La noche había sido magnífica pero como todo lo bueno tiene un final. La hermosa y cautivadora mujer que había conocido esta mañana en el Hospital había regresado a casa tal y como la traje hace unas horas. Había cumplido mi promesa y no había ocurrido absolutamente nada aparte de besos que fueron un tormento para mi y más sabiendo que ella quería que ocurriese más.
De todas formas me encontraba eufórico de la felicidad, hacía tanto tiempo que no conocía a alguien así, esta mañana cuando la vi pensé que solo era producto de mi imaginación, era hermosa y atractiva de todas las formas posibles, me atrajo a ella cual imán y me fue imposible no decirle nada y llamar su atención. Necesitaba ver esos ojos mirándome y cuando lo hicieron me vi desfallecer eran de un ámbar esplendoroso al igual que sus cabellos en un tono chocolate que caía en cascada por su espalda y algunos mechones adornaban su cara.
¿De dónde había salido esta mujer? Cuando hablé con ella me demostró tener carácter y una personalidad que no era fácil de conquistar y por completo eso me atrajo aún más. Amaba los retos y esta mujer era a primera vista todo lo que quería.
Pero una vez que la tuve supe en ese momento que estaba perdido, sabía que no quería que solo fuera una aventura de una vez pero el tenerla entre mis brazos y probar de su néctar tan adictivo me hizo darme cuenta que no podría solo quedarme con eso necesitaba más mucho más.
Mientras aún repasaba todo lo ocurrido en el día y la cena con Constanza, me encontraba levantando las cosas que habíamos utilizado para esa noche cuando escucho un pitido, un mensaje. Estaba confiado que sería ella y la abrí pero resultó no ser así.
“Buenas Noches querido esposo, me he enterado esta mañana que has desaparecido por un buen rato y justo antes de una consulta. ¿Ya tienes otra nueva amiguita? Cada día eres más y más descarado.”
No lo podía creer, leí unas 3 veces el mensaje. ¿Cómo logra enterarse de todo lo ocurrido en el Hospital cuando ni siquiera está allí? Sin duda alguna tendría a alguien que siempre informa sobre los pasos que doy. Cada día era aún más insufrible, su toxicidad seguía enfermándome cuando ni siquiera estábamos juntos. Controla cada parte de mi vida y lo detestaba.
“ ¿Qué quieres Solana? Deja de estar pendiente de mi vida, consíguete una vida para ti y déjame en paz. Y ya ni vale la pena aclarar, no me llames esposo sabes perfectamente que ya no somos nada, lograré que firmes esos papeles. Ya no me importa que te escudes con mi madre”
“Vaya! Mira quién se ha envalentonado hoy. Sabes perfectamente que si vamos a legales te destruiré. Que te quede claro, no me busques porque las consecuencias para ti son las peores”
La furia invadía cada parte de mi ser y no lo toleré descargue mi rabia lanzando el teléfono contra la pared haciéndolo añicos. Esto debía terminar por el bien mío y porque realmente deseaba recuperar mi vida volviendo a intentar una relación amorosa estable. No dejaría que Solana y su maldito veneno dañaran mi vida para siempre y más aún teniendo la posibilidad de volver a ser feliz con alguien como Constanza.
¿Cómo haría con ella? Debía de contarle que estaba casado y en planes de divorciarme de mi desquiciada exmujer además del plus de que era bastante controladora y con ayuda de mi propia madre lograban espantar a todas las mujeres que alguna vez creí que podrían ser alguien más en mi vida. Aunque aún no la conocía ya que ni siquiera pasó un día desde que nos vimos, sabía que se trataba de una mujer fuerte y con el carácter suficiente para no dejarse doblegar por otras que se creían las más poderosas del mundo.
Pero antes de pedirle que haga algo como eso por mí debía de conocerla más y ella debía de conocerme mejor, debía de ver en mi lo que yo había podido ver en ella en solo unas pocas horas juntos. Entonces una idea surgió a raíz de sus propias palabras al conocer este lugar, había mencionado que le gustaba los lugares así porque eran los ideales para poder ser uno mismo sin la necesidad de ocultarse por los demás. Y yo conocía otro lugar que sería el ideal para nosotros, aprovechando la época vacacional y el verano sin lugar a dudas es el lugar perfecto.
Luego de volver a pensar en ella quería escuchar su voz una última vez por el día de hoy pero vi mi teléfono en el piso, enfurruñado conmigo mismo fui hasta mi despacho y saqué una cajita de un teléfono nuevo. Siempre fui algo descuidado con los celulares entonces me anticipé teniendo uno de repuesto, ahora que tomaba este debía de conseguir otro en su lugar.
Cambié la tarjeta SIM rápidamente al teléfono nuevo y la llamé.
– Hola Joaquín… - ríe mientras sigue murmurando ¿Por qué lo hacía? – ¿Qué ocurre?
– ¿Qué ocurre contigo que murmura?
