La luz de la mañana pega en mí cara, escucho el sonido de las aves, el despertador comienza a sonar, estiro mí brazo para apagarlo, al ver la hora, me doy cuenta que eran más de las 8 a.m. inmediatamente me levanto, me cambio de ropa, rápidamente me dirijo al baño, cepillo mis dientes y luego lavo mí cara para despertarme, bajo a comer, para luego ayudar a mí padre con el auto, veo que en la mesa hay panqueques y café, al lado hay una nota que dice: «Buen día Thom, te he preparado el desayuno, que lo disfrutes. Papá.» Un poco sorprendido me siento a comer, comienzo a escuchar un sonido que proviene de la cochera y me dirijo allí, al abrir la puerta veo a mí padre un poco sucio arreglando el auto.
—Hola hijo, te estaba esperando ya casi termino— Dice mí padre emocionado.
Con una expresión en mí cara respondo —Disculpa me he quedado dormido— Me encogí de hombros y continúo—¿En qué puedo ayudar? —.
—Entra al auto e intenta encenderlo— Me guiña el ojo.
Intento encender el auto, pero no lograba encender, luego de varios minutos de intento enciende, veo que alguien se asoma a la cochera, era Jack saludando y muy imprudente, me pregunta por mí mano.
—¿Cómo sigues de tu mano?—.
De inmediato mí padre voltea a ver diciendo.
—¿Qué sucedió?— Pregunta preocupado.
Evadiendo su pregunta respondo —No es nada—.
Jack aún siento imprudente comenta.
—Vamos Thom, dile a tu padre que ayer fuiste como Mike Tyson, lanzando un gancho derecho— Bromeando con los puños.
Con una mirada fulminante —Calla—.
—¿Has pelado? Sabes que no me gusta que hagas esto, espero no tener ningún problema— Comenta mí padre preocupado.
—Yo no comencé la pelea—.
Bromeando Jack dice —Cierto, el estaba defendiendo a Emma— Hace un gesto con su cara y me golpea con su codo.
Interesado mí padre comenta —¿Emma? ¿Quién es esa muchacha?— Me mira.
Con una mirada pícara Jack se dirige a mí padre —Es el nuevo amor de Thom—.
Volteando los ojos y esquivando su comentario —Solo somos amigos— Con mirada sería continúo —Ya no sigas—.
Mostrando interés mí padre me dice —Tengo que conocerla— Con mirada perdida continúa —Sabias que cuando conocí a tu madre, me enamoré desde el primer día—.
Asombrado por lo que me había dicho —¿En serio? No lo sabía, mí madre nunca me habló de ustedes—.
Sonriendo —Si, lo recuerdo como si fuera sido ayer, fue algo mutuo, ambos sentimos lo mismo—.
Interrumpiendo la conversación Jack en forma de chiste dice.
—¡Ah! Ya veo, el enamorase a primera vista va en los genes— Suelta una risa.
Suspiro —Ya basta hermano—.
Pensando en lo que mí padre nos había contado, me pude identificar con él, la verdad lo que sentí al ver a Emma fue amor a primera vista. Interrumpiendo mis pensamientos, escucho decir a mí padre.
—Chicos, ¿Tienen hambre, desean una pizza?—.
Me di cuenta que mí estómago rugía y estaba vacío, nos habíamos entretenido en el auto y la conversación que nos olvidamos de la hora.
—Yo sí, la verdad tengo hambre— Suelta Jack hambriento.
Terminando con el auto, nos dirigimos a la sala a esperar por la pizza, en eso se me ocurre decirle a mí padre que me preste el auto para ir por Emma.
Me atrevo a preguntar – ¿Me prestas el auto de mamá para está tarde?—.
—¿A dónde irás?— pregunta.
—Quede en verme con Emma—.
Aguardando unos segundos a su respuesta dice —Esta bien, pero no llegues tarde—.
Con una sonrisa le agradezco —No lo haré—.
En eso escucho sonar el timbre era el repartidor de pizza, recibiendo la pizza le agradezco, comenzamos a comer, mientras disfrutábamos de un buen partido de fútbol. Sin duda la estaba pasando bien, me sentí emocionado compartiendo con mí padre, era la primera vez que me lo permitía hacer. Ya casi llegando la hora del encuentro con Emma, me dirijo a la ducha, mientras me corría el agua, pensaba en ella, nuevamente la volvería a ver y estaba vez no era para estudiar.
