—¡No! —gritó la hija—. ¡No quiero un bebé! ¡Papá, no! —¡Sí! ¡Tómalo! ¡Tómalo! —gritó el hombre, mientras su semen empezaba a gotear de su coño alrededor de su polla. Cuando terminó, sacó su pene y se sentó en una de las tumbonas, bebiendo de una botella de agua. Dejó a su esposa a cargo de su hija, que lloraba suavemente. Mami se sentó en un taburete entre mis piernas y me bajó el trasero para que quedara más cerca del borde de la mesa. Sentía su aliento en los labios de mi v****a y empezó a lamerme todo el coño. Quería cerrar los ojos para disfrutar de las sensaciones, pero en lugar de eso, los abrí a la fuerza para poder seguir observando. "Tranquila", le susurró la madre a su hija, mientras le frotaba el clítoris suavemente, "Sabes que te encanta cuando papá te preña. Una vez que es