– Es que baje a buscar algo para tomar y un poquito de pastel de chocolate. – dice esto último entre carcajadas. Yo también río con ella imaginando cómo atacaría la heladera furtivamente. – Todos duermen y no quisiera despertarlos, ¿sucedió algo?
– Solo que me siento vacío sin ti, quisiera tenerte a mi lado en mis brazos.
Oigo un suspiro desde el otro lado del teléfono.
– Debo admitir que aunque suene cursi siento lo mismo. Y no lo entiendo, no te conozco de nada.
– Eres esa mujer que estuve esperando y yo lo que tu esperabas, es la respuesta.
– Sabes, si mis amigas escucharan esta conversación no creerían que se trate de mi. Soy la mujer menos sentimentalista que puede existir pero…
– Pero ¿Qué?
– Tú. Tu me pasas y no puedo evitarlo.
– Bonita dejaré que sigas pensando en mi mientras te comes tu pastel yo debo descansar mañana comienzo una guardia pero cuando lo finalice podemos vernos que dices?
– Mañana iré a ver al pequeño Israel y a mis amigos te veré allí.
– Perfecto. Que descanses hermosa.
– Igual tú.
Ahora quien suspiraba era yo. La afectaba me lo había confesado y eso solo quiere decir que tenía oportunidad con ella que quizás le gustaba lo suficiente como para poder tener la fuerza de enfrentarse a mi madre y Solana. Con ese pensamiento fui a dormir, deseaba que en mis sueños estuviéramos nuevamente nosotros dos en la sala de descanso y que ese sueño no terminara jamás.
– ¡Buenos días amigo! Pero qué caras traes, ¿Volviste a discutir con Solana? Déjame adivinar, ha sabido que ayer te desapareciste y que estuviste haciendo que con quien.
El idiota de Felipe tenía menos tacto pero me conocía tan bien y conocía mi situación mejor que nadie. Somos amigos desde mucho antes del Hospital cuando aún éramos alumnos, luego para nuestra especialización cada quien había tomado su rumbo hasta que me ofrecieron el puesto aquí y resultó que mi amigo era el Jefe de la UTI. Retomamos el contacto y nuestra amistad seguía siendo igual de buena que siempre, conocía mi historia con Solana y mi madre era la única persona que me comprendía realmente además de su esposa nuestra también colega la doctora Leslie Johnson.
– Amigo no me compliques más la vida
– ¿Me contarás quién fue la mujer con quien te desapareciste ayer?
– Una mujer que conocí en la cafetería pero no – digo apuntando hacia él sabía perfectamente lo que estaba pensando – No fue como con las demás, ella es diferente…
– ¡Wow! Amigo si no te estuviera viendo no lo creería – ríe con fuerza mientras niega con la cabeza – ¿Quién lo hubiera dicho? El señor no me enamoro nunca más, resulta que ha sido flechado, la quiero conocer.
– Está en el Hospital, sus amigos están aquí porque tuvieron un hijo ayer. Dijo que vendría supongo que me dirá cuando esté aquí y te la presentaré de lejos. No quiero espantarla antes de tiempo.
Felipe algo contrariado con eso acepto los términos y quedamos en que le avisaría cuando Constanza llegara y que la vería de lejos. Luego cada quien fue a lo suyo, teníamos una mañana bastante agitada y yo tenía programadas dos cirugías en lo que va del día y varias consultas programadas en donde me esperan padres terriblemente preocupados.
Amo mi trabajo no diré que no, me gusta lograr hasta lo que muchos dirían imposible para salvar las vidas de los pequeños pero nunca me acostumbraré a la desesperación de los padres. Esa impotencia de no poder hacer más y ver como sufren sus hijos, no puedo acostumbrarme a eso a pesar de que llevo ya mucho tiempo haciendo esto no es fácil. Es por esta razón que jamás quise hijos, y fue una de las razones por las que discutimos con Solana.
Su añoranza de ser madre y de un hijo mío no lo comprendía, antes de casarnos habíamos tocado el punto y ella había aceptado pero cuando pasó el tiempo y vio que no lo lograba comenzaron las discusiones hasta que confesé mi verdad. Me había hecho la vasectomía por lo que jamás pasaría aunque ella tomara toda la medicación posible. Cuando lo supo acudió con mi madre y me han acusado de ser la peor persona del mundo por haber callado algo tan primordial.
Quizás tuvieron razón pero lo que no comprendía era porque el escándalo cuando fue lo primero que lo aclaré con ella. De todas formas todo esto me ayudó a darme cuenta a la mujer que había elegido como esposa, como según lo ve ella callarme esto fue un acto de traición por lo que comenzó a fastidiarme la vida a tal punto que por causa suya perdí mi trabajo en Madrid. Cansado de todo pedí el divorcio pero en todos estos años no he logrado que acepte y más aún teniendo la ayuda de mi madre ambas han logrado hacer de mi vida algo miserable y sin sentido. Por eso las mujeres, por eso las aventuras, si ellas siguen fastidiando yo las fastidiaría a ambas aunque estaba consciente que quizás eso podría significar mi ruina.