Camino a casa de Megan, mientras conducía recordaba lo mucho que mí madre disfrutaba del auto, lo tenía buen cuidado, era un Mercedes Benz W clásico del 80 color azul marino, había algunas cosas que ella había dejado, entre ellas una foto mía de cuando era niño. Al llegar a casa de Megan, me bajó del auto, me dirijo a la puerta y toco el timbre, al abrir la puerta me encuentro con un chico de tez morena, cabello crespo, de unos centímetros más bajó que yo, me sonríe y me dice.
—Hola, ¿Tu eres Thomas?—.
—Si, ¿Tu quién eres?— Le pregunto.
—Soy Brad, el novio de Megan, adelante entra—. Hace un gesto con su mano.
Al entrar comienzo a ver alrededor e interior de la casa, era grande, espaciosa y lujosa, llegando a la sala inmediatamente visualizo a Emma, con una sonrisa y abrazo me saluda, estaba hermosa, vestía una playera blanca, jeans claros ajustado a su cintura, tenis blanco, y una coleta alta que mostraba unas ondas que variaban entre bronce y dorado, note que tenía un ligero maquillaje. En eso entra Megan me saluda y dice.
—Listos para la película— Levantando bolsas con cada mano llena de snacks.
Emocionado Brad dice —Si, por cierto ¿Qué película veremos?—.
Respondiendo Megan dice —Emma y yo, ya la hemos escogido—.
En eso volteó a ver a Emma y me sonríe.
Animados nos acomodamos en el suave y gran sofá color blanco, y disfrutamos de una película romántica la cuál era Orgulloso y Prejuicio. A mitad de película Emma tenía su cabeza recostada a mí hombro, disfruté ese momento, estaba inmóvil observándola, estaba tan concentrada en la película, no quería que se apartará, en eso Megan nos ofrece un cuenco de palomitas, todo iba bien, había armonía en los cuatro, no entiendo como, pero me sentía cómodo estando con ellos.
Terminando la película, Megan se levanta y enciende la luz, al ver qué era un poco tarde me despido y le pregunto a Emma.
—¿Cómo te irás?—.
—Creo que me iré caminando— Encoje sus hombros —Mis padres no podrán buscarme—.
Añadiendo Megan dice —Brad y yo podemos acompañarte, solo serán unas pocas cuadras—.
—Ya es un poco tarde— La miro y continúo —Como para que vayan caminando— Me ánimo a preguntarle —¿Quieres que te llevé?—.
Sonriendo Megan dice —Si, sería prudente que la lleves—.
Aceptando mí oferta nos dirigimos a la salida, le hecho un último vistazo a Megan y su novio, le agradezco por la tarde, y nos dirigimos al auto. Mientras íbamos camino a su casa, hablamos de la película, y lo bien que fue compartir juntos, ha sido especial.
—Gracias por la invitación— Interrumpo el silencio.
Con una sonrisa —No es nada, lo he disfrutado—.
—Igual yo, creo que estabas cómoda recostada en mí hombro— Suelto una risa.
Llevándose las manos a la cara y tapándose —¡Oh Dios! ¿En serio?, que atrevida soy, disculpa no lo había notado—.
—No te preocupes— La miro de reojo suelto un ligero suspiro y me río en mis adentros.
Estando a fuera de su casa y un poco apenada por lo que había dicho me agradece, rápidamente salgo del auto para abrirle la puerta, nuestras miradas se cruzan por varios segundos, mí corazón comienza a latir rápidamente, mis manos sudan al contacto de su mano cuando le ayudó a salir, al despedirse me dirijo hacia ella, toco su mejilla y la beso más debajo de la mejilla, al sentir aquél beso, se congela asombrada con ojos como platos suelta una risa, se aleja de mí. No podía creer lo que había hecho, seguro estuvo mal pero a la vez me sentí bien, entro al auto esperando que ella entre a su casa, me quedo unos minutos pensando en lo que había pasado, en eso vibra mí móvil, era un mensaje de ella diciendo.
Texto…
Emma: Gracias por está tarde, lo disfruté mucho.
Thomas: Yo igual.
Con una sonrisa enciendo el auto y me pongo en marcha a casa.