No tengo opción
Mi nombre es Camila Gutiérrez. En realidad, soy una Russo, parte de la familia de Cassio Russo, el líder de la mafia de Chicago. Durante el día, él se presenta como un empresario de renombre, pero por la noche, se convierte en el temido jefe de una peligrosa organización criminal. Mi hermana mayor Lisa se casó con él cuando tenía mi edad, y, desde entonces, él nos adoptó a mi hermana gemela y a mí, transformándonos en parte de su familia. Para nosotras, ha sido más que un padre, pero yo aborrezco su mundo y todo lo que representa.
Hace aproximadamente dos años, al cumplir los dieciocho, estaba prometida con Nikolaos Keples, el líder de la mafia griega. Esta alianza fue orquestada por Cassio desde que éramos pequeñas, con la esperanza de consolidar el poder de nuestras familias. Sin embargo, me negué rotundamente a casarme con él. Fue entonces cuando Casandra, en un acto de sacrificio, tomó mi lugar para que yo pudiera perseguir mi sueño: estudiar en la universidad. Ellos se casaran en un mes, sin embargo, ni siquiera pienso asistir.
En este momento me encuentro en mi departamento acompañada de mi mejor amiga Luisa. Ella tiene el cabello ondulado y unos ojos color avellana que me hipnotizan cada vez que los miro. Ambas estudiamos la misma carrera y nos conocimos en la universidad. Mi mejor amiga y mi novio son mi mundo entero mi nueva familia.
Por supuesto que extraño a Lisa, a mis sobrinos y principalmente a Casandra, pero decidí hacer mi vida lejos de su mundo. Simplemente ser mafiosa no es lo que planeo para mi vida. Cassio lo acepto y me sigue mandando mis cheques todos los meses; sin embargo, eso acabará cuando termine la carrera.
Me siento incómoda mientras hablo con Luisa, mi amiga. Siempre ha sido curiosa sobre mi familia, pero yo he evitado hablar del tema.
—Este año, para tu cumpleaños, quiero conocer a tu familia —me dice Luisa con una sonrisa—. Siempre hablas de ellos.
Me siento un escalofrío recorrer mi espalda. No quiero que Luisa sepa la verdad sobre mi familia.
—Sabes que no nos llevamos nada bien... —le digo, intentando cambiar de tema.
Pero Luisa no se da por vencida.
—No te entiendo—me pregunta—Te pagan este departamento y la universidad es más que lo que hacen mis padres por mí.
Me siento culpable por no haberle contado la verdad a Luisa. Pero no quiero que sepa que mi padre es un político corrupto.
—Sí, pero el esposo de mi hermana no es honesto —le digo finalmente—. Él trabaja en la política y no es dinero decente. Por eso me fui, porque yo quiero ser honesta.
Luisa me mira con sorpresa y preocupación. No sé qué va a pasar ahora que le he contado la verdad.
Finalmente, escuchamos el timbre y Luisa abrió la puerta. Era un hombre de cabello oscuro y ojos azules que conocía muy bien: mi padre, Cassio.
—Hola, bombón... —le dijo Luisa con una sonrisa.
—Luisa, él es mi papá... —me quejé, sintiendo una mezcla de vergüenza y molestia.
Luisa me lanzó una mirada divertida y se encogió de hombros.
—Necesito hablar contigo a solas... —dijo mi padre, su voz seria y autoritaria.
—Vete, niña —le dijo a Luisa, quien asintió y se fue, rodeando los ojos con una mirada curiosa.
Tan pronto como Luisa se fue, mi padre se volvió hacia mí con una expresión grave.
—Pasa algo con Lisa o con mis hermanos... —indagué, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda.
—Casandra desapareció —dijo mi padre, su voz baja y seria—. Y necesito que tomes su lugar.
Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. ¿Qué había pasado con mi hermana? ¿Por qué mi padre no me había dicho nada?
—¿Qué dices? —pregunté, intentando mantener la calma.
—Necesito que te cases con Nikolaos Keples —dijo mi padre, su voz firme y decidida.
Me sentí como si me hubieran lanzado un rayo. ¿Casarme con Nikolaos Keples? ¡Eso era una locura!
—Estás demente —le dije, intentando mantener la calma—. Yo nunca haré eso. Estoy bien aquí, estoy estudiando la carrera que quiero. No es justo.
Mi padre me miró con una expresión seria, como si no esperara que me negara.
—No tienes opción, hija —me dijo—. Tu hermana desapareció y necesito que tomes su lugar. Es el único modo de salvar nuestra familia.
Notas del Autor:
Lean con mucha paciencia porque Camila es Anastasia 2.0 pocos entenderán.
No olviden que este libro es una segunda parte para entenderlo deben leer primero. : La mujer del Narco..