentido, quisiera redactar un nuevo contrato si estas tan interesado en ayudar a la familia de tu nuera  - Salvador no había pensado en los beneficios financieros, había querido que Leonardo fuera feliz.

 -          ¿Nuevo contrato? – Salvador se interesó , era justamente lo que más apreciaba en su hijo mayor la visión para los negocios

 -          Por supuesto, primero me gustaría visitar y conocer de primera mano las instalaciones para dar una opinión concreta, ahora mismo me he basado en los números – Sebastián espero a que su padre le dijera algo

 -          Bien, le diré a Leonardo

 -          Me has pedido que maneje el negocio por ti, Leonardo está influenciado por sus sentimientos, no quiero cargar con tal cosa, si aceptas este nuevo convenio con los Montero te sugiero que me dejes hacerlo a mi manera

 -          Pero ellos esperan el depósito para el fin de semana, Leonardo…

 -          Esto les conviene mucho más a ellos que a nosotros, estamos arriesgando miles de quetzales en un negocio prácticamente muerto, sabes que no me gusta perder – Sebastián no iba a dejar el tema sin convencer a su padre

 -          Haz lo que consideres, pero por favor no busques crear problemas con Leonardo tu hermano ha sufrido – Sebastián lo dudaba

 -          No te preocupes vine para hacerte la vida más fácil papá – “Pero no a Leonardo” pensó para sí.